Lu Xinyi regresó a su puesto y se dejó caer al suelo mientras esperaba que los jueces terminaran la segunda ronda. Surya Rathore se sorprendió al verla cansada y exhausta.
—¡Hermana Lu! ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Debería llamar a un médico? —dijo, en pánico. Había visto como hizo los fideos a mano y estaba impresionado con su técnica para amasar. Una vez había visto el mismo espectáculo en una demostración en vivo sobre cómo hacer fideos a mano en uno de los restaurantes que habían visitado en el norte.
—No te preocupes —dijo dedicándole una sonrisa débil y sacudiendo la cabeza—. Estaré bien.
Necesitaba descansar. Podía sentir sus manos temblando y se preguntó si afectaría su próximo plato. Todavía había examinados presentando y sirviendo sus platos, y pensó que tal vez todavía tenía tiempo suficiente para tomarse un descanso.
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