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Extra 19: El mundo he de cambiar (21)

Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de suspirar, después de todo, ella tenía razón. Kikyo era también una víctima. Ella no había decidido volver al mundo de los vivos, sino que fue traída de regreso por culpa de la avaricia de una mujer sedienta de poder.

"¿Quieres hablar?" - preguntó Kikyo mientras miraba detenidamente al hombre de cabello plateado.

"¿Por qué tanta curiosidad?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido - "Estás actuando muy diferente a cómo tu hermana me contó que eras"

"Posiblemente, sea un efecto secundario de tener una parte del alma de mi reencarnación" - respondió Kikyo con honestidad - "Tal vez sea esto lo que hace poder hablar con mayor libertad y tener un mejor manejo de mis emociones, las cuales fueron poco a poco siendo consumidas por mi poder sagrado"

"Ya veo" - murmuró Kurama antes de sacudir la cabeza - "Ok, podemos hablar, aunque también quiero saber algunas cosas sobre ti"

"Suena justo" - asintió Kikyo con calma mientras esperaba que el hombre de cabello plateado hiciera su primera pregunta.

"¿Qué fue lo que pasó durante tus últimos momentos?" - preguntó Kurama con normalidad.

"Directo al punto, ya veo..." - asintió Kikyo mientras intentaba recordar el pasado - "La verdad es que no estoy muy segura, ahora que tengo el tiempo para calmarse, siento que todo fue demasiado extraño..."

"¿A qué te refieres?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido.

"No recuerdo bien lo que sucedió, aunque tengo pequeñas recolecciones sobre como Inuyasha me hirió de gravedad cuando me traicionó para robar la perla, y aunque logré detenerlo, morí a los pocos minutos" - respondió Kikyo con el ceño fruncido - "La verdad no lo entiendo, pensé que nos entendíamos en ese entonces, aunque ya nada de eso importa"

Kurama levantó una ceja porque era obvio que había algo más en toda la situación, aunque él decidió investigarlo en otro momento.

"Creo que es mi turno para poder recibir algunas respuestas" - dijo Kikyo mientras miraba al hombre de cabello plateado - "¿Quién eres?"

"Mi nombre es Kurama Uzumaki, Jubi Kitsune" - respondió Kurama con honestidad.

"No, creo que es mejor que reformule la pregunta porque veo que no quieres darme la respuesta que busco" - dijo Kikyo mientras miraba a su compañero con sus típicos ojos fríos - "¿Qué eres?"

Kurama levantó una ceja porque no se esperaba esta pregunta.

"No intentes engañarme, tú no eres un Yokai, lo puedo sentir en tu poder, el cual a pesar de ser monstruoso como el de un Yokai, es más puro que muchos santuarios que visité durante mi primera vida" - dijo Kikyo mientras fruncía el ceño.

"Solo soy un padre que llegó a este mundo con su bebé luego de sufrir un pequeño accidente" - respondió Kurama mientras miraba al cielo - "En cuanto a lo que soy, puedes llamarme de muchas formas, la forma física de una fuerza de la naturaleza, un demonio capaz de destruir el mundo, un héroe que salvó una vez a la humanidad, un dios que solo desea poder estar eternamente con sus seres queridos, sinceramente, no me importa cómo me llames o me consideres, yo solo soy Kurama, Uzumaki Kurama..."

Kikyo se quedó en silencio unos segundos mientras analizaba las confusas palabras que su acompañante había dicho - "Estoy más confundida de lo que estaba antes de recibir mi respuesta, al final, ¿Qué es lo que eres?"

"Ya te lo dije, solo soy Kurama, Uzumaki Kurama" - respondió Kurama mientras cerraba los ojos - "Un padre preocupado, un esposo que sufre, un inmortal que desearía no estar maldito"

Kikyo nuevamente se quedó en silencio mientras decidía no preguntar más sobre la identidad de este extraño hombre, después de todo, sus palabras le traían cada vez más dudas.

"Supongo que es mi turno..." - dijo Kurama mientras miraba a la sacerdotisa - "¿Qué harás ahora que has revivido?"

"¿Qué es lo que me harás hacer?" - respondió Kikyo con una pregunta - "Después de todo, tú eres el que está controlando mi vida, así que no puedo hacer nada sin tu permiso"

Kurama sonrió ligeramente cuando escuchó esto - "No he pensado en qué hacer contigo, aunque tengo muchas ideas en mente"

"¿Planeas torturarme, o quizás someterme para poder lastimar a Inuyasha?" - preguntó Kikyo mientras miraba al hombre de cabello plateado directamente a los ojos, después de todo, ella había visto lo furioso que estaba este hombre con su antiguo amor luego de que él lastimara a su hija.

"En un principio, esas opciones pasaron por mi mente, pero luego pensé que eso sería bajo, incluso en mi estado de cólera" - respondió Kurama mientras cerraba los ojos - "Es por eso que no lo haré de esa forma, prefiero hacerlo de un modo diferente"

Kikyo levantó una ceja porque no entendía qué era lo que trataba de decir. Eso la estaba molestando, porque ella estaba consciente de su prodigiosa inteligencia, la cual parecía ser inefectiva contra este extraño hombre.

Este extraño sentimiento de confusión, estaba molestando cada vez más a la sacerdotisa, así que dejando a un lado su orgullo, decidió preguntar directamente - "¿Qué es lo que planeas hacer?"

"Es simple" - respondió Kurama mientras miraba a la mujer con una enorme sonrisa - "Planeo someterte de la forma más básica del libro"

Kikyo frunció el ceño al comprender lo que trataba de decir, pero si hablaba en serio, entonces este hombre era más estúpido de lo que pensaba, después de todo, ella no tenía pensado en entablar una relación con ningún hombre luego de ser traicionada por su primer amor y morir en el proceso, o sea, ese tipo de cosas causaba que alguien desconfiara incluso de su propia sombra.

"Vas a perder tu tiempo" - dijo Kikyo mientras negaba con la cabeza.

"Lo veremos, aunque por ahora voy a retirarme ,puedes hacer lo que quieras en este lugar, aunque te recomiendo que no te acerques al final de la barrera, al menos que quieras sufrir un dolor desgarrador" - respondió Kurama mientras desaparecía del lugar.

Kikyo levantó una ceja hasta ir al lugar que supuestamente no debería acercarse, solo para soltar un grito desgarrador. Ella rápidamente sintió un profundo dolor, uno que no venía de su cuerpo, sino directamente de su alma.

"Ugh" - Kikyo empezó a respirar con dificultad mientras sentía como todo su cuerpo se desgarraba por dentro a pesar de no ser más que una muñeca de barro con mente propia.

"Te lo dije" - dijo Kurama mientras miraba a la sacerdotisa desde la rama de un árbol.

Kikyo levantó la mirada y vio como él estaba reposando en la rama con una pequeña sonrisa.

"Estoy segura de que comprendes por qué no te advertí más sobre la barrera" - dijo Kurama mientras le daba una pequeña sonrisa - "Después de todo, eres una chica inteligente"

"Porque sabías que no creería tus palabras" - respondió Kikyo con neutralidad. Ella no estaba molesta porque sus acciones fueron una decisión propia, aunque al mismo tiempo podía sentir como su hostilidad crecía contra este extraño hombre que parecía estar leyéndola como un libro abierto. Ella no estaba muy feliz con la idea de que alguien la entendiera tan bien, algo que no siquiera Inuyasha había logrado a pesar de su relación pasada.

"Exacto" - sonrió Kurama mientras aparecía delante de la sacerdotisa - "En fin, ahora sí me iré, te recomiendo que descanses y te adaptes a tu cuerpo, porque tal vez dentro de poco los dos iremos a un pequeño viaje"

Kikyo se quedó en silencio unos segundos antes de caminar hacia el centro de la barrera y cerrar los ojos.

Kurama solo sonrió antes de retirarse en silencio.

* * * * *

"¡Yura-san!" - exclamó Kagome mientras esperaba en la entrada de la aldea.

"Ya estoy aquí, podemos partir cuando queramos" - dijo Yura mientras negaba con la cabeza.

"Ok, vamos" - sonrió Kagome mientras las dos mujeres caminaban hacia el camino que daba con la próxima aldea, sin notar como alguien las estaba siguiendo desde una distancia segura.

"¿Qué estoy haciendo?" - murmuró Inuyasha mientras fruncía el ceño ver como inconscientemente estaba siguiendo, como si su cuerpo se moviera por sí mismo.

Yura miró en esa dirección, aunque frunció el ceño cuando no vio a nadie siguiéndolas.

"¿Sucede algo, Yura-san?" - preguntó Kagome al notar como la mujer Yokai estaba mirando hacia el bosque.

"No, no es nada" - murmuró Yura mientras volvía a mirar a su acompañante, la misma chica que su maestro le había pedido cuidar por algunos meses - "Entonces, ¿Qué es lo que haremos?"

"Primero, intentaremos encontrar algunos fragmentos de la perla para poder ver si puedo regresar a mi hogar" - respondió Kagome con una expresión preocupada porque no sabía si podría volver al futuro con un solo fragmento.

"Tranquila, estoy segura de que Kurama-sama te ayudará a regresar de una forma u otra" - respondió Yura con una pequeña sonrisa - "Además, nunca sabes cuándo él te puede estar cuidando desde las sombras"

Kagome se sonrojó porque sonaba a que Kurama estaba cuidándola como un caballero, aunque rápidamente sacudió la cabeza - "En fin, será mejor que continuemos, todavía tenemos muchos lugares que visitar"

"Te recomiendo que revisemos primero los alrededores en búsqueda de los fragmentos, y si logramos encontrar algunos, volvemos y vemos si puedes regresar a casa, así al menos podrás conseguir mejores suministros para nuestra pequeña aventura" - dijo Yura con calma.

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[Origen] Cap 702 <--- Disponible en Pa treon.

[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(36) <--- Disponible en Pa treon.

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