Extra 19: El mundo he de cambiar (25)

"Esa es una excelente pregunta" - sonrió Kurama mientras miraba a la sacerdotisa - "¿Cuál crees que es la respuesta?"

"No lo sé, es por eso que pregunto" - respondió Kikyo con el ceño fruncido.

"Estoy seguro de que tienes algunas hipótesis" - la sonrisa de Kurama se mantuvo mientras decía esto.

"Control mundial suena inútil porque podrías hacerlo solo" - dijo Kikyo mientras fruncía el ceño.

"¿Tal vez disfrute de conquistar con mi familia a mi lado?" - musitó Kurama mientras miraba con curiosidad a la chica.

"Tampoco creo estés buscando más poder" - dijo Kikyo mientras entrecerraba los ojos.

"Todos buscan poder, de una forma u otra" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros.

"Este mundo tampoco tiene riquezas" - continuó Kikyo mientras fruncía el ceño - "Al menos no como tu mundo"

"Hmm, bueno, eso es relativo" - respondió Kurama mientras miraba hacia el cielo.

"Tampoco creo que sean mujeres, no cuando tu hija es así de hermosa, eso significa que tus parejas también lo son" - dijo Kikyo mientras miraba detenidamente a su acompañante.

"Hmm, la belleza también es relativa, es posible que mi hija haya sacado su apariencia por mí, y no por su madre" - respondió Kurama mientras levantaba una ceja.

"No, si fuera por mujeres, ya habrías intentado muchas cosas durante nuestro viaje" - dijo Kikyo con neutralidad.

"Creo que estás siendo demasiado narcisita, sacerdotisa-san" - dijo Kurama con desdén - "Además, eres solo una niña desde mi perspectiva"

Kikyo levantó una ceja antes de ignorar el comentario - "¿La perla de Shikon?"

"Por favor, ese objeto es inútil para mí" - bufó Kurama con desdén.

"Pero no para tu familia" - respondió Kikyo mientras comprendía algo - "Tu hija es una Hanyo y acabas de decir que la mayor parte de los habitantes de tu mundo son humanos, eso significa que su esperanza de vida es baja, lo cual hace que tu decisión de conseguir la perla sea mucho más clara, la quieres para poder convertir a tu familia en Yokai, algo similar a lo que desea Inuyasha"

Kurama se quedó en silencio cuando escuchó esto, aunque Kikyo sonrió ligeramente cuando vio la expresión de sorpresa de su compañero de viajes.

"Aunque tengo que darte algunas malas noticias, no puedes simplemente usar la perla para convertir a tu familia en Yokai, más que nada porque la influencia maligna de la perla puede afectarlas más de lo que piensas" - dijo Kikyo con seriedad - "Te recomiendo buscar otro método"

"Tranquila, puedo manejarlo sin mucho problema" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Tengo muchas habilidades, algunas que podrían hacer que me consideraras un dios, como por ejemplo, manipular el alma y revivir a los muertos"

"Solo te estoy advirtiendo de que no pongas todos tus huevos en una canasta, la perla de Shikon no es un objeto fácil de manipular" - respondió Kikyo con calma mientras caminaba hacia un hogar y entraba para poder descansar.

Kurama se quedó en silencio antes de entrar a la construcción principal de esta nueva ciudad.

* * * * *

"Tousan..." - murmuró Izumi mientras suspiraba con pesar.

Habían pasado unos cuantos días desde que la joven Kitsune se había separado de su padre, tiempo que ella había usado para poder pensar un poco más las cosas, aunque seguía sin arrepentirse de su decisión, aunque eso no significaba que no extrañara a su padre, la persona más importante de su vida, la persona que consideraba como su héroe.

"¿A caso hice algo malo?" - se preguntó Izumi mientras miraba el cielo, solo para fruncir el ceño al notar como en la distancia se escuchaban los gritos de la gente pidiendo piedad.

Sin pensarlo dos veces, Izumi salió corriendo en esa dirección, solo para ver una aldea siendo atacada por un sin número de monstruos.

"Tengo que ir a ayudarlos" - dijo Izumi mientras corría al interior del lugar y empezaba a destrozar a todos los Yokai que estaban a su paso, aunque para su desolación, vio que sus acciones eran inútiles porque los monstruos ya habían aniquilado a casi todos los humanos del lugar.

Izumi continuó atacando a las bestias mientras intentaba detectar el aura de las personas para ver si podía encontrar al menos a un sobreviviente.

"Vamos, tiene que haber alguien" - dijo Izumi mientras se mordía el labio y miraba los alrededores repletos de cadáveres de humanos y monstruos - "Estas personas eran guerreros, se nota porque había cadáveres de monstruos mucho antes de que yo llegara"

Izumi continuó avanzando por el lugar hasta que llegó a la casa central de la aldea y escuchó el sonido de gente peleando. Ella abrió los ojos y corrió hacia el interior, donde vio como un extraño hombre que vestía una piel de mandril, estaba matando a uno de los dos últimos humanos vivos del lugar.

"No esperaba tener visitas, mucho menos la hija de ese Daiyokai..." - dijo el hombre en piel de mandril mientras soltaba el cadáver del humano.

Izumi frunció el ceño porque podía sentir un olor repugnante provenir del hombre con piel de mandril, era como una mezcla de muchas criaturas, un cadáver y mucho veneno - "¿Qué eres?"

"¿Qué?" - repitió Naraku mientras soltaba una pequeña carcajada - "Ya veo, desde tu punto de vista no soy más que un "algo" y no un "alguien"..."

Izumi no respondió, ella solo miró con seriedad al extraño que cubría su cuerpo con la piel de mandril.

"Oh, lo siento, mi nombre es Naraku, y soy, bueno, no lo he pensado todavía" - dijo Naraku mientras miraba a la chica desde debajo de su capucha de piel de mandril - "¿Y tú quién eres?"

"Mi nombre es Izumi Uzumaki, hija de Kurama Uzumaki y Mikoto Uchiha" - respondió Izumi con neutralidad mientras se preparaba para atacar.

"Oh, así que tu padre se llama Kurama Uzumaki, es bueno saberlo, al menos ahora sé cómo dirigirme a él cuando lo vea personalmente" - dijo Naraku mientras ignoraba la hostilidad de la chica - "En cuanto a tu madre, supongo que tiene ser parte de un clan humano, aunque no podría importarme menos..."

Naraku intentó decir algo más cuándo sintió la presión del ataque de la chica, así que con un movimiento rápido, él retrocedió, esquivando a Izumi sin mucha preocupación - "No es de buena educación el interrumpir a alguien cuando está hablando"

"No quiero seguir escuchando tu nauseabunda voz" - respondió Izumi con hostilidad - "Solo dime por qué atacaste esta aldea"

"Es porque los habitantes de este lugar son problemáticos" - respondió Naraku mientras se encogía de hombros - "Estoy seguro de que tienes que haber escuchado sobre los cazadores de demonios, los humanos que han entrenado desde su infancia para poder cazar a los de nuestra especie"

"Ser cazadores no amerita que los mates sin piedad" - dijo Izumi con neutralidad.

"Oh, permíteme reírme de tus inocentes palabras" - dijo Naraku con desdén - "Estos humanos matan a los nuestros sin pensar en si son buenos o malos, no importa si el Yokai es inocente y quiere convivir con los humanos, o es un monstruo sediento de sangre, para ellos, todos nosotros no somos más que bestias que deben ser aniquiladas por el bien de la humanidad"

"Pero tú no lo hiciste por el bien de tu corazón" - respondió Izumi con desdén - "Puedo sentir la oscuridad de tu alma"

Naraku solo sonrió cuando escuchó esto - "Si eso es lo que piensas, no hay nada que pueda hacer para hacerte cambiar de opinión, aunque honestamente no podría importarme menos, después de todo, ya cumplí con mi objetivo"

Izumi se lanzó nuevamente contra el hombre cubierto por la piel de mandril, solo para retroceder cuando vio una enorme cortina de humo morado salir expulsada del cuerpo de su oponente.

La chica rápidamente sintió cómo todo a su alrededor empezaba a volverse borroso mientras apretaba los dientes para poder resistir el poderoso veneno.

"No te preocupes, es una mezcla débil que no te causará un daño grave, después de todo, no quiero convertirme en enemigo de tu padre, al menos por ahora" - dijo Naraku con frialdad mientras caminaba lentamente donde la chica - "Escúchame, jovencita, te recomiendo que empieces a pensar mejor las cosas antes de hacer un movimiento como este"

Izumi podía sentir como algo estaba subiendo por su garganta.

Naraku rápidamente retrocedió mientras veía como la chica estaba vomitando una extraña mezcla negra, la cual reconoció como su veneno - "Espero que tengas mi consejo en mente, chica Kitsune, recuerda que no eres tu padre como para poder atacar sin medir las consecuencias..."

Izumi lentamente se levantó, solo para ver como su oponente había desaparecido.

Ella nuevamente empezó a sentir los efectos del veneno, los cuales hicieron que empezara a perder la consciencia.

Todo empezó a volverse oscuro para la chica, quien lo último que pudo detectar, fue el sonido de unos pasos acercándose junto al grito de un chico menor que ella.

El clon de Kurama observó todo esto desde su escondite, preparado para poder actuar en caso de que su bebé estuviera en peligro, aunque no hizo ningún movimiento porque notó como el extraño hombre en piel de mandril no hizo ningún movimiento peligroso con Izumi, y el recién llegado no estaba mostrando hostilidad por su hija.