En una sala en el cuartel militar de Zerzura, Andrés observaba a tres figuras holográficas que estaban en silencio mirándose.
Una de ellas era la inteligencia artificial y el núcleo del sistema de protección de Zerzura, Atenea y la otra era Minerva, quien al parecer fue uno de los apoyos constantes en el Séptimo y Décimo Portal Abismal.
Ambas figuras holográficas se veían traslúcidas y no mostraban rastros reconocibles en sus figuras, muy diferente a la tercera figura pequeña cuya apariencia era realista, mostrando de todo, excepto su rostro.
Luna estaba comunicándose con las entidades más cercanas a su forma de vida, inteligencias artificiales diseñadas por un Sabio que buscaba que las máquinas adquirieran conciencia propia.
"Se siente incómodo." Murmuró Liam y al recibir su mirada, añadió. "Ya sé que están intercambiando información a una velocidad aterradora. Aun así, sigue siendo incómodo."
La única razón por la cual se proyectaron fue para que tanto él como Liam supieran que se comunicaban.
"Pensé que estaría acostumbrado. Ya sabes, mayormente pasamos conectados a nuestras inteligencias artificiales todo el tiempo." Señaló Andrés al observar al hombre.
"Si y a pesar de que a veces me quedo mirando a la nada trabajando, en las comunicaciones siempre me lo tomo con más calma." Respondió Liam y con una sonrisa, explicó. "Como si estuviera hablando por reloj holográfico."
Lo incómodo no era el modo que se comunicaban, sino que se quedaran tiesas en sus lugares, como si no estuvieran haciendo nada.
"Es difícil entender como ellas ven el mundo y lo agradable es que no tienen que adaptarse a nosotros." Respondió Andrés sin inmutarse.
Cuando él utilizaba su habilidad, las redes eran datos que pasaban por su cabeza con cierta velocidad, pero esos datos tenían una imagen virtual, que lo ayudaba a guiarse.
Atenea y Minerva eran entidades que nacieron en este mundo y si bien Luna también nació de esta forma, luego obtuvo los recuerdos de su vida pasada y tal vez ella era la única que podía detallar ambos mundos.
—Atenea le gusta ser directa y se comunica a una velocidad considerable, sin detener su trabajo con Zerzura. Por otra parte, Minerva le gusta centrarse en un tema, encargándose de otras tareas de forma paralela. —Comunicó Minerva y al comprender su duda mental, explicó. —En mi caso, mi mente siempre trabajo más rápido e incluso como Quoariana, solo que por bastante tiempo mi cuerpo era un limitador.
Estaba detallando las personalidades de esas dos inteligencias artificiales demostrando que no eran tan simple como cualquiera podía pensar.
A la vez que respondiera a su duda antes de que la expresara, era su modo de mostrar la manera que se comunicaban.
Que su mente veloz fuera limitada por su cuerpo físico, fue una de las razones por la cual desarrollo el método para pasar su conciencia a una forma de vida virtual.
—Si deseas puedes volver. Estaré conectado contigo y me comunicaré con ellas para aprender de su experiencia. —Añadió Luna con claridad.
—No necesitas estar a mi lado. —Murmuró Andrés en respuesta, pero luego suspiró al no recibir respuesta.
Para alguien que no estaba limitada por un cuerpo, Luna podía estar comunicándose con él y a la vez encargándose de recibir la enseñanza de sus nuevas compañeras.
"Volveré al edificio." Avisó Andrés a Liam que había dejado de prestarle atención y estaba chequeando unos paneles.
Esta sala del cuartel militar era una oficina privada de mando y estaba equipada para encargarse de varios temas de seguridad de la ciudad.
"Utiliza el portal militar." Señaló Liam antes de que se retirara y con calma, recordó. "¡No te olvides que más tarde tenemos una partida con Serena!"
Andrés que se estaba retirando le dio un pulgar en alto mientras salía del edificio.
Ayer mientras todos estaban en batallas de duelos, él estuvo con Liam y mientras dejaba que Luna se comunicara con Minerva que estaba en manos de Aurora, ambos jugaron con Serena.
A pesar de que estaba bajo el mando de Fausto en Rumania, la realidad era que seguía trabajando para Serena y a la vez para Lucius.
Extrañamente, esos 'juegos' eran parte de su trabajo.
"Espero que cuando me independice no sea un jefe tan extravagante." Murmuró Andrés con honestidad.
A cada momento seguía aprendiendo todos los temas necesarios como alguien que trabajaba para una red de información recientemente fundada y gracias al elixir, también estaba mejorando.
Tal vez no era como Clémentine, Érica o Nicole, aun así, su destreza en asuntos virtuales era alta, incluso sin el apoyo de sus inteligencias artificiales y drones.
Para su lamento, no importaba cuánto conocimiento tuviera o cuan hábil se volviera como un 'guerrero virtual', en este mundo la fuerza se categorizaba por un poder real.
Agradeciendo al encargado del portal en el sótano, Andrés al entrar pudo ver que el espacio se retorcía y en unos segundos, llegó al portal en la casa de Aurora y Alice.
"…"
Al continuar a la sala de entrenamiento, la expresión de Andrés se congeló ante la escena que se presentó al otro lado.
La primera era Érica que estaba tirada en el suelo pálido mientras respiraba de forma jadeante mientras el lancero de hielo estaba parado a su lado, con su lanza ensangrentada.
Esa sangre provino de Nicole, que estaba utilizando un dron de curación viendo como una herida en su costilla, se regeneraba.
El corte tan profundo era visible en esa joven luchadora, cuyo sentido de dolor, ya no era normal.
Luego estaba Clémentine en una posición de meditación tan serena que daba la impresión de estar inconsciente y en otro lado estaba Alice agitando sus brazos negros para todas partes, golpeando la nada misma.
Leslie que estaba usando unos escáneres y disparando a direcciones al azar, tan solo para que la bala se detuviera, solo era un añadido extra de rareza a toda la situación.
"¿Interrumpo algo?" Preguntó Andrés al caminar por el área.
"No. Ven. Estamos tratando de atrapar a Clémentine, específicamente a su conciencia." Respondió Leslie y con calma, añadió. "Solo ignora a Nicole y a Érica acaban de tener un duelo de resistencia."
Podía comprender el duelo de resistencia, ya que era probable que Nicole estuviera probando su dureza y Érica su fuente de energía mágica para mantener su increíble lancero.
No obstante, era otro tema atrapar la conciencia de Clémentine.
"¿Por eso Alice estaba balanceando sus brazos?" Dudó Andrés tratando de buscarle sentido a la situación.
"Esa no es Alice." Respondió una voz de la nada y cuando Leslie desactivó un artefacto, la voz comentó. "Según la respuesta de Alice, está probando hasta donde puede controlar su oscuridad."
La figura de Alice se desintegró cuando el artefacto fue desactivado y lo que quedo, fue una masa de oscuridad con la silueta similar a esa glotona, al menos en el tamaño y forma.
Sus brazos negros seguían balanceándose a su espalda como tentáculos extraños y toda la escena se sintió…
"Perturbador, ¿no? Por eso la ocultamos con un artefacto de ilusión." Respondió Leslie y observando la figura de oscuridad, añadió. "Incluso si intentas captar su presencia, se siente similar, excepto por su imagen."
Andrés asintió.
Dio la impresión de que era similar a la forma de guerrero que Alice de vez en cuando utilizaba en su enfrentamiento, solo que más pequeña de tamaño, compacta y creada a partir de oscuridad.
"Es increíble." Respondió Andrés, no solo impresionado, sino que en un sentido literal de la palabra.
"La conciencia, mente o alma de Clémentine debe estar literalmente flotando a tu alrededor y ese lancero de hielo es una copia exacta de un individuo y está consciente." Murmuró Érica levantándose y al recibir las miradas de todos hasta del mismo lancero, explicó. "Desde que copiaron mi mente en una réplica y me pregunte a misma si estaba viva, no me parece extraño si Alice llega a clonarse."
En respuesta una fuerza psiónica de color púrpura se manifestó dando un emoticón con una sonrisa en el aire y el lancero de hielo asintió con la cabeza.
¿No era broma que estaba tratando de atrapar la consciencia de Clémentine? Tal rareza era comparable a las palabras de Érica, que, si estaban acertadas, entonces eran ciertamente sorprendentes.
Un lancero de hielo consciente... Andrés no tuvo ni la menor idea de cómo algo como eso podría ser posible.
"En realidad, creo que no es tan raro pensar que Alice pueda clonarse."
Una voz vino de repente y antes de que se dieran cuenta, una tigresa apareció desde el centro del lugar y mientras caminaba a la figura de oscuridad, se detuvo.
"Su oscuridad es una puerta a lugar profundo, en donde ella y la oscuridad que controla se hallan. Tal puerta le permite controlar su oscuridad a larga distancia o conectar dos puntos diferentes a varios kilómetros de distancia. Mi suposición es que una vez que ella se asimile con la oscuridad, no tendrá límites en la distancia. Permitiendo clonarse… O moverse al otro lado del mundo mientras se divida." Informó la tigresa sorprendiendo al grupo y sin detener su cola que se balanceaba, añadió. "Con su sentido de sí mismo, su avance que no para y su voluntad, es probable que…"
"Hablas demasiado."
Antes de que la tigresa siguiera dejando salir sus pensamientos como si de un análisis de un mago se tratara, la figura negra dejó de mover sus tentáculos y cuando la oscuridad retrocedió, la figura de Alice quedo revelada.
La mirada fija que le daba a la tigresa, sin duda sería considerada como amenazante y la ligera presión que liberaba, solo confirmaba la amenaza.
La tigresa que fue presentada como Amnestria, la Reina del Bosque mágico, inclinó la cabeza por unos segundos y a pesar de que estaba en un tamaño mediano y asintió como si se diera cuenta.
"Ellos no lo saben." Afirmó Amnestria y bajando su cabeza, añadió. "Me disculpo. Pensé que eran amigos."
La disculpa era sincera y conectó la idea de que la amistad también significaba conocer los secretos del otro.
El silencio de Alice en respuesta, causó que la atmósfera se volviera tensa y…
"Incluso los amigos mantienen secretos." Interrumpió Nicole levantándose y tensando su cuello, agregó. "Somos amigos por los valores, la historia, el respeto y el cariño que compartimos. No por los secretos, los beneficios o los intereses."
¿Qué clase era la amistad de su grupo? Una que comenzó al venir a este lugar en el cual compartieron no solo una historia, sino que aprendieron los valores del otro y finalmente respetaron a sus compañeros.
Hasta el cariño era algo que estaba presente en algunos casos y Andrés lo supo mejor que nadie, cuando fue atacado por la mafia y todos se acercaron para ayudarlo o ver como estaba.
Fue por tal razón, que él y los demás asintieron sin dudarlo.
"Creo que puedo entenderlo. Gracias." Respondió Amnestria bajando su cabeza.
Tal bestia era poderosa y su actitud fue reservada durante su estadía, dejando en evidencia que no era buena para interactuar.
Ahora se sintió como si estuviera profundizando en las prácticas de su grupo, comprendiendo poco a poco lo que significaba la amistad para ellos.
En este caso, el grupo sentía curiosidad por Alice, pero no preguntaron sabiendo que era un tema que no quería hablar y fue igual con el hecho de que él dijera que Luna tenía su apellido.
"Al final no importa. Es mejor que dejen de hacer lo que están haciendo y se preparen." Interrumpió Alice y sonriendo al mirarlo a todos, comentó. "Aurora está invitando a nuestros padres y mi madre es conocida por ser… Problemática."
¿Sus padres? Si algo tenía Aurora y Alice era que no hablaban de sus padres y era muy raro que se hablara de ese tema.
Era hasta el punto de que no sabían si tenía otros familiares.
¿Cómo debían comportarse? Andrés notó como Érica se arreglaba un poco antes de deshacer su hechizo de lancero, para tratar de parecer un poco más respetable.
"El preparativo no es en apariencia. Dudo que les interese." Dijo Alice y cuando todos miraron, abrió su boca y…
"Sin spoiler." Una voz se escuchó por todo el lugar y entonces, el espacio se distorsionó y una joven mujer apareció.
En su veintena, una figura agradable a la vista y de cabello negro con ojos oscuros que lograban ser algo tranquilos, similar a Alice… No, era similar a Aurora al menos en algunos rasgos.
Sin embargo, en cuanto a mirada estaba más cerca de Alice que de Aurora.
Si Andrés tuviera que elegir como describirla seria…
"Soy la hermana de Aurora y Alice." Saludó la joven con una sonrisa.
Por su apariencia y la edad, sin duda parecería la hermana de ambas, sin embargo, la forma que Alice agitaba su cabeza, dejó en evidencia que no lo era.
Antes de que esa joven mujer pudiera seguir, un portal apareció y Aurora junto a Akira avanzaron, la primera con una expresión seria.
"¡Madre por favor no engañes a mis amigos!" Pidió Aurora con la mejor expresión que pudo dar.
¿Madre? ¿Esa joven mujer era su madre? Andrés dio la expresión más aturdida que había dado en su vida, pero luego la superó cuando vio a un hombre saliendo del portal.
Era un hombre alto, grande y musculoso con una barba ordenada y un cabello corto bien peinado.
No importa los cambios en su cabello o barba, todos reconocieron a ese hombre y que Nicole se frotara sus ojos, creyendo que estaba en un sueño fue la prueba.
"Gracias por estar al lado de mis hijas." Dijo el hombre y caminando al lado de la joven mujer, sonrió de forma amable y comentó. "Antón Campbell. Un gusto conocerlos y me disculpo si mi esposa le has dicho algo."
Campbell… El apellido de Aurora y Alice no era raro y nunca tuvo tanta importancia, incluso cuando dos leyendas llevaban el mismo apellido.
Es más, nunca pensaron que podrían estar conectados con dos leyendas y la razón era simple… Sonaba demasiado irreal.
Tan irreal como si alguien dijera que era familiar de algún dios, no tenía sentido.
"Todavía no he hecho nada. En realidad, estaba comenzando." Dijo Agatha y liberando una onda de energía mágica que tragó toda la sala, difuminándola en su totalidad en un espacio irreconocible, anunció. "Tengamos un juego de presentación. Todo su grupo en nuestra contra. Sobrevivir o ser atrapado."
Andrés que estaba flotando aterrizó en una selva con suavidad y mientras seguía aturdido, escuchó una voz a su alrededor.
"El que no quiera puede decirlo y lo enviaré a casa, sin embargo, desaprovecharan la oportunidad de enfrentarse a dos rangos SSS." Avisó la voz de la Luz de Plata.
¿Ya eran rangos SSS? A pesar de que sabía que habían vuelto, Andrés no pudo evitar su sorpresa ante la revelación y al igual que pudo captar la oportunidad.
"…"
Fue cuando una presión se extendió por todo el lugar, haciéndolo temblar de pie a cabeza que Andrés finalmente despertó en su totalidad de su aturdimiento y dio una media sonrisa.
Con tan solo sentir la presión que lo amenazaba con aplastarlo, pensó en la advertencia de Alice para los preparativos.
No importa cuánto tiempo tuviera, era imposible prepararse para esta situación.
******
Sobrevivir o ser atrapado.
Literalmente a momentos de conocer quiénes eran los padres de Aurora y Alice, fueron movidos a un bosque desconocido, para sobrevivir.
El problema eran las presencias que se extendían por el área y que evidenciaba que en contra quienes debían sobrevivir eran un par de rangos SSS.
Clémentine que se había ocultado y estaba flotando en su forma de conciencia, se desplazó por el bosque con una expresión solemne.
Su cuerpo estaba ocultó lejos de su posición y ahora estaba buscando a sus compañeros para reagruparse y a la vez se encontraba explorando el área.
No tenía la menor idea porque la Luz de Plata comenzó este juego.
Tal vez era para ver sus habilidades, quizás para probarlas o era su manera de romper el hielo, al final daba lo mismo.
No todos los días, tenían la posibilidad de conocer a dos leyendas que como si fueran poco, les revelaron que eran rangos SSS a pesar de que el mundo todavía no lo sabía.
Y tal como había mencionado la Luz de Plata, esta era una oportunidad de probarse y Clémentine no deseaba desperdiciarla.
Conociendo a sus compañeros, ellos tampoco lo harían y fue por esa razón que ahora estaba explorando.
Moviéndose por el terreno sin ser perturbada por los árboles, Clémentine que se había adaptado a moverse de esta forma, pudo escuchar ruido que venía desde lejos y aceleró al lugar.
Ocultándose creyendo que un par de rangos SSS la podría descubrir, ella flotó entre los matorrales verdes y captó a quienes estaban causando ruido.
"Señor, ¡lo admiro demasiado!" Exclamó Nicole al frente de un hombre que media dos metros.
El Gigante de Acero que había crecido a diferencia de cuando se presentó, estaba al frente de Nicole, que tenía las mejillas rojas de emoción y fanatismo por la leyenda, quien dio una suave sonrisa.
"Perdón por lo sucedido. A veces mi esposa se deja llevar." Respondió Antón y observando a la joven, agregó. "Aunque estoy de acuerdo, que para ustedes esta puede ser una oportunidad. Así que, si lo deseas, puedo darte ventaja para huir."
Se notaba arrepentido porque la Luz de Plata actuara, pero a la vez estaba participando y ahora le estaba diciendo a Nicole que si no huía la enfrentaría.
La respuesta de Nicole, que creía que estaba en un gran sueño fue…
"No se preocupe, señor. No huiré. Es imposible hacerlo de un enemigo que me supera." Respondió Nicole y posicionándose mientras su conjunto de combate la cubría, anunció. "Y tampoco necesita limitarse. Sera un honor luchar y ser derrotada por usted."
La mirada solemne, su forma de posicionarse y la sonrisa alegre que daba, causó una impresión única en Clémentine y a la vez orgullo.
¡¿Cómo no podía estar orgullosa de tener una amiga con tanto coraje?!
"Esa es una excelente actitud." Respondió Antón y liberando su presión, anunció. "Respeto tu intenso deseo de luchar y si bien me contendré, no lo será totalmente."
Una gigantesca presión cayó sobre todo el lugar, como si un gigante hubiera aparecido de repente, observándolos y suprimiéndolos.
Clémentine cayó al suelo a pesar de que su forma ni siquiera era física y pudo sentir la opresión, que hasta le impidió controlar la energía psiónica por segundos.
¡La estaba suprimiendo literalmente!
Fortaleciendo su cuerpo traslúcido, ella volvió a levantarse luchando en contra esa opresión que le impedía moverse y actuar, hasta que logró soportarla.
Al girarse para ver a Nicole, la vio a ella arrodillada y si bien su palidez era visible, los ojos y la sonrisa que daba era única.
Tal como se esperaba de la luchadora, se levantó sin deseos de retroceder.
"¡HAAAA!"
Sin dudarlo, Nicole cargó en contra de su oponente y soltó un puñetazo que el Gigante de Acero recibió con su propio puño.
*Boom*
La onda expansiva que se extendió y la forma que Nicole retrocedió fue la prueba que el Gigante de Acero se limitó, no lo suficiente como para ser posible de derrotar, pero si para mostrar superioridad.
Y ambos volvieron a cargar, intercambiando golpes y Nicole en vez de recibir cada puñetazo, cambió de estilo a uno más esquivo, sabiendo que podía ser derribada en unos golpes.
Clémentine que observaba sabiendo que sin su cuerpo presente no podría ser de ayuda, reflexionó sobre lo que era capaz de hacer y luego respiró hondo, antes de mover la energía psiónica que controlaba.
*BOOM*
Justo cuando el gigante de acero estaba por esquivar un puñetazo de Nicole, Clémentine forzó su mente a manipular la energía psiónica y con su telequinesis, evitó que el Gigante de Acero diera un paso hacia atrás.
Un paso era todo lo que se necesitaba y Nicole logró acertar su puñetazo en el pecho de ese alto hombre, causando que la camisa se rompiera.
Había esperado que Nicole, golpeara, pero al ver la fuerza expansiva y la camisa rota, la expresión de Clémentine cambió y se volvió difícil al instante siguiente.
"Un estallido de fuerza impresionante. Estoy sorprendido." Murmuró el Gigante de Acero y sin ocultar la sonrisa, añadió. "Te subestimé… Y a tu compañera escondida."
Los brazos del hombre empezaron a tensarse desde ese golpe y los músculos se hicieron visibles mientras que el cuerpo entraba en modo de combate.
El hombre se puso otra camisa con 'cambio rápido' y cuando estuvo por avanzar, frunció el ceño y torció su cabeza.
"…"
Un corte verde pasó cerca de su cuello y luego con un pasó al costado, esquivó una figura roja que, tras avanzar, se giró y balanceó su espada.
Tres, seis, diez cortes incoloros golpearon al Gigante de Acero que se protegió con sus brazos y Clémentine abrió la boca al ver que los brazos de esa leyenda sangraban por los cortes.
"Lo siento, hija. Fue cosa de tu madre." Comentó Antón al mirar la figura que manejaba la espada.
Los cortes se regeneraron y ese hombre volvió a permanecer indemne, como si nada hubiera sucedido.
Aurora que había llegado le dio una mirada a Nicole, quien sonreía y rodeó su espada de un aura roja.
"Supongo que cuando la invite, supuse que haría algo raro. De igual modo, deseaba enfrentarte en algún momento, padre." Respondió Aurora y posicionándose para actuar, añadió. "Es bueno hacerlo con compañeras a mi lado."
La espada estaba rodeada por un aura roja tan intensa, que fue magnífico y Nicole que se preparó dio una sonrisa, entonces ambas se movieron otra vez.
Aurora esquivó el primer golpe del Gigante de Acero y si bien ese hombre esquivó el corte siguiente, Nicole acertó su golpe.
Clémentine se preparó al darse cuenta de que ambas estaban empezando a actuar.
Si estuviera presente con su verdadero cuerpo podría haber apoyado de manera directa, no obstante, ahora necesitaba ajustarse a lo que tenía y, por ende, buscar darle oportunidades a sus compañeras por más mínima que fuera.
Reuniendo la energía psiónica mientras estaba conectada con el Plano Astral, extrayendo la energía de su cuerpo, ella volvió a usar su telequinesis, esta vez en la pierna del Gigante de Acero.
"¿Uh?"
Buscando que no pudiera pisar el suelo para afirmarse, Clémentine dejó salir un sonido tonto cuando el hombre destrozó su fuera psiónica y pisó el suelo, sin ningún retraso.
"Mal. No trates de controlar su cuerpo, trata de convertirte en una molestia a su paso."
Una voz sonó a su lado y Clémentine que abrió sus ojos, se giró tétricamente tan solo para ver a una joven mujer sonriéndole.
"¿Crees que no podría verte, Clémentine?" Cuestionó la Luz de Plata con una mirada rebosante en energía mágica.
La respuesta que ella dio fue ser tragada por el Plano Astral y Clémentine dejó que su conciencia volviera a su cuerpo, antes de retomar el control total.
Abriendo sus ojos, dándose cuenta de que estaba oculta, ignoró los mensajes en su reloj holográfico y volvió a salir de su escondite, antes de moverse a otro lugar.
No iba a subestimar a un mago y menos a un mago capaz de utilizar múltiples magias como lo era la Luz de Plata.
"Una 'Viajera'. Has heredado el talento de tu madre."
Primero fue una voz que vino de repente de adelante de ella y luego la misma Luz de Plata se manifestó impidiéndole el paso.
"¿Usted conoce mi madre?" Preguntó Clémentine con los ojos abiertos.
Su madre había fallecido cuando era demasiado joven y su padre como su hermano mayor no eran de hablar demasiados, así que estaba un poco sorprendida de que la Luz de Plata la reconociera.
Y aún más sorprendida, al escuchar que su madre era una 'Viajera', cuando esos individuos eran tan raros.
"Sí. Una admirable persona. Cooperamos cuando las dos iglesias lo necesitaban." Respondió Agatha y levantando su cabeza a lo lejos, entre las ramas, dio una sonrisa y ordenó. "Dispara, niña. Dudo que tus balas me hagan algo."
¿Disparar? Clémentine que deseaba conocer más sobre su madre, no entendió a lo que se refería.
Sin necesidad de preguntar, la respuesta llegó en forma de una bala que golpeó la frente de la Luz de Plata atravesando su cráneo y…
Tres balas más golpearon en el corazón, cuello y estómago creando agujeros en la ropa.
"Potencial, talento y coraje para apretar el gatillo. No tiembles, has hecho lo correcto." Dijo la Luz de Plata y regenerando los agujeros en su cuerpo y ropa, tiró caer las balas con su mano y explicó. "En este punto soy más un monstruo que un humano y necesitaran más para huir de mí."
El agujero que estaba en medio de la frente y que dejaba ver un interior azul, fue cerrado en su totalidad y esa mujer siguió como si nada.
¡Aterrador!
"¡Retírate!"
Otra voz vino de repente y Clémentine que había preparado su ataque, retrocedió al controlar su cuerpo con su telequinesis, huyendo tan solo para ver como el lugar alrededor de la Luz de Plata se congelaba por una fuerza psiónica.
"Tranquilas. Necesitamos resistir hasta que Alice o Amnestria vengan para al menos tener posibilidad de ganar." Dijo Akira apareciendo al lado de Érica.
Estaba utilizando toda su fuerza psiónica para congelar a la Luz de Plata junto con Érica cuyo lancero de hielo estaba a su lado.
Clémentine al darse cuenta, buscó cerrar el área tratando de concentrar la baja temperatura alrededor de la figura, deseando ayudar a sus compañeras.
Fue inútil.
"Lamento informarles que Alice las ha traicionado por una cena paga y se le ha dado la tarea de retener Amnestria." Informó la Luz de Plata y sonriendo a pesar de que su cuerpo se congelaba, declaró. "Mi hija es una excelente mercenaria."
Algunos podrían pensar que tal vez buscaba hacerlos dudar, sin embargo, tales palabras sonaban… Realistas.
"¡Corran!" Ordenó Akira con seriedad y con cierto refunfuño, añadió. "Lo sabía, no había que confiar en esa glotona sin antes sobornarla."
Clémentine al notar que el reloj holográfico de la Luz de Plata se activaba con muchas figuras holográficas proyectadas, huyó al lado de Érica que había dejado su lancero atrás buscando ganar tiempo.
Cuando ella recibió la mirada de Érica ambas… Se rieron a carcajadas.
******
En una profunda oscuridad, Alice que estaba comiendo recibió la mirada de la tigresa que estaba sentada aburrida.
"¿De verdad no quieres luchar?" Dudó Amnestria al ver a la joven que estaba utilizando su reloj holográfico.
Agatha le pidió que se uniera al equipo y retuviera a Alice, para que no ayudara a sus compañeros.
Llevar que jóvenes se esforzaran y se dieran cuenta de una pequeña escala del poder de lo que ellos conocían como 'calamidades' era una forma de entrenamiento.
Fue por eso que Amnestria tomó parte en este evento y el único problema fue que su oponente…
"¿Para qué? Tú creas un ejército de oscuridad y yo lo devoró, repetimos el proceso una y otra vez hasta que termine cambiando o tú te quedes sin energía mágica." Respondió Alice utilizando su reloj holográfico como si estuviera enviando mensajes.
Amnestria quedó en silencio.
Tal explicación era acertada.
Su propio hechizo para crear bestias con magia de oscuridad era único, no obstante, la capacidad de Alice para devorar también lo era y tal capacidad funcionaba no solo con los organismos vivos, sino que también con el 'elemento' oscuridad.
"¿Quieres experimentar?" Preguntó Alice de repente, levantando su cabeza.
No hablaba de experimentar el combate, sino que experimentar con la oscuridad y Amnestria cuyas orejas temblaron, bajó la cabeza.
"Lo siento." Murmuró Amnestria sabiendo que era incorrecto y al recibir la mirada indiferente de Alice, añadió. "La oscuridad es parte de mi elemento y mi curiosidad mágica crece al verte."
Una bestia mágica del tipo oscuridad y un Archimago de rango SSS, resultaba bastante normal que deseara experimentar con alguien que era capaz de usar la 'oscuridad' que crecía 'devorando'.
Y aún más, a la joven cuyo cambio estaba siendo a nivel fundamental, como si se tratara de una metamorfosis.
Como alguien que también estaba centrada en el cambio de forma, le interesaba bastante y creía que la oscuridad de Alice podría ayudarla… Aunque sabía, que estaba mal pensar en experimentar con una persona.
"Te dejaré hacerlo si me das un favor." Respondió Alice y desde bajo sus pies, una sombra se extendió conformando la forma de guerrero, entonces precisó. "Quiero un favor de ti. Estará relacionado con la semilla."
¿Favor?
Había escuchado que Alice estaba visitando el bosque mágico y específicamente yendo a ver la semilla, encargándose de ella.
Fue hasta el punto de que los Zarquianos no dudaron de ella y si bien era por confianza, también confiaron en la seguridad.
Amnestria sabía lo que representaba la semilla y era normal que mantuviera vigilada, no obstante, el favor de Alice era extraño.
Si quisiera hacer algo con la semilla no debía pedirlo, ya que los Zarquianos la aceptarían, al menos… Que Alice no deseara que ellos lo supieran.
"Está bien por mí." Respondió Amnestria con calma.
No solo era su deseo de experimentar sobre la oscuridad en la cual se estaba convirtiendo esa joven, sino que confió en que lo que Alice fuera a hacer, seria de ayuda.