El juramento de Aiwai

El sistema terminó de buscar en el alma del hombre con orejas de oso, pero en ese momento, los ojos del hombre parecían carecer de vida, técnicamente estaba vivo, pero el daño a su alma era demasiado grande, nunca sería capaz de hablar o pensar de nuevo.

Incluso su nivel se había vuelto inútil, sin una mente para controlar esa energía, la cual había provocado miedo a todos en el área que él controlaba, no era capaz de matar ni siquiera a una hormiga.

Los lacayos que apoyaban la formación no estaban mejores que él, habían perdido demasiada esperanza de vida, y algunos de ellos ya se veían como viejos.

Sin embargo, ese no era el problema principal ya que los diez lacayos de Rango 7 todavía tenían una esperanza de vida más que suficiente. El verdadero problema para ellos fue que el sistema los atacó después de terminar con el hombre con orejas de oso, el sistema era despiadado, cualquier cómplice sufriría sin excepciones.