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Momento de descanso.

Una joven descendió de un auto.

Llevando un vestido de gala negro con un corte en la pierna, lograba que todos dieran una mirada debido a su belleza.

Cabello negro suelto y una figura con curvas y proporciones 'perfectas'.

Sin necesidad de maquillaje era una 'diosa' que descendió a este mundo para el aprecio de los mortales, solo que esta 'diosa' tenía una expresión malhumorada.

Alice observó los alrededores de la entrada del edificio e ignorando las miradas de aquellos que estaban cerca de la entrada, dirigió su mirada al anciano que estaba saliendo del edificio.

Un anciano con una figura ejercitada que nadie se daría cuenta de que tenía más de sesenta años, si no fuera por su cabello blanco canoso.

"Perdón por hacerla esperar Su… Señorita." Dijo el anciano corrigiéndose a mitad de camino debido a la mirada que ella dio.

Esquivando su mirada, ese hombre sacó un anillo de su bolsillo y se lo paso.

Cuando Alice se lo puso, su figura se difuminó ligeramente mientras su presencia disminuyó en un gran margen.

"Tienes quince minutos." Declaró Alice con un tono indiferente.

El anciano asintió como un mayordomo educado y la acompañó al interior del edificio.

"Espero que disfrute la fiesta, Señorita." Dijo James con una sonrisa casual y notando que no había llamado la atención de Alice, agregó. "También tenemos un área de aperitivos preparada para usted."

La mirada de Alice redujo su malhumor, pero mantuvo su indiferencia y asintió.

Sin necesidad de subir un ascensor, al frente de ella, un portal apareció y el anciano entró junto a Alice.

Una enorme sala con grandes ventanales que revelaban toda la Ciudad Zerzura, fue lo primero que notaron.

Decenas de invitados de toda clase se encontraban presentes.

Desde la Cardenal Brousseau, el Ministro de Zerzura y el General McLean como figuras influyentes locales.

Aventureros y líderes de gremios poderosos de Zerzura.

Rodeado de decenas de dignatarios importantes de otros lugares, dueños de empresas prestigiosas, ricos y famosos individuos de diferentes partes del mundo, todos reunidos en una sola habitación.

"James esta es una gran fiesta como siempre."

Cuando atraparon al anciano, Alice que no fue vista se acercó en dirección de la pequeña mesa con toda clase de aperitivos.

Algunos músicos tocaban melodías que relajaban y animaban el ambiente dando una sensación de comodidad.

Conversaciones de negocios, política y asuntos internacionales eran hablados como si nada.

Sin embargo, en esta animada y elegante fiesta de alta sociedad, muy pocos la notaron.

Incluso aquellos rangos S que participaban, no pudieron ver ni notar su presencia.

Su anillo ocultaba su presencia a los ojos de aquellos sin importancia.

Alice no tenía ningún interés en iniciar conversaciones con la mayoría de los presentes y lo único por lo que estaba presente hoy, fue su amiga.

Comiendo los aperitivos en un rincón, Alice observó sus alrededores.

Cuando individuos como el Coronel McLean la saludaron, ella devolvió el saludo asintiendo con simplicidad.

En casos como la Cardenal Brousseau o Alima que la notaban, Alice también hacia lo mismo.

Todo sin moverse de su lugar y sin dejar de comer.

De vez en cuando algunos individuos daban miradas curiosas en su dirección, pero Alice siguió comiendo.

Saludando a los que debía saludar, ignorando a aquellos que debía ignorar y revelándose a aquellos que necesitaba revelarse.

Era una tarea simple y de vez en cuando llegaban algunos saludos.

Un joven que la saludo con una sonrisa entretenida como si fueran conocidos…

El pervertido que cuando llegó ignoró a todas las personas que se le acercaban para hablarle y miró a su alrededor buscando una presencia particular, luego suspirando en el proceso.

Urfin que saludaba a los dignatarios, dio un saludo a su dirección, no obstante, no se acercó al darse cuenta de su expresión.

A los quince minutos exacto, Alice empezó a caminar a la salida y el anciano que la acompañaba dejo la conversación en la que se encontraba y se acercó a ella.

Sin adentrarse al ascensor, se creó un portal y ambos lo atravesaron volviendo a la sala del mismo edificio en el que había entrado.

El portal llevaba a otro edificio, Alice pudo notarlo debido a sus sentidos, aunque no le dio importancia.

"Gracias por venir a hacer presencia y permitir que reconfirmen quien es usted." Dijo el anciano con una sonrisa casual.

"Ellos saben quién soy y no necesitan 'confirmarlo'." Respondió Alice caminando en dirección del auto.

Estos no eran negocios que necesitan su presencia o su aprobación y tampoco era una visita para que sus 'sirvientes', como James pudieran verla.

"Claro, claro…" Respondió James como un mayordomo que alababa a su 'maestra' y con una sonrisa, agregó. "¿Recuerda al individuo que atraparon robando un huevo? Gracias al informe de Liam nos hemos encargado de la situación y ya no habrá problemas."

Alice asintió satisfecha.

Solo un idiota trataría de buscar problemas a su hermana contratando matones para amenazarla.

En primer lugar, Zerzura era estricto con las leyes y su tratado con las bestias mágicas, en segundo lugar, las consecuencias eran graves si se llegaban descubrir.

Era muy posible que ese individuo no solo haya perdido su fortuna y negocios, sino que probablemente estaba encerrado en la prisión de Zerzura.

Sin que nadie pudiera ofrecerle una oportunidad para salir.

Ir en contra de la ciudad, era contrariar y enemistar a la Iglesia del Tiempo y el Espacio y a la vez a la Empresa Apicius, era normal que hubiera consecuencias pesadas y más si atacaban a uno de sus miembros.

Cuando llegó al auto que la seguía esperando en el mismo lugar, Alice se dio vuelta para mirar al anciano que la seguía como un fiel y leal sirviente.

"James dime por qué me has invitado y has usado a Aurora para hacerlo." Ordenó Alice y mirando al anciano, agregó. "No creo que sea porque mis sirvientes me extrañan y necesitan verme. No es negocios y tampoco es para reafirmar mi existencia a los individuos de esa fiesta."

Sus sirvientes, tales como el mismo James que estaba al frente de ella no la extrañarían y más cuando conocían su carácter.

Era cierto que la apoyaron durante toda su infancia y luego posteriormente hasta ahora, pero eso era todo.

James podía visitar su residencia y como estaba Aurora, ella tendría que comportarse.

Aquellos que necesitaban saber quién era lo sabían y no había necesidad de ir comentándolo por todas partes.

En cuanto a los negocios, James se encargaba de todo y tenía completa y total autoridad para hacer lo que le gustara.

Mientras mantuviera los intereses de ella como prioridad tenía completa libertad.

Sin embargo, no había ninguna razón para que llamara a Aurora para pedirle que la convenciera de venir a esta fiesta.

La mirada de James se volvió seria y dio una mirada a las personas que estaban alrededor.

Ellos dejaron de actuar como simples transeúntes y crearon una barrera que cubrió al dúo.

"¿Tanta seguridad? ¿Es así de importante?" Preguntó Alice con su curiosidad despertada.

No le importó que esas personas estuvieran manteniendo la seguridad, después de todo alguien tuvo que crear el portal para enviarlos a la fiesta que se realizaba en otro edificio.

Aun así, la barrera era lo suficiente densa como para impedir que alguien tratara de espiar su conversación de cualquier manera posible.

"Sí, es un asunto clasificado, pero hemos recibido el informe." Respondió James y en voz baja contó lo que sabía.

Detalle a detalle, contó todo lo que sabía.

La mirada indiferente de Alice, cambio por curiosidad y luego asintió con una sonrisa sorprendida.

"Suena verdaderamente interesante." Murmuró Alice con una pequeña sonrisa y luego con una mirada seria, comentó. "Es muy posible que pronto sea informado al mundo. Veremos lo que depara a nivel mundial."

James asintió ante su comentario y con curiosidad, preguntó. "¿Se lo contará a Aurora?"

"Claro, no hay necesidad de ocultárselo, ya que eventualmente lo sabrá." Respondió Alice con un tono más animado.

No era una buena noticia y traería algunas complicaciones, pero era interesante a su manera para ella.

Además, saberlo de antemano era bastante agradable porque podría prepararse.

"Encárgate de informarles a aquellos que necesitan estar preparado, es inútil ocultar esa clase de información." Ordenó Alice antes de entrar al asiento trasero del auto.

"Entiendo Su Excelencia." Respondió James y antes de que Alice le diera una mirada, el anciano se retiró rápidamente.

Alice lo dejó pasar a causa de su buen humor no solo por saber esa noticia, sino que también porque estaba por regresar a casa.

El chófer empezó a conducir con una señal de ella y Alice miró la ciudad nocturna que todavía seguía de fiesta.

El futuro deparaba situaciones 'inesperadas', sin embargo, se necesitaba centrarse en el ahora.

Y eso significaba disfrutar la cena con su hermana.

******

Aurora cuando escuchó el sonido del auto, bajo al primer piso y esperando que su amiga entrara.

Que se pareciera a una joven esposa esperando a su trabajador esposo después de un largo día de trabajo, no hizo que el humor de Aurora cambiaba.

Es más…

"¡Bienvenida querida!" Saludó Aurora cuando la belleza entró al edificio.

La expresión de Alice tembló al verla tan de repente y luego dio una sonrisa ligeramente encantadora.

"Estoy cansada, esa fiesta estaba llenas de idiotas y pervertidos." Dijo Alice y guiñándole el ojo de manera coqueta, murmuró. "Todo lo que hago por ti."

Era un tono que entremezclaba el suspiro con un toque de cansancio como si dijera era 'inevitable'.

A pesar de que el rostro de su amiga estaba bastante cerca y sus ojos negros eran atractivos en cierta manera, Aurora dio una sonrisa al ver que Alice estaba de buen humor.

"Te recompensaré." Respondió Aurora y tomando la mano de su amiga, creó un portal para dirigirse al último piso.

Cuando llegaron notaron el ambiente brillante y los platos que llenaban la mesa.

La carne del Smilodon Fatalis realizada en todo tipo de platos y acompañados con distintos tipos de salsas y ensaladas.

Bebidas con y sin alcohol de gran valor y excelente sabor.

"Te esforzaste demasiado." Murmuró Alice mientras su expresión se ablandaba y mirando a Aurora, murmuró. "Solo fui a una pequeña fiesta. No necesitabas esforzarte tanto."

Aurora sonrió al ver la expresión conmovida de su amiga.

¿Era por su acción o por todos los platos presentes?

No importaba.

Lo único que importaba era…

"Este es un agradecimiento por acompañarme este medio año y apoyarme durante tanto tiempo. Siempre estando a mi lado en las buenas y en las malas." Anunció Aurora con una suave sonrisa.

Para ella esas palabras no eran vergonzosas, ya que venían desde el fondo de su corazón.

No había mejor amiga y hermana que Alice que la acompañaba en cualquier cosa que deseara.

Ella estaba dispuesta a todo.

Desde disfrazarse de heroína para salvar al mundo hasta acompañarla en cualquier minúscula tarea que requiriera su ayuda.

Para Aurora aprender a cocinar y realizarle una excelente comida, era lo mínimo que podía hacer como devolución.

Alice dio una sonrisa brillante y mientras su anillo brillaba cambiando toda su ropa por algo más cómodo, invitó a Aurora a comer.

Ambas cenaron en solitario a causa de que los estudiantes probablemente seguían en el concierto y aunque estaban las dos, el ambiente era armonioso.

Alice alabó cada plato de comida hecho por Aurora.

Había bastante comida y a pesar de que Aurora tuvo técnicamente poco tiempo, esto era cuando se encontraba en este lugar.

Sus maestros lo miraron raros cuando se fue a preparar la comida en esa sala blanca, pero el esfuerzo y el soborno de dejarle comida valió la pena.

Aurora terminó llena bastante rápido, sin embargo, Alice continúo comiendo con una tranquilidad imperturbable.

De vez en cuando dando sus alabanzas al 'chef'.

Cuando Alice terminó de probar todos los platos, pasó al postre y luego del postre a una bolsa de papitas.

Aurora no podía entender como su hermana era capaz de comer tanto y mantener su excelente figura, pero disfrutaba verla comer con tranquilidad.

Tras las papitas ambas se dirigieron al balcón observando la enorme y brillante ciudad.

La fiesta todavía continuaba y la gran mayoría de los edificios tenían luces encendidas y en algunas áreas se escuchaba la música tal vez de los recitales.

Las personas todavía pasaban por las calles riendo y divirtiéndose.

"Deberías estar orgullosa. Este es todo tu trabajo." Anunció Alice mirando la ciudad brillante.

Aurora observó la ciudad detenidamente.

No podía negar que estaba satisfecha, pero había un punto en el que Alice se equivocaba.

"Este no es mi trabajo. Es nuestro." Corrigió Aurora con un tono serio.

Es cierto estuvo aquí presente cuando Zerzura era un pueblo en mitad de la nada, rodeado de criaturas, monstruos y con un ambiente lleno de miedo.

En el punto más bajo de su vida se volvió a levantar para seguir luchando y ayudar.

Pero eso no significaba que estuviera sola.

Alice la acompañó y estuvo a su lado sin quejarse o negarse a realizar alguna tarea, trayendo consigo a otros individuos que apoyaron su tarea y le dieron sentido a su objetivo.

Aurora nunca pensó que Zerzura sería creada cuando llegó hace cinco años, no obstante, este fue resultado.

La Ciudad Zerzura fue construido por el esfuerzo de miles de personas que lentamente aumentaron de número hasta convertirse en cientos de miles.

Desde la Iglesia del Tiempo y el Espacio hasta la Empresa Apicius.

La primera no ganó nada a pesar de que en ese momento se encontraban áreas como oriente medio llena de demonios y la segunda gastó millones antes de obtener un beneficio.

Aurora bebió su bebida y la terminó completamente.

Ahora tenía que prepararse para lo que estaba por venir y seguir trabajando no solo por Zerzura, sino que por aquellos que necesitaban su ayuda.

Tal vez era imposible ayudar todos, pero Aurora estaba conforme en aportar su grano de arena.

"Por cierto, James me informó de algo que escuchó por su parte." Dijo Alice con un tono serio y activando la barrera del edificio para impedir que alguien escuchara, agregó. "Se trata de…"

La expresión de Aurora tembló al escuchar esas noticias que solo podían ser clasificadas como 'malas noticias'.

Unas muy malas noticias.

"Lamentablemente por ahora no tenemos demasiada información, pero creo que si buscábamos en los registros tal vez encontremos algo." Declaró Alice observando la seriedad que Aurora emanaba y como luego suspiraba.

Esa información no era algo que se 'escuchaba' con tanta facilidad y era un asunto pesado que la superaba por completo.

Era al nivel de que se preguntaba como lo descubrieron.

Aun así…

"No es algo que podamos interrumpir y tampoco es algo que se pueda ocultar. Es muy seguro que las iglesias se muevan y actúen." Supuso Aurora tras pensarlo detenidamente.

Un asunto de tal magnitud como este, era muy probable que pronto fuera revelado a los dirigentes importantes y luego al mundo.

No, tal vez algunos ya lo sabían, era por eso que ellas lograron conseguir la información.

De todas formas…

"No podemos intervenir en 'eso', solo prepararnos para lo peor. Por ahora solo encarguémonos de la misión Asalto." Dijo Aurora y al ver que su amiga asentía, agregó. "Mañana los estudiantes conocerán a los demás equipos y tendrán un entrenamiento con ellos."

En vez de preocuparse, prefería ocuparse.

"Eso es lo mejor, no hay demasiado tiempo para organizar todo." Comentó Alice por su parte y frunciendo el ceño, declaró. "Además, faltan unos días para que termine el mes y ellos tienen que volver a la academia."

Por su mirada, Aurora sabía que también estaba preguntando sobre qué harían ellas.

Dando un suspiro por todos los problemas, Aurora notó como el grupo estaba regresando trayendo algunas máscaras blancas del concierto con ellos.

"Solo vamos paso a paso." Respondió Aurora y tomando a su amiga de la mano, agregó. "Ahora vamos a divertirnos un poco esta noche y si quieres puedes volver a cenar."

Había bastantes cosas que hacer, pero pensarlo demasiado ahora sería problemático, agotador y poco eficiente.

Hoy era un momento de descanso.

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