Capítulo 3 - El genio mágico

Lin Li se quedó en las Montañas del Ocaso durante el mes siguiente. Aparte de guiar ocasionalmente a Andoine en farmacia, pasó la mayor parte de su tiempo aprendiendo magia. Descubrió que tenía un don para la magia, e incluso el viejo Andoine, que había vivido durante más de cien años, tuvo que admitir que nunca había visto a alguien con un talento tan excepcional para la magia como Lin Li.

Lin Li dominó tres tipos de magia elemental en tres días. Ese increíble progreso hizo que Andoine dudase si había justicia en este mundo. Había pasado un mes en meditación y había sido elogiado por su maestro por ser un genio en eso. Entonces, ¿qué sería del chico frente a él? ¿Era un monstruo o un maníaco?

Solo Lin Li sabía cómo había llegado a poseer ese don casi demoníaco para la magia. Probablemente tenía algo que ver con los atributos del mago pitufo: altos niveles de habilidades mentales e intelectuales. Fue gracias a esos atributos demoníacos que pudo entender fácilmente hechizos altamente complejos y organizar elementos mágicos sin esfuerzo, como si hubiese nacido sabiéndolo. Podía recitar cualquier hechizo complejo con facilidad con solo escucharlo una vez y aprender el orden de los elementos mágicos en el menor tiempo, sin importar lo difíciles que fuesen.

Andoine dejó de enseñarle nuevas habilidades mágicas cuando dominó la décima magia elemental. En cambio, le hizo practicar la secuencia de los diez elementos.

Aunque el tedioso entrenamiento hacía que uno perdiese el interés rápidamente, Lin Li no mostró signos de molestia. Sabía muy bien que, a pesar de ser un terrible farmacéutico con mal genio, el viejo Andoine sin duda era una figura autorizada en el campo de la magia. Era posible que sus opiniones no fuesen precisas, pero era mucho mejor que estar él solo, un aficionado, que andaba a tientas solo.

El tedioso entrenamiento continuó durante un mes, hasta que una mañana...

Como cualquier otro día después del desayuno, Lin Li reanudó su entrenamiento en secuenciación elemental.

Esa no era la forma convencional de entrenamiento mágico. Por lo general, el mago comenzaría con la secuenciación de los elementos mágicos, y luego desataría la magia recitando un hechizo. Pero Andoine había adoptado un enfoque diferente en su forma de enseñar. Hizo que Lin Li convocase los elementos mágicos y los ordenó haciendo uso de la fuerza mental. En lugar de desatar la magia a través de los hechizos, los mezcló e hizo que Lin Li repitiese todo el proceso repetidamente hasta que su fuerza mental finalmente desapareció.

Otros días, Andoine se mantenía ocupado en el laboratorio farmacéutico después del desayuno. Sin embargo, ese día se quedó en su habitación y observó silenciosamente a Lin Li entrenar. Eso le hizo sentir incómodo por ser observado, así que se detuvo, miró al viejo mago y le preguntó: —¿Has aprendido la fórmula de la poción de claridad que te enseñé hace unos días?

—Uh, todavía no...

Andoine se puso rojo de vergüenza cuando se le preguntó acerca de la poción de claridad. De hecho, en comparación con el extraordinario don de Lin Li en la magia, no tenía nada que demostrar con respecto a su talento en farmacia. Lin Li había demostrado más de diez veces la elaboración de una simple poción de Claridad, pero a día de hoy, todavía no podía entenderla. De hecho, casi causó una explosión en el laboratorio el día anterior. Sin importar lo insensible que fuese, se sonrojó involuntariamente ante la mención del tema.

—¿Estás bien? ¿Por qué no has podido dominarla todavía?—su expresión, que era claramente la de alguien que esperaba algo mejor de Andoine, hizo que este último deseasetener un agujero donde meterse—. Entonces, ¿a qué estás esperando aquí en lugar de volver al laboratorio? ¿Necesitas que te lo demuestre otra vez?

—No la necesito, la estudiaré yo sólo...—Andoine se frotó las manos con torpeza. Tras de unos momentos, pareció recordar su objetivo. Poniendo cara seria, dijo—: Umm... No hablemos de esto hoy, tengo algo que decirte.

—¿Oh?

Habían estado juntos durante más de un mes, pero esa era la primera vez que veía a Andoine tan serio. No pudo evitar la curiosidad.

Salieron de la cabaña de troncos. Andoine pensó durante un rato, antes de preguntarle a Lin Li: —¿Sabes por qué dejé de enseñarte nuevos hechizos y en vez de eso practicaste la secuenciación elemental?

—No—respondió honestamente—. No sé nada de magia de todos modos. Solo practicaré lo que me digas, tú no me harás daño, ¿verdad?

—Hijo, al menos tienes algo de conciencia—asintió con satisfacción, con una sonrisa de alivio en su rostro envejecido—. He vivido durante más de cien años y nunca he visto a nadie con un tanto talento como el tuyo. Eres un monstruo, hijo. Creo que incluso el legendario Geresco no podría tener más talento que tú.

—¿Geresco?

Sabía que estaba dotado, pero nunca habría imaginado que sería tan poderoso. Sabía más o menos por el anciano quién era Geresco. Era el mago más poderoso de la Edad Oscura, el más fuerte de los mortales,el más cercano a lo divino. El Dios de los Magos, que derrotó sin ayuda a toda la Legión Mágica de los Altos Elfos. Él nunca podría haber imaginado que sus propios dones mágicos fuesen tan fuertes.

—Pero no te emociones demasiado de momento —al ver lo desconcertado que se veía Lin Li, el viejo mago se rio—. El talento es una cosa, pero los logros son otra. Por lo que veo, eres inferior a Geresco en al menos dos formas. En primer lugar, no estás lo suficientemente centrado. En la magia, solo las personas que están absolutamente centradas pueden lograr un verdadero éxito. Demasiado conocimiento a veces no es una virtud. Tomemos la farmacéutica como ejemplo, tú sabesmás que esos viejos miembros de la Asociación de Farmacéuticos a una edad tan temprana. Si inviertes mucha energía en farmacéutica, ¿cuánto tiempo tendrías para estudiar magia?

—Lo que es realmente mortal es el segundo aspecto: te has expuesto a la magia demasiado tarde. Según los registros de la Edad Oscura, Geresco nació en una familia de magos. Sus padres eran magos famosos de la Edad Oscura. Él estuvo expuesto a la magia desde su nacimiento; cuando llegó a tu edad, ya había superado los estándares de un Tirador Mágico, y tú estás empezando ahora a aprender el nivel más bajo de la magia. Aunque un comienzo tardío puede ser compensado con talento, no te da una base lo suficientemente sólida. No hay atajos en el mundo de la magia, y todos los hechizos poderosos no son más que palabras, todo hasta que se establezca una base sólida.

—Es por eso que dejé de enseñarte nueva magia—en ese punto, Andoine se riocon aire culpable—. En realidad, al principio, solo quería hacer un intercambio. Tú me orientarías en la farmacia y yo te ayudaría con la magia. Aunque no sea de mucha ayuda, no te supondrá un problema para ti alcanzar el nivel deTirador Mágico dentro de diez años.

—Pero pronto me arrepentí. Tu talento es demasiado grande, ese talento puede no aparecer durante miles de años. No puedo soportar ver que vas por el camino equivocado, así que en lugar de enseñarte nuevos hechizos, te dejo practicar la secuencia más básica de elementos todos los días. Nunca subestimes la práctica tediosa. Cada mundo tiene sus propias reglas, y el mundo de la magia no es una excepción.

Después de más de un mes en ese mundo desconocido, Lin Li sintió calor por primera vez. Se inclinó respetuosamente ante Andoine y dijo: —Gracias.