El colapso se acercaba rápidamente.
Todas y cada una de las gotas de esa lluvia de sangre fresca, como si fueran manos malévolas de destrucción sublimes, arrasaban la ciudad.
Dondequiera que las gotas tocaran, era atravesado con menor resistencia que el filo de una cuchilla cortando papel. La propagación destructiva demolió los edificios, y las secuelas, a su vez, extendieron más colapso a su alrededor.
_Subaru: ¡¡Aaaaaaaaaa!!
_Emilia: ¡—!
Plenamente consciente de que exprimir el aliento de sus pulmones no servía para nada, Subaru continuó impulsándose con todas sus fuerzas. Corriendo a su lado a un ritmo similar estaba Emilia, cuyo brillante pelo plateado revoloteaba por el aire, manteniendo su boca bien cerrada.
Sin embargo, los canales de agua característicos de la idílica ciudad de agua se extendían desde donde ellos estaban hacia todas las direcciones.
En pocas palabras, estaba resultando difícil encontrar un camino recto para escapar adecuadamente. Los canales de agua se extendían frente al dúo que corría, mientras que la destrucción de la parte posterior amenazaba con tragarse a ambos.
_Subaru: ¡Cuidado!
_Emilia: Aunque sea un tanto arriesgado… ¡Subaru, agárrate!
Subaru levantó la voz al ver que su ruta de escape se cortó, pero Emilia inmediatamente concibió una noción diferente. Sin dudarlo, él tomó la mano extendida que ella le ofreció y en ese mismo momento, el aire circundante se enfrió.
Justo después del corto canto de Emilia, muchas pequeñas luces aparecieron.
Era el efecto tanto de la magia nacida de la fuerza prestada por los espíritus, como del poder de la propia Emilia, actuando juntos.
_Emilia: ——¡Por favor, todos!
Cuando Emilia lo pidió, de cada punto luminoso surgió una luz azul hacia abajo.
En el siguiente instante, el suelo a sus pies fue cubierto inmediatamente de blanco, en un abrir y cerrar de ojos todo un mundo de escarcha se extendió. Las calles se congelaron y Subaru estuvo a punto de gritar mientras las suelas de sus zapatos se deslizaban ferozmente.
El cuerpo de Subaru fue jalado hacia adelante mientras sus pies patinaban.
_Subaru: ¡¿Oouh?! ¡Es increíble, Emilia-tan! ¡Qué inteligente!
_Emilia: ¡Es difícil controlarlo, así que no me sueltes la mano!
La mano derecha de Emilia y la mano izquierda de Subaru, quien alzó su mirada, estaban agarradas. Y justo antes, la mano izquierda de Emilia lanzó hacia el frente un carámbano.
Congelando el suelo y lanzando un carámbano de hielo, Emilia tomó prestada la fuerza propulsora de su magia, acelerando su escape. Aún más sorprendente era el camino de hielo formado por los espíritus en el aire.
En el borde del canal de agua frente a ellos se había formado algo así como un salto de esquí, y el dúo formado por Subaru y Emilia, deslizándose con su impulso acumulado, surcaron sobre el canal.
_Subaru: ¡I~iyahhaa!
Al otro lado del canal de agua se había creado otra pendiente de hielo. Mientras Emilia aterrizaba y patinaba sobre ella, Subaru alabó honestamente su habilidad.
_Subaru: ¡NICE, Emilia-tan! ¡Me enamoré de ti otra vez!
_Emilia: ¡Pero… no se me ocurre una forma de parar! ¡¿Qué deberíamos hacer?!
_Subaru: ¿Eh?
Emilia ya había liberado el carámbano, pero el impulso que quedaba era suficiente para causarles un daño inevitablemente alto si chocaran contra un obstáculo. La magia de hielo de Emilia no podía hacer algo tan conveniente como un cojín para amortiguar el fuerte impulso que llevaban.
Mientras tanto, el dúo se acercaba cada vez más a una pared. Momentos antes del impacto, sintiendo la mano de Emilia apretando la suya, Subaru inmediatamente tomó una decisión.
_Subaru: ¡Emilia-tan! ¡Instala una CURVE!
_Emilia: ¿Cu—cur-ve?
_Subaru: ¡Un tipo de pared suavemente torcida! ¡Como un círculo!
Al oír el grito desesperado de Subaru, Emilia obedeció dócilmente con su magia.
Justo delante de ellos deslizándose, se formó una suave curva y siguiendo a lo largo de ella mientras giraban ampliamente, los dos evitaron el impacto.
_Subaru: ¡Eso es! ¡No dejes que la CURVE se interrumpa! ¡Círculo—! ¡Círculo—!
_Emilia: ¡Ci-círculo círculo—!
Así, girando ampliamente, la curva de hielo se prolongó.
Visto desde arriba, se creó una pared de hielo en forma de espiral y los dos cuerpos que llegaron al punto medio perdieron la velocidad suficiente para detenerse con seguridad.
_Subaru: Uff… Después de desperdiciar un montón de la magia de Emilia-tan, de alguna manera lo logramos.
_Emilia: ¡Más importante, el ataque de antes!
Después de detenerse, Subaru dejó escapar un suspiro y Emilia golpeó su formación de hielo con la mano y la destrozó. Al ver el hielo triturado convirtiéndose en partículas de maná, Subaru se giró para ver los rastros de la destrucción de la que huyeron, y entonces un escalofrío recorrió su espalda.
Centrado alrededor de la torre en la que se había originado el ataque de Regulus, el escenario de la ciudad había cambiado.
La destrucción era severa, especialmente cerca del centro, donde los impactos de la sangre se habían intensificado. Los rastros variaban a medida que se ampliaba la circunferencia de la destrucción. Aun así, pocos edificios mantuvieron su forma original. En otras palabras, fue un ataque con un área de efecto anormalmente alta.
En la ubicación de Subaru, el ataque había cruzado el canal de agua y llegó hasta allí. El hecho de que apenas haya fallado en alcanzar a Subaru fue el resultado de la casualidad y de un escape desesperado――o tal vez no.
_Subaru: Reinhard.
En el edificio donde Regulus había estado hasta ese momento, ahora no había nadie.
En cambio, en su vecindad se levantaba un humo espeso y resonaba el sonido de una destrucción tremenda.
Regulus sonrió, desgarrando al dragón de agua y rociando su sangre.
En ese momento podía ver dos pequeñas siluetas tratando desesperadamente de escapar por un callejón.
Qué insignificante; qué mezquino; en verdad, qué trivial.
Riéndose burlonamente mientras la sangre que esparcía arrasaba la ciudad, él esperaba ansiosamente el momento en que la destrucción alcanzara al dúo que huía.
Una prostituta y un violador. Para ellos, morir por una lluvia de sangre era adecuado.
_Regulus: ¡Dispérsense! ¡Salpiquen! ¡Malditos demonios atroces que pisotearon mi corazón!
_Reinhard: —Mis disculpas, pero no puedo dejarte hacer eso.
Inmediatamente después de declarar su rabia y victoria con esas palabras, Regulus se vio sorprendido por una voz que hablaba cerca de su oído.
Al darse la vuelta, vio una cabeza pelirroja con la apariencia de llamas avivadas por el viento.
_Regulus: ¡Qué tonto te ves! ¡Cuánto afán por meterse en el camino del amor de alguien!
_Reinhard: Si tu método fuera correcto y respetaras la voluntad de la otra persona… o si una vez rechazado pudieras prometer que te retirarías limpiamente, entonces no dudaría en darte ánimos.
Ante la voz enfurecida de Regulus, Reinhard respondió con una risa y una burla.
Aunque esa postura que siempre era tan compuesta era odiosa, lo que ahora se apoderó de los sentimientos de Regulus fue una sospecha inexplicable. —Es decir, el pie de Reinhard, quien se acercó hasta allí de un solo salto.
Ciertamente, esa pierna derecha había sufrido una grave lesión alrededor de su espinilla.
Aunque no había sido completamente arrancada, no era una exageración decir que estaba sujeta al tobillo con una simple tira de piel. Su pierna no había quedado en condiciones de soportar ni siquiera caminar y mucho menos luchar.
Que hubiera logrado sobreponerse a ese estado significaba…
_Regulus: Qué odioso. Además de la esgrima, ¿la magia de curación también es tu especialidad? ¿Cuánto has pisoteado los corazones de los demás con todos esos talentos tuyos que son mejores que los de otras personas? ¡Te sientes bien destrozando los corazones de los demás sin siquiera intentarlo, ¿verdad?!
_Reinhard: De todos tus malentendidos, definitivamente te corregiré uno.
Reinhard se movió, el viento sonó mientras él giraba su cuerpo.