Akira, Oscar el cambiaforma y el Archimago Edward se encontraban en una gran sala.
También estaban presentes Rupert y a su lado estaba César con su 'domadora oficial', Charlotte Cuvillier.
Luego estaba la Princesa Heredera del Imperio Falion Cithrel y su guardaespaldas Venali.
Liam observó a todos los presentes… Cada uno de ellos era Rango S y él también se incluía en el grupo.
Luego se encontraba el Duque Kristoph, la Cardenal Najjar y Eva Santos, también conocida como la Reina del Norte.
"Primero déjame reconfirmar. ¿Eva tú también participarás en esta misión? Como dije antes, esta misión es personal, independiente de las fuerzas aliadas." Dijo la Cardenal Najjar mirando a Eva Santos.
Liam no sentía desconfianza en el tono de la Cardenal Najjar y era muy probable que hayan escuchado a Eva rezando en nombre de su dios, para enfatizar su postura.
No importaba cuánto dijeran que quería pagar sus pecados y toda esa afirmación oficial y pública que se dio… Esa mujer era la Reina del Norte, aquella que dirigió y unificó la mafia en América.
Una poderosa arquera de Rango SS con un pasado muy oscuro.
"Sí. Su Majestad Víctor enfatizó que hiciera lo posible para participar en temas relacionados con Aurora y Alice Campbell." Informó Eva con un tono serio y con un suspiro, agregó. "Según lo que me dijo, perdió una apuesta con su estudiante."
Liam la miró por un momento, pero eso fue todo.
Había escuchado de Nicole que ella había ganado una apuesta con el Emperador Víctor y estaba sorprendido y cauteloso con la aceptación de tal individuo, pero eso ya no importaba demasiado.
Ahora lo único que importaba era confirmar el estado del portal abismal y si era posible el envío de refuerzos.
La desaparición de Aurora y Alice Campbell para Zerzura era un gran golpe y muchos estaban agitados.
Tal vez la ciudad ya había crecido lo suficiente para ser independiente, pero la importancia de ambas hermanas no era una broma.
Desde el Coronel Makeba, hasta los Orisha Oko o la misma Empresa Apicius… Todos estaban prestando atención a este grupo.
"Perfecto. Cualquier ayuda será aceptada." Dijo Cithrel tomando el mando y al mirar al grupo, informó. "El objetivo de nuestra incursión es comprobar el estado del portal abismal y verificar si podemos enviar refuerzos. Trataremos de hacer todo lo posible para evitar batallas."
Los radares y satélites, hasta incluso sus propios drones, habían verificado que era muy difícil acercarse alrededor de la grieta y el portal abismal a causa del Caos.
Esa energía divina era intangible, pero en grandes cantidades podían afectar el cuerpo llevando a cabo mutaciones de toda clase.
En cierta manera era como la radiación, pero más instantánea y poderosa debido a que también afectaba la mente y el alma.
Tratar de luchar en contra de esa energía era complicado y como generaba monstruos, iniciar una batalla y agitar esa energía sería problemático.
Si bien nadie controlaba el Caos, agitarlo podía ser como lanzar una piedra en un lago… Atraería la atención de todos los monstruos y podría llevar a una situación complicada.
"El Duque Kristoph se asegurará de mantener estable el portal abismal en caso de conflicto. Eva Santos prestará apoyo a larga distancia y la Cardenal Najjar nos mantendrá seguros del Caos." Informó Cithrel y mirando al grupo, mencionó. "El número de participantes es alto debido a que, si la situación se vuelve compleja, tendremos que pavimentar nuestro camino hacia afuera."
Ya todos habían sido informados como se moverían.
Se usaría magia para ocultarse y entrar lo más sigiloso posible, pero dependiendo de la situación cerca del portal abismal y teniendo en cuenta la peor posibilidad, tendrían que iniciar un conflicto en contra de los monstruos para escapar.
La idea a tener en cuenta era salir y entrar lo más sigiloso posible.
"Yo misma participaré para escanear el portal abismal junto al Duque Kristoph." Reveló Cithrel logrando que la expresión de ese duque vampiro se volviera más solemne y al ver que era un ambiente tenso, agregó. "Y si existe la posibilidad de enviar refuerzos, el Imperio Falion se moverá."
Esas últimas palabras llevaban una gran confianza e hizo que muchas expresiones se relajaran, incluyendo a la del mismo Liam.
No había duda en su voz y que el Duque Kristoph asintiera con una expresión leal, dejo en evidencia que no estaba bromeando.
¿Sería por Urfin y su equipo? Liam estaba seguro de que por la única razón por la cual Cithrel se movía era Aurora y Alice.
Como ahora simplemente estaban confirmando los detalles, ella se distanció con el Duque Kristoph y Venali adentrándose a una habitación privada.
La Cardenal Najjar y Eva Santos se alejaron hablando entre ellas, mientras se dejaban el grupo presente en el lugar.
"Charlotte no necesitas participar. No tienes responsabilidades con Aurora o Alice." Dijo César en voz baja.
Esta sala era grande y fue preparada para que individuos como Rupert y César pudieran estar presente, aunque el primero era tres metros menos que el segundo a pesar de ser del mismo rango.
"Está bien. Sé que ellas son importantes para ti." Respondió Charlotte en voz baja y sin cambiar de expresión, agregó. "Además, soy tu compañera, debo estar a tu lado."
Rupert se rio ante esas palabras golpeando el hombro de César, quien le dio un gruñido bajo, pero se cruzó de brazos tras asentir.
Liam miró a Akira que también estaba nerviosa y Oscar que estaba murmurando con ella en una esquina para calmarla.
Esta última era la que más conectada estaba con Aurora y Alice y era la persona que logró acercarse a las dos hermanas.
Mirando la situación, Liam verificó sus drones por tercera vez y no negó que estaba ligeramente ansioso.
Él no podía contactar con los padres de Aurora y Alice y la Cardenal Brousseau era igual, lo que hizo que esta situación fuera difícil.
En Zerzura aquellos que estaban a la espera para enviar refuerzos en caso de que el Portal Abismal lo permitiera estaban preparados.
La Empresa Apicius estaba un poco más tranquila gracias al dominio de su CEO, James, pero también se notaba que se estaban moviendo.
La Cardenal Brousseau estaba en la iglesia para actuar usando otros medios más 'divinos', tratando de comprobar la seguridad de las Protectoras de Zerzura.
Para el mundo, Aurora y Alice Campbell eran parte de los desaparecidos en el portal abismal, uno de los tantos del grupo, pero a los ojos de muchas personas en áfrica eran de gran importancia.
Era lo mismo para él.
Si bien tenía confianza en ambas hermanas, no era tan alta como César y Rupert que parecían no dudar de la fuerza de Aurora y Alice.
Incluso si conocía mejor que muchos de los presentes a ambas hermanas, seguía preocupado.
Liam conoció a ambas hermanas hace años y todo inició como un trabajo, sin embargo, en la actualidad él llevaba muchos proyectos con Aurora.
Y había vivido durante años con ambas… Era imposible no estar preocupado por ellas.
"Liam, ¿puedes venir?" Preguntó Venali con un tono profesional.
Él obedeció y la siguió dejando sus pensamientos de lado.
Dejando la sala, caminó por el pasillo y luego entró a una habitación privada en donde había dos altares.
En uno había una gruesa pila de notas y en la otra había gemas que brillaban de forma radiante.
Aquel altar, que tenía la pila de notas, tenía una estatua de un libro abierto y el segundo altar, con las gemas brillantes, tenía una estatua de un espíritu traslúcido que sostenía una luna que generaba oscuridad.
La primera estaba dirigida a la Diosa del Conocimiento y la segunda a la Diosa de la Luna de Terra nova.
Cithrel estaba en medio rezando y ante la visión de Liam, las notas revolotearon por su cuenta y fueron devoradas por la estatua del libro que parecía haber adquirido realismo.
En cuanto a las gemas brillantes, perdieron su belleza y su luminosidad logrando parecer carbón.
Liam se quedó aturdido al ver que los rituales acababan de funcionar.
"¿Es curioso, no lo crees? A los dioses le puede gustar las notas de investigación o unas gemas brillantes… Parece mundano." Dijo Cithrel mientras se levantaba y al ver a Liam algo preocupado, explicó. "No te preocupes, a ninguna de las dos le molestará mis palabras."
Arreglando su ropa y poniéndose varios artefactos como si fueran simples joyas, ella verificó su equipo.
"La Diosa del Conocimiento es la diosa oficial del Imperio Falion y la Diosa de la Luna es igual en el Imperio Lunar… Yo seré la gobernante del Imperio Falion y mi madre es la Emperatriz del Imperio Lunar." Explicó Cithrel con calma y dando una mirada seria, declaró. "A pesar de que su poder es limitado en este mundo, en Terra nova, ambas son dos diosas muy poderosas."
La expresión de Liam no cambio al darse cuenta de que Cithrel parecía tener más importancia de la que había imaginado.
No entendía la complejidad de los dioses y como ellos eran tratados en Terra nova y si era honesto no era algo que le gustaría conocer.
"Lamentablemente, ambas diosas no pueden asegurar el estado de Aurora o Alice debido a que no tienen conexión con ellas." Dijo Cithrel dando un suspiro y revisando su varita mágica, agregó. "Sin embargo, hoy nos prestarán apoyo para evitar cualquier percance."
Si Aurora o Alice rezaran a esas dos diosas, la conexión que se producía como creyente permitiría que ahora pudieran saber el estado de ambas… Al menos eso era lo que Liam había aprendido de teología.
"Gracias por tu ayuda." Dijo Liam sinceramente y dando una mirada, informó. "Ya he logrado conseguir el contacto de alguien que te puede ayudar con tu búsqueda."
Aurora antes de irse le había informado lo que buscaba Cithrel y a pesar de que no sabía el objetivo de final de la princesa, la persona la cual ella estaba interesada era un alto mando del gobierno estadounidense que había muerto hace años.
Los registros de esa persona estaban al nivel de ser un fantasma… No era simplemente clasificado, sino que se había borrado varios registros a pesar de que la persona fue alguien público.
Cithrel asintió sin darle importancia y le dio una mirada seria.
"Te llamé por un asunto importante. Dependiendo de cómo sea la situación, habrá responsabilidades diferentes en el futuro." Señaló Cithrel y al ver que su expresión cambiaba, comentó. "Akira y su grupo se encargarán de mantener un ojo sobre Clémentine y los demás. En tu caso, sería bueno que mantengas un ojo en Andrés. Tratar de que su preocupación no los empuje a actuar imprudentemente."
Liam la observó con seriedad.
Esas palabras eran una preocupación evidente, pero había algo oculto.
"¿Crees que nuestra situación terminara con un mal resultado?" Preguntó Liam con seriedad.
Eso era lo que pudo sentir.
Su forma de tratar de solucionar los problemas alrededor de Aurora, que no estaba presente, fue notable, y generaba una sensación ominosa.
"¿Quién crees que formó los portales abismales? Hay dos Dioses Primordiales prestando atención a la tierra, pero ninguno ha dicho una palabra. ¿Crees que ellos no saben lo que ocurre?" Preguntó Cithrel e ignorando su mirada, dudó. "¿Esto es una prueba, un castigo o una enseñanza?"
Esa pregunta consiguió que Liam temblara de manera inconsciente ante las posibilidades.
"Al final no importa. Aurora y Alice están en el medio e independientemente del resultado hay que mirar hacia adelante y prepararse para lo peor." Agregó Cithrel y dando un largo suspiro, anunció. "Tal vez no pueda cargar con sus ideales, pero al menos puedo tratar de cuidar sus allegados."
Liam se quedó en silencio y aunque no deseaba el peor resultado, estaba de acuerdo con ella.
******
En medio de la noche, un grupo sobrevoló la costa de la Ciudad Constanza.
Rupert, César y Venali estaban adelante abriendo paso como la vanguardia de combate cercano.
Al medio estaba Cithrel, Charlotte y el mismo Edward que observaba todo.
A los costados se encontraba la Cardenal Najjar y el Duque Kristoph dejando un poco a su espalda a la Reina del Norte, Oscar y Akira con Liam.
El grupo estaba avanzando por el mar negro y a lo lejos se podía ver el antiguo puerto de la Ciudad Constanza.
Estaba todo ligeramente difuminado no solo por la oscuridad, sino que por el ambiente cambiado del Caos que corroía los edificios y contaminaba el entorno.
La Ciudad Constanza había sido arrasada por un hechizo del Duque Kristoph que destruyó gran parte de la ciudad, pero el puerto seguía teniendo algunos edificios en donde los monstruos habitaban.
Sin embargo, ahora no había agua en el puerto y el agua había retrocedido a una gran distancia en donde había una gran barrera que impedía que el Caos se filtrara corrompiendo el mar y esa barrera también impedía que el mar volviera a su posición.
Se había retrocedido la marea y a la vez se había ampliado la costa, todo para evitar que el Caos contaminara el agua del mar y las criaturas vivas.
Los monstruos que trataban de acercarse a la barrera eran atacados por magos de aguas que usaban el agua del mar para exterminar a todos los monstruos que se acercaban.
También se había levantado la tierra para permitir que la defensa funcionara con cuidado en caso de que fuera necesario que otros intervinieran.
"Te dejamos aquí." Dijo Cithrel mirando a Eva y cuando ella asintió, observó a los demás y recordó. "Solo nos estamos infiltrando. No se mueven imprudentemente."
Eva era una arquera y podía ofrecer apoyo desde una gran distancia y Liam era similar, aunque en lo que destacaba era el número de drones que podía utilizar.
Al ver que todos asentían, los preparativos finales iniciaron.
Cithrel empleando su varita preparó un hechizo agitándola en el aire y murmurando en silencio.
Nadie escuchó el murmullo, pero los alrededores empezaron a volverse más claros para Edward.
Su mente logró conseguir una mayor lucidez y a la vez rapidez para pensar, mientras que el conocimiento que había leído flotaba en su mente, resolviendo algunos problemas mágicos con los cual se había topado.
Palabras empezaron a aparecer alrededor de la varita de Cithrel cuando una deidad se movió para favorecerla… Era la Diosa del Conocimiento que hizo que esas palabras se infundieran en la varita.
Entonces, cuando Cithrel lanzó su hechizo, la presencia de todos desapareció por completo y los puso en un estado de ocultación de muy alto nivel.
Se le había informado que Cithrel había llevado a cabo rituales para la Diosa del Conocimiento, pero sinceramente la respuesta de esa deidad los sorprendió.
Había llevado el hechizo de esa princesa a un nivel mayor de lo que podían imaginar.
"Mi turno…" Murmuró la Cardenal Najjar agitando su mano.
La vista de todos cambió distorsionándose entre lo real e irreal y momentos después volvieron a la normalidad.
Había usado el poder de su dios de forma directa, para cortarlos del 'espacio' material y creó una fina línea que los dividía de la realidad.
"Ahora el Caos no los afectará en su totalidad, incluso si miran directamente y también he enfatizado la ocultación. Aunque igualmente deben tener cuidado." Avisó la Cardenal Najjar.
El grupo con Cithrel al mando se movieron y Edward pudo notar que la velocidad del vuelo aumentaba y cuando se acercó se dio cuenta, de que el tiempo era más lento a sus alrededores.
La Cardenal Najjar los había desconectado del 'espacio' y aceleró el tiempo a su alrededor, permitiéndole actuar con mayor rapidez.
Esto era perfecto para la Reina del Norte, que se había quedado protegiendo sus espaldas, ya que ella podía disparar velozmente y a una distancia mayor.
Al igual que todos, podían reaccionar con mayor velocidad.
Acercándose al puerto tratando de ir al portal abismal por la zona trasera, Edward notó esa gran grieta en el cielo y esa oscuridad que se retorcía alrededor como si fuera alguna clase de velo.
"No es el elemento oscuridad y tampoco es el Caos. Se trata de que el aire ha sido corrompido. Respirarlo puede contaminar el cuerpo físico y si no son purificados sus órganos pueden convertirse en un monstruo o ustedes pueden convertirse en uno." Explicó la Cardenal Najjar.
La expresión del grupo se volvió seria.
El Caos era difícil de explicar y si bien a veces era fácil de entender cuando se la trataba como energía, cuando el Caos tomaba forma material la situación cambiaba y ni hablar cuando uno lo veía como un concepto.
No era raro que esto sucediera cuando el Caos era una energía Divina, lo que significaba que no podía ser totalmente entendida por los mortales y lo único que todos los estudiosos estaban de acuerdo era que el Caos en cualquier forma era peligroso.
Con simplemente entender que podía corromper algo tan abstracto como el alma, se entendía que podía corromper prácticamente todo.
Un ser humano normal se podía convertir en una grotesca criatura con una alta fuerza, una planta en un monstruo espeluznante y un cadáver podía tomar forma de una abominación.
Ahora ellos estaban viendo a los monstruos mientras volaban.
Algunos edificios que habían quedado en pie tenía paredes negras e incluso venas punzantes que tal vez venían de plantas o animales que habían sido corrompidos en su interior.
Era de noche y si bien ellos habían bebido un brebaje para ver en la oscuridad, todavía seguían teniendo su visión difuminada al adentrarse a ese velo de oscuridad.
En lo que sería la ciudad destruida ellos pudieron notar más raíces grotescas como venas que estaban por el suelo pulsando lenta y constantemente.
"En el vacío del exterior no solo hay Caos, también puede haber criaturas y entidades de gran poder que vagan por el vacío." Murmuró Cithrel al detenerse.
Habían volado ocultos dirigiéndose a donde estaba la grieta, en el cual abajo se encontraría el portal, pero al entrar al velo y ver con claridad la expresión de todos cambiaron.
El lugar que el Duque Kristoph había destruido y los alrededores en lo que se encontraría el portal, estaban presentes esas gruesas raíces que palpitaban estando vivas.
Daba la impresión de que algo se estaba moviendo en el interior.
"Esto parece ser señales de una criatura que devora vitalidad de la tierra." Señaló Cithrel con cuidado y mirando al cielo en donde estaba la grieta, murmuró. "Al menos, esta vez no es algo que intenta entrar."
La grieta en lo alto era un desgarro en la realidad y más allá se podía ver pura oscuridad que de vez en cuando se retorcía y dejaba entrar criaturas grotescas.
"Sin embargo, significa que ya se encuentra de este lado. Su Alteza es mejor que desde ahora se aumente la guardia." Aconsejó el Duque Kristoph con un tono serio.
Ambos Terranovense no parecían para nada alterados y era lo mismo para la Cardenal Najjar que parecía piadosa.
Sin embargo, todos los demás llevaban una expresión fría y sutilmente pálidos.
Edward era uno de ellos… Sus pelos estaban de punta y no solo sentía asco, sino que a veces con simplemente mirar la grieta surgía un sentimiento ominoso.
Peor, las palabras de esos terranovense lo alteraban.
Si bien Cithrel era joven no significaba que no fuera conocedora y más cuando venía de un imperio mágico como lo era el Imperio Falion… Ella posiblemente conocía secretos de todo tipo.
La tierra muerta dejaba en evidencia que la vitalidad estaba siendo devorada por esas gruesas y anchas raíces, lo que significaba que la criatura estaba en el interior.
Volando con cuidado, siendo ignorado por todo tipo de monstruos, el grupo se acercó a donde se encontraba la grieta, cuyo alrededor estaba cubierto por gruesas raíces.
"Libertad… Oh, dulce libertad…"
Entonces una voz sonó… Una voz extraña, medio humana y medio distorsionada fue escuchada por su grupo.
Los monstruos y abominaciones también lo escucharon, pero no avanzaron hacia el ruido, sino que, por lo contrario, se alejaron.
El grupo se miró entre sí, y continuaron con una mayor cautela.
Pasando por una gruesa raíz de color negruzco que palpitaba, las expresiones de todos cambiaron.
"Libertad… Oh, dulce libertad."
La voz venía de un hombre… No, ya era imposible llamarlo de esa forma.
Era una criatura extraña, desde la cintura hacia abajo era una masa grotesca de raíces que se cubrían su cuerpo y devoraba la tierra a su paso.
Su aura de rango S estaba en la fina línea del límite de un rango SS.
Las raíces eran parte de su cuerpo creado por su propia piel que había mutado de la forma más horrible y grotesca posible.
La parte superior se mantenía ligeramente humana, pero tenía protuberancias en su estómago y en rostro, mientras que los ojos estaban perdidos en locura.
Estaba vivo.
Ese hombre estaba vivo luego haber sido corrompido por el Caos que distorsionó su mente y corrompió su cuerpo, transformándolo en una criatura aberrante.
Ese monstruo estaba al frente del portal en donde de vez en cuando temblaba y criaturas salían.
"Libertad… ¡Dulce libertad!" Gritaba el monstruo arrastrándose con las raíces sin poder ir demasiado lejos.
Las miradas del grupo se volvieron raras, y Cithrel levantó su mano para que se detuvieran.
—Mantengan la calma y no ataquen. Déjenme encargarme. —Ordenó Cithrel a través de magia mental.
El grupo se calmó y ella respiró hondo y cerró sus ojos.
"Gran Señora de los Espíritus, Madre de la Noche, Gran Luna que ilumina nuestros caminos, por favor lleva a todos a tu reino del descanso y permíteme completar mi objetivo." Rezó Cithrel en voz alta.
Su voz no fue escuchada por la barrera que los cubría, pero su cabello celeste empezó a brillar y entonces una suave brisa soplo, mientras que en el cielo la luna se reveló extendiendo su brillo con calma.
Acababa de rezar a la Diosa de la Luna de Terra nova y a pesar de que esa diosa no era de este mundo, había respondido agitando sus poderes y extendiendo su 'autoridad'.
La luz brilló por los alrededores y todos tuvieron una pizca de somnolencia que la Cardenal Najjar disipó al agitar su mano.
Lentamente, el silencio se surgió cuando la autoridad de la 'Noche' hizo efecto, logrando llevar a los monstruos y toda criatura viviente a un sueño.
Esa poderosa entidad era la Diosa de los Espíritus, de la Noche y de la Luna, por la cual era conocida por completo y su 'autoridad' de 'Noche' se extendía en menor medida al 'sueño' y 'descanso', logrando que las criaturas quedaran en silencio.
"Li… Tad…"
La voz entrecortada de la criatura sonó antes de quedar inmóvil, cayendo en un sueño.
"Quédense aquí y no realicen ningún ataque. Están en un sueño, pero cualquier cambio puede despertarlos." Advirtió Cithrel mirando la luna que tenía un tinte azulado.
Su cabello también brillaba logrando que su azul se volviera más fuerte y Edward sintió que su presencia empezaba a aumentar.
Con el Duque Kristoph a su lado, ambos avanzaron al portal abismal con una calma total y se pusieron delante de ese portal realizando varios hechizos de análisis.
Todavía seguían cubiertos por el hechizo de ocultación, así que no podían ser detectados.
Sin embargo, Edward, que miraba desde lejos, pudo ver como la expresión de Cithrel se volvió solemne.
Tras realizar varias comprobaciones junto al Duque Kristoph, este último agitó su cabeza y antes de que pudiera hablar el portal abismal tembló y un monstruo volvió a salir.
El monstruo no los pudo ver, pero Cithrel agitó su mano creando una esfera de aire cubriendo en su totalidad a la criatura y la lanzó al portal.
"…"
Entonces la expresión del grupo cambio por completo al ver que a mitad de camino, cuando la criatura se estaba adentrando fue corrompida aún más por el Caos, antes de desaparecer.
Ya no era como la primera vez que viajaron en la expedición en donde los miembros entraban sin más, sino que en medio de su viaje eran corrompidos completamente.
Cithrel dio una mirada al portal abismal y luego se retiró con el Duque Kristoph a su espalda.
Si bien esa joven princesa llevaba una expresión solemne que ocultaba todas sus emociones y parecía despreocupada, el Duque Kristoph estaba a su espalda como todo un protector pendiente de esa abominación.
Al acercarse, Cithrel percibió la mirada de todos los presentes.
"Es imposible el viaje y enviar refuerzos. De nuestro lado es estable, pero del otro lado… Es en donde hay graves problemas." Informó Cithrel y con una expresión grave, explicó. "Los monstruos pueden llegar porque son monstruos, pero si alguien viaja puede ser corrompido por el Caos en medio de su viaje y llegar como un monstruo."
"No sabemos la causa, pero es posible que sea por algunas circunstancias a donde está dirigida el portal abismal." Agregó el Duque Kristoph con seriedad.
"…"
Todos quedaron en silencio y las expresiones cambiaron de múltiples maneras.
El significado era claro… No podían enviar refuerzos y no podían averiguar la situación de Aurora y Alice junto a los demás.
Akira se mordió los labios apretando su puño y Oscar tomó su mano para tratar de consolarla, lo que hizo que bajara la cabeza.
Rupert soltó un gruñido bajo y César retorció su cuello como si quisiera dejar salir todas sus emociones en una batalla.
Por su parte, Edward observó a la grieta en lo alto.
Se sintió como un inútil… Débil… E impotente.
Ni siquiera podía decir que se había acercado a la persona que admiraba y antes de tener la oportunidad ella había desaparecido a causa de un portal abismal.
¿Por qué un portal abismal apareció en este lugar?
¿Era un juego de esas poderosas entidades conocidas como dioses?
¿Los humanos eran tratados como niños o simplemente como juguetes para su diversión?
Y sobre todo… Aurora ya no estaba por la culpa de ellos.
Eso no era una pregunta, era un hecho.
Mirando esa profunda oscuridad del vacío que parecía retorcerse, los pensamientos de Edward empezaron a cambiar con lentitud.
Su ira se transformó en furia y esa furia fue alimentada por el rencor desmedido dirigido a esas entidades que jugaban con ellos… Luego se dirigió a aquellos que creían en ellos y por último a las personas que al final simplemente rezaban esperando que otros le solucionaran sus problemas.
Su rencor se dirigió a sus pensamientos personales, desde los héroes urbanos que solo jugaban en las ciudades a aquellos del gremio de héroes que solo querían mantener un status quo.
"Edward respira hondo."
Antes de que su ira pudiera explotar, escuchó una voz a su lado y cuando se dio cuenta había sido rodeado por su grupo.
Rupert y César lo miraban con seriedad, listos para contenerlo, pero la Cardenal Najjar estaba al frente de él, dándole una mirada.
"Relaja tu mente y aparta la mirada de la grieta." Ordenó Cithrel con una voz tranquila mientras usaba magia mental.
Edward pudo sentir eso, pero al ver que el cielo se estaba poniendo oscuro por sus emociones que cambiaban el clima, aceptó la influencia mental.
Apartando su mirada, su mente entró en un estado de calma y el cielo volvió a la normalidad.
"El Caos puede corromper la mente, potenciando disgustos y emociones específicas. Algunas veces llevando a la locura y otras veces guiando a las personas por un camino desagradable. Todos están agitados en este momento. Es mejor volver ahora y mantenerse alejado de este lugar. Sus estados mentales no son adecuados para enfrentarse al Caos." Advirtió la Cardenal Najjar.
Edward la miró y al ver que los otros asentían, se dio cuenta de lo que estaban haciendo.
¿Por qué ellos tuvieron que venir cuando Cithrel podía convocar rangos S bajo su mando?
Ellos no eran necesarios, ya que los terranovense más expertos podían tomar su lugar e incluso paladines de mayor poder.
Ahora simplemente fueron traídos para alejarlos de este lugar.
Edward observó a Cithrel quien lo ignoró mientras daba vuelo con su grupo acuesta.
Esa princesa estaba tratando de alejarlos de enfrentarse al portal abismal y a la batalla que seguramente en el futuro vendría, porque deseaba que no hubiera complicaciones.
Con su estado mental podían causar errores y esos errores podían constarle la vida… Algo que haría que Aurora estuviera mal cuando volviera.
Quizás no sabían si ese dúo estaba bien, pero lo que estaba seguro era…
"Ellas sigan vivas." Dijo César con una voz gruesa y mientras su pelaje empezaba a arder, anunció. "Ellas son imparables."
Ahora mismo estaban saliendo de ese velo de oscuridad mientras que las criaturas volvían a despertarse con lentitud.
No realizaron un ataque total, ya que esto no era lo que estaba planeado con las fuerzas aliadas y su objetivo era otro.
Las palabras de César llevaban una gran confianza.
"Obviamente. ¿Alguna vez han visto a Alice perder? ¿O Aurora rendirse? Yo nunca lo he visto." Respondió Rupert como si fuera obvio.
El compañero de ese gorila era el Anciano Kernen y no lo había acompañado, ya que era un Rango A y en esta misión se aceptaron rangos S o con la fuerza de tal rango, pero Rupert no demostró falta de confianza.
Ambos mostraban la confianza con claridad y si bien algunos podían decir que los dos gorilas eran de mente simple, no obstante, ellos la habían conocido más antes que la mayoría.
Y esa confianza no era para dar esperanza, sino que era una confianza natural respaldada por la fuerza de ambas hermanas.
"Son más capaces y tienen mayor experiencia que muchos de nosotros juntos." Dijo Liam dando una sutil sonrisa.
Tanto Aurora y Alice eran rangos S y lo fueron desde hace mucho tiempo a una edad muy joven.
Incluso antes de que Edward alcanzara ese rango, ellas dos eran rangos S… Dos rangos S lo suficiente capaces como para verse involucrado en situaciones complejas.
Edward no podía negarlo.
Si bien esas palabras eran para animarse entre ellos y no perder la esperanza, salían con tanta naturalidad que revelaba una confianza total.
El grupo continuó y Edward observó a Cithrel.
Cithrel conocía hace poco tiempo a las dos hermanas y ella había logrado entender a Aurora más que él y en este momento, en vez de dudar inútilmente, se estaba moviendo para cuidar a las personas cercanas a su amiga.
A diferencia de él, que se culpaba y se sentía débil, los demás se movían… Seguían tratando de avanzar cada uno a su propia manera.
Ellos tenían claro sus objetivos y sus prioridades, muy diferente a él que estaba perdido.
¿Qué podía hacer en este momento para seguir adelante?
Edward lo sabía… Al menos trataría de reducir un poco el peso que ella cargaba, ya sea con las relaciones de sus compañeros o con sus objetivos.
Aunque sea un poco, tan solo para que cuando volviera o cuando encontraran una manera de enviar ayuda, Aurora pudiera relajarse un momento.
"Ahora también llevamos información para preparar el asalto total y cerrar la grieta… Una vez que entreguemos la información a las fuerzas aliadas, ellos determinarán como moverse y cuando hacerlo. No sé cuánto se demorarán para realizar los preparativos para los rituales, pero no creo que sea demasiado." Dijo Cithrel y mirando al grupo, informó. "Una vez que eso sucede, será el momento en el cual podamos hacernos cargo del portal abismal y movernos para verificar su seguridad."
Sus palabras llevaban confianza y una gran claridad en la forma que se movería.
Esto era un movimiento personal, por eso a pesar de que las criaturas estaban 'dormidas' por intervención divina de la Diosa de la Luna, ellos no actuaron precipitadamente.
Habían visto a los monstruos de primera mano y era una gran información para cuando se realizará el asalto total en donde tendrían que realizar un ritual para cerrar la grieta.
"La seguridad del portal…" Murmuró la Cardenal Najjar deteniéndose en seco.
Ya estaban cerca de la línea de defensa, pero su forma de detenerse hizo que todo el grupo se detuviera al instante.
Cuando la miraron, las expresiones del grupo cambiaron al ver que los ojos de la Cardenal Najjar estaban completamente blancos.
"Los desaparecidos están vivos al otro lado." Anunció la Cardenal Najjar cuando el espacio se retorció a su alrededor y luego de que sus ojos volvieron a la normalidad, anunció. "Me lo acaba de decir mi Señor."
Todos quedaron impactados al escuchar esas palabras.