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Historia Paralela La Caída Capitulo 21: Por el futuro.

En una sala oculta diez figuras entraron y se sentaron alrededor de la mesa en el centro.

"El gobierno nos está presionando demasiado. Es probable que sepan sobre nosotros." Dijo una figura desde el inicio.

"La empresa de mi familia ha empezado a tener problemas." Añadió otra figura con seriedad.

"El Presidente ha estado cada vez más decisivo y ha obtenido apoyo. El candidato que hemos apoyado se ha visto envuelto en la revelación como un cliente de la red de trata… Es imposible que ganemos las elecciones." Añadió otra figura con una voz fría.

"La Organización de las Naciones Unidas están perdiendo fuerza y apoyo, varias potencias nos han abandonado y hay muchos ojos sobre nosotros." Dijo otra figura sin ocultar la seriedad.

"¿Solo ojos? Ese bastardo que se autoproclama como el Salvador nos ha estado atacando. Cinco equipos de diez rangos A ha muerto en sus manos. ¡Nuestra gente está muriendo!" Exclamó una de las tantas figuras.

Hubo silencio durante unos segundos y las figuras encapuchadas se miraron entre ellos, ocultando la seriedad de sus rostros.

Este era el grupo secreto que financió los ataques terroristas y cuya influencia se extendía profundamente en Estados Unidos y gracias a que controlaban la Organización de las Naciones Unidas, su influencia era mundial.

Dirigían negocios de todo tipo y el mayor negocio fue una compleja red de trata de personas, que ataba a tantos políticos, famosos como individuos ricos, en una mezcla de diversos negocios.

Al usar a la ONU para sus objetivos, pudieron ocultar sus fechorías detrás de las buenas acciones que algunos deseaban llevar y sacaban beneficios como podían.

Desde el Gran Cataclismo este grupo se puso el objetivo de gobernar Estados Unidos, para luego tratar de gobernar al mundo a través de la Organización de las Naciones Unidas.

Incentivaron la guerra civil, financiando a los jugadores, terroristas y hasta contrataron a Corina, prometiéndole que se encargarían de salvar a las bestias y movieron todos sus contactos, para reducir la fuerza del gobierno.

Influenciaron a militares de altos rangos, miembros de agencias de diferentes secciones y fueron capaces de infiltrarse en el Departamento de Defensa, usando tanto la lealtad a la nación, como la locura a su favor.

Sin embargo, perdieron la guerra civil y aunque ahora quedaban algunas llamas, no fueron capaces de ganar y el candidato que deseaban poner como títere, fue afectado por la revelación de la red de trata, al igual que todos sus clientes.

Todo comenzó cuando…

"¿Frederick Crawford logró activar el arma secreta?" Cuestionó uno de los miembros en duda.

Desde que fallaron en el asalto al pentágono por el esfuerzo de los militares las cosas empezaron a ir mal.

Era cierto que se alegraron de que Frederick muriera y más cuando él era un pilar incuestionable, no obstante, ahora suponían que antes de morir, activó el arma secreta.

Habían creído que era un arma destructiva que podría vencerlos y en este momento se estaban dando cuenta de que el arma podía ser más misteriosa y poderosa de lo que esperaban.

"¿Activaron algún sistema de vigilancia secreto? Todo parecer ir en nuestra contra. Similar a cuando el Dios del Tiempo y el Espacio delató a nuestros miembros." Murmuró alguien en la sala.

¿Fue un sistema de vigilancia cuya potencia era inimaginable lo que les permitió obtener toda la información? Aunque antes sus candidatos subieron al poder y lograron conseguir beneficios e información confidencial, desconocía si ellos le ocultaron algún tipo de arma secreta.

Los Estados Unidos de América era una potencia inigualable que a sus padres le costó infiltrarse y que ahora ellos, trataron de debilitar para intentar hacerse con el poder.

A diferencia de antes del Gran Cataclismo, no todo se trataba de una promesa verbal y el nuevo candidato iba a ser literalmente un títere, controlado por medio de contratos.

Las posibilidades del fallo eran múltiples y entre ellas una resaltaba…

"¿Frederick no habrá pedido ayuda a Karzhal?" Cuestionó uno en voz alta y todo quedo en silencio.

Karzhal, conocido como el 'Enemigo de la Humanidad' fue un jugador de Terra nova que logró convertirse en un Sabio y que consiguió asesinar a dioses siendo un mortal.

Algunos dirían que consiguió todo gracias a la Primordial que muchos temían y sin importar lo que dijeran, él era peligroso.

Para colmo fue alguien que trabajo con ellos y con el cual tuvieron conflicto.

Ese hombre usaba magia antes del Gran Cataclismo y fue alguien que causó muchos problemas para ellos y más cuando era contratado por Frederick para eliminar algunos problemas de la nación.

Si él estaba involucrado…

"No ha aparecido durante dos años. Es probable que el Diablo con el cual hizo el contrato, ya hubiera reclamado su alma." Dijo aquel que estaba en la punta de la mesa.

Nadie deseaba imaginar lo que sucedería si él estaba presente y de cierto modo se preparan para su aparición, enfatizando el título que ahora era conocido.

Eran ellos quienes convencieron a los políticos, pagaron a los medios y prácticamente acrecentaron el rencor hacia Karzhal, llevando a que ahora se llamara 'Enemigo de la Humanidad'.

La humanidad de la tierra.

Estaban en el año 2030 y Karzhal no había aparecido… Ese era el único alivio.

"Aunque hemos fallado en tomar el control de Estados Unidos lo hemos debilitado lo suficiente como para que les cueste levantarse." Dijo quien lideraba el grupo y con calma, añadió. "Incluso si las Organización de las Naciones Unidas ha estado perdiendo miembros, este último mes hemos recuperado parte de nuestra influencia. Solo falta dirigir la imagen como siempre hemos hecho."

Fallaron de eso no había duda, no obstante, al debilitar al gobierno y la nación les facilitó a ellos la posibilidad de extenderse.

En cuanto a las Organizaciones de las Naciones Unidas, gracias a que durante este mes de octubre hubo un aumento de la densidad de energía mágica, esa organización pudo mostrar su apoyo.

Enviando equipos de alto rango a las diferentes naciones miembros que lo necesitaban, apoyando a los gobiernos y recuperando parte de la imagen gracias a un profundo financiamiento de los medios.

Tenían competidores como la Iglesia del Tiempo y el Espacio cuyo poderío cada vez crecía enormemente y la Iglesia del Orden que afianzaba su poder con seguridad.

Sin embargo, no todo era negativo, ya que la Empresa Cosmos que estaba causando percance en los negocios, estaba preparándose para construir una ciudad en medio del mar.

Un proyecto que les quitaría dinero y tiempo como para que ellos salieran beneficiados.

"Mientras mantengamos la calma y la unión, podremos…"

Justo cuando el líder estaba por hablar todo el grupo frunció el ceño cuando el calor aumentó y luego se levantaron de sus mesas, al ver la luz detrás de las puertas por donde habían venido.

Mirándose entre ellos sintiendo una horrible premonición, el líder se levantó y se acercó a la puerta, abriéndola por completo.

Revelando del otro lado un desierto y ellos estaban en medio.

******

En el Desierto de Mojave en Estados Unidos, una grieta se formó sutilmente y desde ese lugar cientos de criaturas comenzaron a salir.

"Oh, no. Son demasiadas. ¡Las autoridades no pueden encargarse de todo!" Exclamó una voz infantil.

Agatha que observaba, percibió el pánico y miedo de la voz.

La densidad de energía mágica de este sitio aumentó llevando a que los elementos se descontrolaran y el calor aumentara.

Desde esa grieta que fue formada múltiples bestias, criaturas y mayormente monstruos corruptos por el Caos estaban saliendo, provenientes del vacío.

Varias de las criaturas que salían eran de rango S que empezaban a extenderse por el desierto, rugiendo con ira y locura.

Las autoridades no podrían encargarse de todos y era probable que ella tuviera que arriesgarse para eliminar a todos, pero no era necesario.

"Oh, al parecer enviarán al primer bombardeo." Murmuró Jezabel sonriendo mientras observaba con una sonrisa.

Los monstruos corruptos y grotescos se movieron en dirección de un edificio, que apareció en este lugar.

Eran el grupo que organizó la guerra civil y eran quienes controlaban la Organización de las Naciones Unidas y eran los dueños de la red de trata, cuya revelación causó tanto furor.

Era uno de los grupos más poderosos de este mundo en cuanto influencia, poder y dinero.

Ahora cada miembro de este grupo secreto estaba corriendo huyendo de las bestias y Agatha en calma vio como los monstruos, los atrapaba destrozando sus cuerpos.

Así de fácil fueron eliminados un grupo secreto que permaneció oculto durante años y que llevaba moviéndose durante décadas.

Cada nación tenía sus fuerzas de influencia, algunas más secretas e importantes que otras y a diferencia de todas ellas, este grupo estuvo lo más cerca de tener una influencia mundial.

*Boom*

Un grupo de aviones caza voló por el cielo a una alta velocidad y en medio lanzó sus misiles, golpeando las criaturas.

Para la sorpresa de Agatha, las criaturas de rango S soportaron el impacto y enfurecidas, gruñeron lanzando ataques a distancia.

Algunas de esos monstruos tenían afinidades elementales y Agatha pudo ver lanzas de fuego, cañones de agua, rocas gigantes y torbellinos de viento volando al cielo.

Fueron los últimos lo que viajaron más rápido y los aviones esquivaron, pudiendo desviarse.

"La tecnología es mediocre. Creí que sería más potente." Murmuró Jezabel asintiendo y entonces haciendo un movimiento con sus manos, los monstruos y los seres vivos se arrodillaron ante ella.

Excepto por algunos que estaban en movimiento y Agatha frunció el ceño, al darse cuenta de que esas criaturas que seguían en movimiento eran misteriosas.

No eran monstruos, sino que eran literalmente criaturas extrañas con diferentes colores de pieles y Agatha frunció el ceño al ver algunas con piernas o brazos extras.

"¿Qué sucede?" Preguntó Agatha al darse cuenta de que una mariposa de luz blanca volaba hacia ellos.

Esas criaturas estaban cerca de llamarse fantasía al menos visualmente y si uno observaba detenidamente, se daría cuenta de que ni siquiera eran criaturas fisicas.

La mariposa de luz que volaba hacia ellos era la evidencia de que la criatura era algo más profundo de lo que imaginaba.

"Tengo algunos conocidos que deseaban experimentar las armas de los terrícolas." Respondió Jezabel y señalando a miles de insectos que brillaban como si estuvieran de noche y que estaban volando, reveló. "Esa es Tissaia y por ahí debe estar esa niña adicta al conocimiento."

Agatha que observaba desde una pequeña elevación de tierra abrió su boca comprendiendo y a la vez no asumiendo lo que estaba viendo.

Era imposible no conocer el nombre de la Diosa de los Espíritus, de la Noche y de la Luna, que era adorada en el Imperio Lunar.

Era ingenuo creer que ese tipo de entidad no podría caminar en la tierra cuando Jezabel estaba presente, pero… Imaginaba que era un asunto de Primordiales y que no cualquiera podría hacerlo.

Tratando de controlar su rostro mientras la mariposa de luz blanca se acercaba equilibrando los elementos y convirtiendo a los monstruos en criaturas normales, Agatha la identificó.

"Descansa tranquila, niña. Ellos son curiosos por naturaleza, sin embargo, no intervendrán más de la cuenta y en esas formas no pueden hacer demasiado." Dijo la mariposa con una voz agradable y carismática, entonces mirando a Jezabel, que sonreía, añadió. "Incluso los niños más problemáticos son obedientes."

Una voz agradable que sonaba parecida a la de una mujer mayor y amable cuya experiencia en la vida era abrumadora.

La calma y la elegancia, junto al equilibrio de la voz tan atractiva, provocó que Agatha no supiera como sentirse.

"Son niños capaces de destruir a todos los humanos y todo este mundo." Respondió Agatha sin ocultar la seriedad en su voz.

Esas entidades no podían ser llamadas como 'niños' y menos cuando eran capaces de ejercer un poder abrumador.

Cualquiera de ellos era una amenaza para la tierra.

"Aunque pueden intentarlo, no significa que puedan lograrlo. Incluso sin la intervención de dos individuos problemáticos, siempre hay equilibrio… Hay Orden." Anunció la voz brillando con sutilidad y sin ocultar su delicadeza, reveló. "No importa cuánto intenten entrar, al menos que los humanos le abran la puerta, únicamente podrán ingresar en medidas que pueden ser tratadas ya sea por los terrícolas o por aquellos que se debilitan cada día."

Un orden natural y equilibrio universal, en donde entidades de inconmensurable poder eran incapaces de entrar, sin la ayuda de mortales.

Y aquellos que vendrían lo harían como los que estaban aquí, tomando formas distintas, suprimiendo sus poderes y dividiendo sus voluntades en encarnaciones temporales.

"Y, aun así, hay excepciones." Murmuró Agatha observando a Jezabel que estaba sacándose fotos con las criaturas.

Una de las excepciones a ese supuesto equilibrio del que la mariposa hablaba.

"No son excepciones, son parte del orden natural." Respondió la mariposa y observando a la niña, que estaba fotografiando a otras criaturas, añadió. "Por más problemático que ella sea. Representa lo que es… Caos y Destrucción, sin embargo, también el Fuego del resurgimiento."

Jezabel era alguien capaz de planear y apoyar la caída de una nación, detenerla y como se le ocurrió la idea, probar las armas humanas.

Era destructiva y caótica siendo capaz de cambiar de opinión con rapidez y, aun así, sus acciones siempre abrían paso a algo nuevo.

A diferencia de antes de la guerra civil estadounidense, en este momento las naciones se dieron cuenta de lo problemático de las restricciones y ahora estaban buscando llegar a un acuerdo con los usuarios de habilidades.

Mientras que aquellos usuarios de habilidades estaban queriendo alejarse del título de jugadores, al darse cuenta de que nombrarse como ellos era mal visto.

"¿Y qué hay del otro?" Preguntó Agatha observando a la mariposa.

Sabía que estaba hablando con uno de los pesos pesados y ella era la tercera entidad con mayor poder que se encontraba.

La mariposa se quedó en silencio y…

"Ni siquiera ella lo sabe. No te dejes convencer por su voz madura y llena de experiencia de la vida. Ni por su actitud. Ella tiene una devoción única por su hermano mayor." Dijo Jezabel y riéndose, explicó. "La última vez que hubo una devoción de ese tipo nací yo."

Los Primordiales que nacieron primero se llamaban hermanos entre ellos, tal idea era lo que mencionaba la mitología y había una excepción.

La Diosa Primordial de la Destrucción y el Dios del Caos, que terminaron saliendo y dieron luz al Diablo Inmortal.

Estaba señalando el lado incestuoso de los primordiales y aunque Agatha no era capaz de percibir rastros de la mariposa de luz, sin duda percibió que hubo molestia.

"No seas tímida. ¿No quieres cuidar a tu hermano mayor? El pobre está ocultando algo y está muy perdido. Me pregunto qué clase de futuro ha visto que lo ha puesto de ese modo." Dudó Jezabel y riéndose, añadió. "Al menos de lo que estoy segura es que ese futuro no me involucra a mí."

La Diosa de la Destrucción y el Caos, una poderosa Primordial que era tratada como una de las entidades más poderosa desde el inicio de los tiempos, estaba asegurando que lo que fuera que llevara a que Aión actuara raro, no era ella.

"Todos hemos vivido por primera vez, incluso tú has actuado extraña. Actuando como una niña enamorada, mostrando una actitud y personalidad, que no se asemeja a ti." Señaló la mariposa sin verse perturbada.

Agatha que estaba en medio de ambas, se dio cuenta de que a diferencia de lo que esperaba, el Orden y el Caos no se llevaban tan mal.

La respuesta de la otra parte fue…

"¡Obvio que sí! ¡El amor de Karzhal me ha vuelto una buena persona!" Exclamó la niña riéndose con diversión.

Agatha soltó un resoplido que fue recibido por una risa.

Por más que actuara de modo infantil no quitaba lo que era ni el peligro que representaba.

Observando como los monstruos estaban arrodillados mientras por sus lados pasaban verdaderas criaturas cada vez más extrañas que entraban por la grieta, Agatha frunció el ceño.

"No te lo tomes a mal. Ellos están aquí para experimentar por primera vez. Algunos nacen en esta posición y otros la alcanzan, pero ambos llegado un momento pierden el aprecio por la vida y se aburren. Y entre más viejo somos, más aburrido estamos." Dijo la mariposa y en calma, señaló. "Y por más aburridos, peligrosos e indiferentes que seamos buscamos ese algo que nos llene… Nos completé."

Una Diosa Inmortal tras incontables espectáculos que buscaba entretenerla encontró un hombre que terminó amando, que la divertía y la sacaba de su aburrimiento eterno.

Que la llevo a relacionarse y a convertirse en una niña que era capaz de actuar de modo juguetón, cuando probablemente jamás lo había hecho.

"¿Entonces los terrícolas somos objetos que vienen a ver y si les gusta alguno, llevárselos? ¿O animales en un zoológico que vienen a observar? Tal vez si le guste, pueden llevarse a uno como mascota." Respondió Agatha sin ocultar la frialdad que llevaba.

Jezabel le dio una mirada y sonrió adorablemente, sin molestarse por su respuesta.

Hizo parecer que trataba a su propio hijo como una mascota que esa Primordial encontró y se lo quedó, pero se estaba refiriendo a esas entidades que estaban presentes, buscando experimentar nuevas experiencias.

Y entre esas entidades estaba su nuera, queriendo experimentar la cercanía familiar y lo que significaba ser nuera y seguramente cuñada.

"No, no se trata de mascotas ni de objetos. Aunque algunos pueden verlo de tal modo." Dijo la mariposa y observándola, explicó. "Los Dioses no somos diferente a los mortales ni a los humanos que nos adoran."

Su voz sonaba tranquila sin estar molesta por lo que ella mencionaba y en esa calma, continuó.

"Tenemos deficiencias y fallos, cometemos errores y a veces tratamos de hacer lo que creemos correcto o llenarnos de sensaciones que dan la impresión de completarnos. Llevando a que experimentemos nuevas sensaciones probando armas, experimentemos el amor o la vida mortal." Contó la mariposa y en calma, agregó. "Y aquí están experimentando por última vez, algo que tal vez durante años no puedan volver a experimentar."

Estaba tratando de señalar que no había diferencia entre un mortal que buscaba placeres y experiencias a un Dios que, llegado un momento, buscaría lo mismo.

Sin embargo, las palabras finales mostraban un hecho que Agatha no se había dado cuenta o al menos no había estado segura.

¿Por qué los Dioses Infernales u otros dioses demoniacos, malignos o malvados de Terra nova no respondían a las plegarias de la tierra?

Si bien algunos dioses como la Diosa del Conocimiento daban respuesta, otros no la daban y era más evidente para los Dioses Infernales.

Seres adorados con tanto fervor en Terra nova y quienes tenían otros dioses bajo su mando, que eran adorados con un fervor similar.

Tales individuos problemáticos que estarían contento por ver sangre, destrucción o muerte, no habían dado una respuesta hasta ahora.

Todos los rituales habían fallado y los que tuvieron éxito, fueron aquellos centrados a esos nuevos nombres que aparecían.

Rituales que fueron contestados por entidades desconocidas mientras aquellas entidades reconocidas de Terra nova, no respondieran.

Y ahora probablemente estaban aquí.

"Así que se les prohibió inmiscuirse en la tierra. Creí que ellos dos atraerían a muchas polillas deseando acercarse a ver que estaban haciendo dos Primordiales." Murmuró Agatha y mirando a las criaturas, añadió. "Espero que ellos se diferencien de los mortales o este mundo se iría a la mierda."

Dos Primordiales estaban involucrados en la tierra, para Agatha tal hecho significaba que múltiples entidades tratarían de acercarse.

Algunos para tratar de ayudar, otros para causar problemas e incluso habría entidades que buscarían conocer cuál era la razón por la cual ellos estaban aquí.

Y, sin embargo, al menos la mayoría de los problemáticos no lo hicieron y el único problema era que si ellos eran como los humanos, entonces podían cambiar de parecer, buscar lagunas o modos de hacer lo que deseaban.

"No es que me moleste que intervengan en este mundo, pero algunos exageran y pueden causar problemas. Así que prefiero que se limiten, lo suficiente como para que cuando el mundo sea destruido, yo pueda decir que no fue mi culpa ni de nadie que me sigue." Respondió Jezabel riéndose sin ocultar su adorable voz.

Estaba señalando que aquellos que la adoraban y la seguían no actuarían en medidas que buscaban causar destrucción al mundo, pero sí podrían actuar con sutilidad.

En cierto sentido era un alivio y Agatha lo mostró respirando con tranquilidad.

"Para ser una persona pesimista que piensa mal de los humanos, es extraño que muestres alivio." Dijo la mariposa y brillando con sutilidad, dudó. "¿Cuál es la razón que te hace querer ayudarlos?"

Hace un momento mencionó que si los dioses eran iguales que a los terrícolas de este mundo entonces el mundo tenía un pésimo destino.

Sin embargo, incluso con esa idea, siguió sintiendo alivio y en cierto modo siguió apoyando a este mundo y aunque con métodos que otros no podían estar de acuerdo, ella seguía esforzándose.

¿Fue por su esposo? Le gustaba verlo a él feliz y apoyarlo en su afán de ayudar, pero sobre todo tenía razón.

"Lo hago por el futuro… Por mi hija." Respondió Agatha y observando a la mariposa, agregó. "Puedes verlo como si lo hago por la siguiente generación."

Estaba queriendo dejar un buen mundo para su hija y aunque era una niña, deseaba que ella viviera en un lugar agradable.

Era imposible decir que sería un mundo perfecto, pero sin duda no iba a ser un mundo arruinado.

Agatha deseaba que fuera un mundo lo suficiente agradable, como para que su hija tuviera una vida normal.

O lo más normal que cambios mágicos podrían traer.

"Por la futura generación." Murmuró la mariposa y al ver que un misil viajaba desde lejos, añadió. "Ellos siempre merecen vivir un mundo agradable o al menos tener la posibilidad de cambiarlo."

Justo a sus palabras ella aleteó arrancando cientos de kilómetros de la realidad y Agatha al escuchar esa amable voz, sonrió.

Aunque a veces no tomaba las mejores elecciones, Agatha estaba de acuerdo que le gustaría que su hija viviera en un mundo agradable y si no lo era, al menos que tuviera la posibilidad de cambiarlo.

Al ver que el misil se acercaba, ella se relajó al estar entre seres con un poder inimaginable.

Por más problemática que fuera Jezabel queriendo probar lo que significaba ser atacado por un misil nuclear, Agatha se preocupaba por las repercusiones.

Y ahora supo que había alguien que podía volver todo a como era antes... Alguien traería Orden evitando cualquier alteración y consecuencia que un misil nuclear causara.

Observando el misil que se acercaba cada vez más, un pensamiento vino a su mente.

Esperaba que su hija no tuviera que inmiscuirse ni tratar con estas entidades… Al menos hasta que fuera lo suficiente mayor, como para soportar lo ilógico y extraordinario que era conocerlos como si fueran cualquier persona común.

******

Antón que observaba las noticias frunció el ceño mientras estaba en la isla con su hija en sus brazos.

"A pesar de que hemos lanzado un ataque nuclear a la nueva grieta que ha aparecido, la Luz de Plata ha tratado las consecuencias y hemos logrado superar este duro mes." Dijo el Presidente de Estados Unidos y sin ocultar su solemnidad, reveló. "Nos queda un duro camino por delante, pero avanzaremos. Juntos, como una nación y como terrícolas."

Una grieta apareció lo suficiente peligrosa como para que las autoridades tuvieran que lanzar un ataque nuclear y fue gracias a la Luz de Plata, que las repercusiones fueron evitadas.

Las grabaciones de la luz de plata cubriendo y eliminando las repercusiones de utilizar una bomba nuclear fue evidente y el gobierno dispuso a todo un equipo para encargarse de los problemas.

Algunos hablaban que la rapidez con la cual lanzaron un misil fue para prevenir una grieta que podría haber causado una destrucción total y otros hablaban de que estaban realizando pruebas de armas.

Antón sabía que eran ambas… Al menos, por lo que su esposa le contaba superficialmente, estuvo claro que ella tenía una compleja tarea a su espalda.

Soportar la carga de atender entidades, que probablemente no cualquiera podría soportar.

Escuchando un ruido de la puerta, Antón observó la entrada sin verse alterado.

"Espera aquí, cariño." Dijo Antón a su hija que estaba tratando de dibujar la figura de su madre rodeada de luz plateada.

Riéndose por su adorable niña que estaba tan concentrada, él se movió a la entrada y la abrió, observando a los invitados.

"¿Necesitan algo?" Preguntó Antón al mirar al hombre del otro lado.

Elerius Trenus un dirigente de la Empresa Cosmos, quien estaba trabajando actualmente como CEO de la empresa.

Y ahora estaba aquí con un barco y varios expertos, preparando lo que sería la nueva base para la futura ciudad que deseaban construir.

"Vengo a disculparme por si siente temblores. Nuestro barco estará desembarcando la infraestructura para la construcción." Dijo Elerius en una ligera inclinación.

Antón observó al barco a lo lejos y también a la figura que miraba desde arriba.

"El dueño está aquí…" Murmuró Antón con seriedad.

"Si. El joven maestro se ha interesado por llevar a cabo la construcción y ha decidido acompañarnos." Respondió Elerius señalando al Sabio Lucius que estaba empleando varios drones.

Esos drones estaban moviendo enormes cajas a una extensión de tierra y estaba tratando de levantar más tierra para construir la isla.

Lo que antes era difícil de construir, en la actualidad con magia era fácil y esos drones capaces de usar magia de tierra era la prueba.

"¡Papa! ¡Mama ha vuelto! ¡Dijo que íbamos a buscar nuestro nuevo hogar!"

La voz de su adorable hija que cada vez era hablaba mejor, mostrando su desarrollo, fue escuchado y Antón dio una sonrisa de disculpa.

"Pueden hacer todo el ruido que lo deseen. Traten de no dañar la mansión." Dijo Antón dando una sonrisa.

Estaba feliz ya que su esposa había prometido que se mudarían a Londres para que Aurora pudiera salir más a menudo y disfrutara el mundo.

Alejarse de este lugar era lo mejor y aún más cuando, a su alrededor se estaba construyendo una ciudad.

"Por supuesto. Es imposible que dañemos la primera mansión." Dijo Elerius dando una sonrisa de despedida.

Antón también se despidió, asintiendo con calma.

Esta era la mansión de su hijo y aunque no estaba de acuerdo con la mayoría de sus acciones, esperaba que cuando volviera tuviera un lugar para que residiera.

Sabiendo que aquí siempre tenía un hogar y una familia.

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