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Por favor, ayúdelo.

Ella se secó las lágrimas y se dio palmaditas en las mejillas.

Después se pasó los dedos a través de su despeinado cabello, tratando de arreglarlo, y alisó las arrugas de su ropa.

Se preguntaba si su cara se veía horrible ahora mismo.

Puck normalmente estaría aquí para comentar sobre la apariencia de Emilia, pero él ya no estaba. Sin embargo, el cristal deformado que Garfiel le dio la tranquilizaba con su luz tenue.

_Emilia: ...No nos veremos por un tiempo.

El cristal de su mano drenaba el maná de las yemas de sus dedos.

Era un Gran Espíritu sin contrato, y únicamente estaba descansando allí dentro del ancla, pero aun así exigía una increíble cantidad de maná. Si Subaru o Garfiel hubieran pasado un día entero satisfaciendo ese drenado de maná, podrían haber terminado completamente secos.

Pero incluso la fuerza de este drenado de maná palidecía en comparación con los vastos depósitos de maná de Emilia.

Emilia había recuperado sus recuerdos y había recordado que podía usar magia sin la ayuda de un espíritu. Cuando ella enfocaba su atención en su propia Puerta, sentía la extraordinaria corriente de maná circulando a través de ella.

Emilia había sido la razón por la que Puck podía manifestarse en la realidad. Puck se jactaba de que eso sucedía reuniendo y absorbiendo maná del ambiente, pero lo más probable era que una gran parte de la hazaña se debiera a los olvidados depósitos de maná de Emilia.

Todo ello, para que Emilia no tuviera que enfrentarse a sus recuerdos olvidados.

_Emilia: Realmente eres demasiado sobreprotector.

Con una leve sonrisa, Emilia golpeó el cristal con el dedo.

Tal vez en protesta, o tal vez sonriendo irónicamente, el cristal brilló con su tenue luz como respuesta.

_Emilia: ...Bien. Sí, todo está bien ahora.

Su humor también se había calmado considerablemente.

Pensar en Fortuna o en Juice hacía que le doliera el corazón y, si bajaba la guardia, definitivamente terminaría llorando de nuevo.

Pero Emilia no podía quedarse amilanada para siempre.

Ella tenía cosas que hacer. Y seguramente esas eran cosas que Fortuna y Juice esperaban de ella, y deseaban de ella.

Ella salió de la habitación de la Prueba, y caminó a través del pasillo de piedra hacia la salida.

Quedaban dos Pruebas. Superar la primera Prueba no era suficiente para abrir la puerta de la cámara. Seguramente ella necesitaría completar todas las Pruebas para abrirla.

Emilia no tenía claro cuáles eran los requisitos para que la próxima Prueba empezase.

¿Salir y entrar en la Tumba otra vez? ¿Quizás esperar un momento?

En cualquier caso, la Prueba no comenzó sin piedad durante el tiempo que ella pasó llorando haciendo su luto. Así que parecía que el requisito era volver a entrar.

_Emilia: ¿Qué hago si Echidona me hace algo malo ?... Creo que ella estaba muuuy enfadada al final.

"Te odio", dijo ella. "Pero yo realmente no te odio", contestó Emilia.

Parte de ese comentario había sido como venganza contra Echidona y su constante menosprecio hacia ella, pero, considerando que esta bruja era quien dirigía las Pruebas, quizás habría necesitado tener un poco más de autocontrol.

_Emilia: Ojalá no te enfades demasiado.

Mientras rezaba por la buena conducta de Echidona, Emilia se dirigió al exterior de la Tumba.

La luz de la luna que se vislumbraba al final del pasillo le informó de que había llegado a la salida.

Ella instantáneamente se olvidó de Echidona por ahora y alzó la cabeza con ánimo.

Ese pasado que recordó no era nada insignificante.

Todavía no parecía real, pero definitivamente fue un evento enorme e inalterable que formaba parte de los cimientos del personaje llamado Emilia.

Pero, por ahora, ella sólo quería informar a la gente que creía en ella de que había superado la Prueba.

Ver a la persona que dijo: "Puedes hacerlo", y decirle: "Lo hice".

Entrecerrando los ojos bajo la deslumbrante luz de la luna, Emilia salió de la Tumba—

_???: Doy la bienvenida a vuestro regreso, Emilia-sama.

Saludada en la plaza por Ram, quien le hacía una reverencia, y sin ninguna otra persona a la vista; Emilia ladeó la cabeza.

※ ※ ※ ※ ※

— Retrocederemos un poco en el tiempo, hasta cuando Emilia comenzó su Prueba.

Mientras recorría el camino hacia la cabaña donde Roswaal se recuperaba, con la intención de verificar los motivos de aquel tipo, Subaru contuvo el aliento y se detuvo.

Él se dio cuenta de que Garfiel, caminando a su lado, también tenía los ojos abiertos, claramente sorprendido. Para él, esta situación realmente debía ser algo inesperado.

Subaru había imaginado de antemano algunas circunstancias y posibilidades, pero incluso él no pudo ocultar su sorpresa. Mientras sentía cierta compasión por Garfiel, Subaru suspiró al ver el personaje que bloqueaba su camino,

_Subaru: Creí que estarías por aquí... pero verte realmente hace que me sienta un poco derrotado.

_???: ¿En serio?, eso es una sorpresa. Según lo que dijo Ros-bo, tienes ojos para ver a través de todo, Su-bo.

_Subaru: Ese solo es él anticipando de más. En serio, ¿cuán grandes son sus estimaciones de mí?

Desde la perspectiva de Roswaal, ya que él era consciente del Retorno de la Muerte —o, mejor dicho, de su habilidad para rehacer las cosas— tal vez todo le parecería las acciones de un dios omnipotente.

Pero el poder no era tan infalible. No proporcionaba absolutamente ninguna ayuda en la recuperación de las cosas preciadas que ya se habían perdido. Era ese tipo de poder infeliz.

Entrecerrando sus ojos, la chica de pelo rosado —parecida a la Lewes de la que se separaron fuera de la Tumba, una de las dobles de Lewes Meyer— sonrió maliciosamente.

Subaru había predicho su existencia y su reacción fue únicamente bajar los hombros, pero la reacción de Garfiel fue dramática. Sus ojos se abrieron de par en par mientras observaba el rostro de su abuela,

_Garfiel: ¿Qué demonios...? ¿Por qué demonios hay otra abuelita aquí? Solo hay una abuelita que puede hablar, y el resto son aquellas que tienen la cara de abuelita bajo mis órdenes...

_Lewes: Todo tiene sus excepciones... Cierto. Si decimos que la Lewes que Gar-bo conoce cómo la representante del Santuario es la supervisora del lugar, entonces yo sería la administradora de las funciones del Santuario. La voluntad heredada de Lewes Meyer, que protege continuamente el lugar.

_Subaru: Entonces, hablando en términos del sistema, tú estás en contra de la libertad del Santuario. Pensé que era raro que ninguna de las Lewes estuviera en contra de la liberación y de incitar a Garfiel. Así que quien secretamente tomó ese papel... fuiste tú. — Lewes Omega.

No fue Lewes quien reaccionó al nombre, sino Garfiel. Él miró a Subaru, dudoso.

_Garfiel: ¿Ohmegah? ¿Qué demonios es eso, Capitán? Ese nombre.

_Subaru: Cuando hay varias de ellas y no las diferencias, es difícil mantener a las Lewes-san en orden. Así que, por conveniencia, llamamos a las Lewes-san que conocemos como: Alfa, Beta, Sigma y Theta. Pero ahora obviamente hay una quinta Lewes-san, OMEGA. ¿No te emociona?

_Garfiel: No, sólo quiero decir que ese nombre es demasiado genial para la abuelita... No es justo.

_Subaru: Vamos, no digas eso. Sí llegan a haber más de ti, también les daré nombres asombrosos.

_Garfiel: Pero de mi asombroso ser sólo puede haber uno...

Parecía que la capacidad para dar nombres de Subaru había atraído intensamente a Garfiel. Los dos reconocieron este inesperado punto que tenían en común mientras Omega suspiraba.

_Omega: No me importa cómo me llamen, pero ustedes me están dejando a un lado para tener una charla feliz. ¿Desde cuándo son tan buenos amigos?

_Subaru: Los hombres que intercambian puñetazos con el sol de la tarde como telón de fondo siempre son amigos. Incluso si acabó siendo un enfrentamiento de cuatro contra uno. ¿Verdad, Garfiel?

_Garfiel: Parece que ya no sientes vergüenza alguna, Capitán.

Parecía que Garfiel todavía no podía estar de acuerdo con perder debido a la ventaja numérica, pero viniendo de él, aquella respuesta era bastante pobre. Sin embargo, las bromas para ganar tiempo y pensar acababan aquí.

Subaru se enfrentó a Omega. Ella se acarició su largo cabello.

_Omega: La mirada de tus ojos ha cambiado. No es la de un niño que baja su guardia.

_Subaru: Que me traten como un niño esta vez no se siente nada mal. Omega-san, ¿lo he entendido bien? Tú no eres como las demás Lewes-san, ¿no tienes una rotación? No quiero que también aparezcan Gamma (γ), Ampersand (&), Dólar ($) y Grilla (#).

Subaru comenzó a listar cualquier signo que se le ocurriera. Los ojos de Garfiel brillaron.

Mientras Subaru ignoraba conscientemente la mirada de admiración del chico de catorce años, Omega se llevó una mano al pecho.

_Omega: No te preocupes. Yo soy la única que tiene el papel de guardiana. Sin lugar a dudas, soy la última Lewes en el Santuario con algún sentido de voluntad.

_Subaru: ¿No vas a retractarte de ese comentario? A juzgar por lo que sé, podrían aparecer hasta 20.000 personas con el mismo rostro.

_Omega: Vaya, eso tiene que ser una exageración. El Santuario no podría sostenernos.

Con sus peores temores desvanecidos, Subaru se relajó.

Él frunció el ceño ante la tranquila Omega.

_Subaru: Es decir, es agradable que nos estés diciendo quién eres, pero... ¿qué pasó? Con lo mucho que te han tratado como una joya escondida hasta ahora, pensaba completamente que estarías en las sombras. Entonces, ¿por qué apareces ahora de repente?

Su comportamiento era evidente, estaba muy tranquila, pero no había razón alguna para ello.

Ante la pregunta de Subaru, Omega dijo "Es simple", y mostró una sonrisa derrotada.

_Omega: La paz entre tú y Gar-bo significó que descubriste que yo existo. Puede que no lo hayas dado por hecho, pero en cuanto pensaste que tal vez ella existe, yo perdí. Aparecí pensando que debería portarme bien y enfrentarme a mi juicio.

_Subaru: Decir "enfrentarme a mi juicio" realmente es una exageración... Pero tiene que haber algo más que eso, ¿cierto?

Si Omega quería seriamente conseguir sus objetivos, seguramente podría haber jugado más cartas. Incluso si el grupo de Subaru sospechaba de su existencia, hasta que lograran encontrarla, ella seguiría teniendo la ventaja.

_Subaru: Llámalo guerra de guerrillas o lo que sea, pero mientras quisieras ser un obstáculo, podrías seguir siéndolo. Tu papel como comodín era perfecto para eso. Roswaal ha omitido mencionar tu existencia todo este tiempo, y—

_Omega: El estado de Ros-bo es parte de la razón por la que me presento tan amablemente.

_Subaru: ¿El estado de, Roswaal...?

Los ojos de Subaru se abrieron de par en par. Omega sacudió la cabeza.

Había algo sarcástico y arrogante en esa actitud.

_Omega: Dale un vistazo a Ros-bo mientras se esconde en su habitación ahora mismo, y descubrirás de inmediato por qué creo que él simplemente se está rindiendo. Y especialmente cuando yo le estaba ayudando como la cuidadora del Santuario, con la idea de que él dirigiera el lugar de forma correcta... Pero eso no va a pasar con eso.

Ya que Subaru conocía a las demás Lewes, le pareció que el comentario abatido de Omega era bastante duro.

Tal vez Garfiel también interpretaba su comentario como algo estricto, ya que no interfirió con la inquebrantable opinión sobre Roswaal que ella tenía.

Omega tenía la tarea de ser la gerente y cuidadora del Santuario. No estaba claro cuándo tuvo ese papel por primera vez, pero, probablemente, había estado activa desde hacía mucho más tiempo que Alfa y las demás. Su actual actitud pudo haber sido construida durante todo ese tiempo.

A pesar de todo,

_Subaru: No importa lo que hayas estado haciendo hasta ahora, ¿podemos suponer que ya no te interpondrás en nuestro camino nunca más?

_Omega: Bueno, de acuerdo a los protocolos de funcionamiento adecuado de este lugar, todavía hay muchas cosas con las que debería interferir. La liberación del Santuario no es lo que Lewes Meyer deseaba... pero, los tiempos cambian. Si la época hace que el Santuario deje de ser necesario, entonces mi papel tampoco será necesario. Lo que me ha mantenido en marcha hasta ahora es esencialmente el pensamiento de que no quiero ser dejada atrás.

La voz de Omega sonaba triste, con preocupación por el final de su papel. El puesto que había ocupado durante tanto tiempo estaba llegando a su fin.

Subaru no sabía exactamente qué sentía Omega cuando recordaba su vida. Aunque una buena parte sería un sentido de voluntad y resolución, tal vez también habría un sentido de liberación destrozado.

_Garfiel: Eres testaruda, ¿no? Eso es algo bueno, abuelita.

Omega cruzó los brazos y miró a Garfiel mientras él chasqueaba los colmillos.

_Garfiel: Me ocurre lo mismo. Fui terco como tú, abuelita Omega. Mi caso era aún peor que'l tuyo. Pero el Capitán usó su fuerza, usó sus números y destrozó toda mi maldita terquedad. Mi asombroso ser estaba pensando honestamente "¡Al carajo con esto!"... pero, rayos, ahora me siento renovado.

_Omega: Gar-bo...

_Garfiel: Es lo que dijo el Capitán. Que'l Santuario ya no tenga la barrera no significa que'l mundo en el que vivimos desaparecerá. El Santuario desaparecerá, y todo el mundo exterior se convertirá en el Santuario. Y allí, ustedes y mi asombroso ser tenemos muchas cosas que podemos hacer.

Ante las declaraciones de Garfiel, Omega miró hacia abajo, pensando.

Su expresión perdió su ansiedad y sus cejas se alisaron. Ella parecía estar escudriñando las palabras de Garfiel, y él asintió con la cabeza.

Subaru tocó el hombro de Garfiel.

_Subaru: Garfiel, ¿tienes... fiebre o algo así? Estás diciendo cosas súper inteligentes y súper embarazosas.

_Garfiel: Capitán. ¿En serio crees que tengo suficiente cerebro para pensar algo así? El 80% de lo que acabo de decir son palabras dichas por ti.

_Subaru: ¿En serio? ¿Yo dije eso? Nononono, espera, oh mierda, mortificación tardía.

Garfiel suspiró asombrado mientras Subaru se agachó en el suelo, con las orejas rojas. Luego volvió a mirar a Omega y extendió su brazo, haciendo el gesto de un camino abierto.

_Garfiel: 'Ntiendo lo que dices, abuelita Omega. Básicamente, respondiste a lo que iba a preguntar. Ahora sólo queda cuestionarse sobre el infame plan y aparecer en persona para ver al imbécil a quien se le ocurrió.

_Omega: Todo lo que quieras hacer... Me pregunto qué haré.

Murmuró Omega. Subaru observó su acuerdo.

Omega había mantenido su existencia en secreto. Ni siquiera Alfa y las demás Lewes se fijaron en ella o en lo que estaba haciendo. Ahora que su papel había terminado, Omega podía aparecer en público por primera vez.

_Subaru: Si vas a la Tumba, Ram y el grupo de Alfa-san... no, ahora mismo debería ser Theta-san. Ellos están esperando allí. Probablemente ya se han dado cuenta de lo que está pasando, así que ve y habla con ellos.

_Garfiel: ¿Ellos se dieron cuenta de lo que está pasando? Maldita sea, ¿en serio? Mi asombroso ser no entiende nada de esto.

_Subaru: Eso es porque tu cabeza funciona más lento que la de los demás.

En realidad era más desconcertante que no se hubiera percatado, incluso después de la anterior conversación. Todas esas veces que las acciones instintivas de Garfiel impedían las actividades de Subaru en el Santuario flotaron a través de su mente.

En cualquier caso, la preocupación de Omega probablemente era innecesaria. Theta sabía que había muchos duplicados de ella misma, y Ram probablemente también sabía acerca de los duplicados. Ellos la aceptarían.

Así que el problema era,

_Subaru: La mente maestra del infame plan, una conversación cara a cara con el jefe payaso.

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