—Compañero Daoísta..., te has equivocado de persona —respondió Hada Lichi de forma subconsciente—. No soy el Maestro Inmortal Trigrama de Cobre, soy Hada Lichi.
En ese momento, cuando su maestra le dio ese nombre Dao, se sentía muy avergonzada cada vez que alguien la llamaba por ese nombre. Pero después de escucharlo durante tanto tiempo, se acostumbró. Si se llamaba Lichi, que así fuera. Al menos, era mucho mejor que el nombre de su hermana junior, Hada Nectarina.
—¿Hada Lichi? ¡Ajajaja! —Deng Yima se echó a reír—. No pensé que te negarías a reconocer tu propio nombre Dao. De todos modos, ¿por qué no te llamaste Hada Cereza mientras estabas allí? Y si tú eres Hada Lichi, ¡yo soy el Sacerdote Daoísta Piña!
—Hada Cereza es mi hermana junior, y el Sacerdote Daoísta Piña es mi hermano sénior —respondió con calma Hada Lichi.
—... —Deng Yima.
Poco después, se enfureció y dijo.
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