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Capitulo 259: ¡Ayuda!

"Por fin un descanso..." - murmuró Yugao mientras caminaba por los barrios concurridos de Konoha.

Ella había logrado que Kushina le diera un tiempo libre luego de todo ese infernal entrenamiento, y en estos momentos ella estaba caminando hacia el hogar de una de las pocas personas que en verdad quería.

"¿Oh? ¿Pero sí no es Yugao-chan?" - dijo una anciana con una enorme sonrisa al ver a la joven de cabello morado - "Han pasado tantos años desde la última vez que nos vimos"

"Lamento no haber venido antes..." - dijo Yugao mientras agachaba la mirada - "Es solo..."

"Lo sé, no tienes que darme escusas" - respondió la anciana mientras suspiraba con pesar - "Debió ser difícil luego de la abrupta separación que tuviste con Hayate-chan"

". . ." - Yugao solo pudo guardar silencio cuando escuchó esto mientras asentía con debilidad.

"Entra, hablemos un poco..." - dijo la anciana mientras le daba una amable sonrisa a la mujer - "Cuéntale a esta anciana cómo ha sido tu vida durante el tiempo que no nos hemos visto"

"Ok" - asintió Yugao mientras entraba al hogar de la mujer con una expresión de absoluto respeto, después de todo, ella era la señora que había cuidado a Hayate cuando él perdió a sus padres.

Ella todavía podía recordar como se conocieron por primera vez, fue cuando ella acompañó a su novio a conocer a su familia. En un principio, ella estaba nerviosa, pero luego de ver lo amable que era la mujer, se relajó como nunca antes en su vida.

La mujer que ella tenía en frente, tenía un aura que hacía que ella no tuviera otro remedio que decirle todo lo que llevaba dentro, incluso esos problemas que no quería que nadie conociera.

* * * * *

"No tienes que acompañarme a la entrada, Tsunami-san" - dijo Kurama al ver a la mujer que estaba acompañándolo.

"No, es lo mínimo que puedo hacer por un invitado" - sonrió Tsunami mientras negaba con la cabeza.

Inari se había ido a dormir, mientras que Tazuna estaba con unos amigos tomando uno poco de sake porque hoy su hija le había dado permiso para poder beber.

"Insisto, no deberías de hacer esto, no soy una niña indefensa" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Como sea, te agradezco por haberme invitado a cenar, fue delicioso"

"No te preocupes, de hecho, yo debería de agradecerte" - respondió Tsunami mientras miraba al joven de cabello rojo - "Es gracias a ti que Inari está mucho más feliz a pesar de lo agotado que llega todos los días, incluso mi padre sonríe más"

No era por insultar a su padre, pero Tsunami sabía que él no tenía la mejor personalidad, en especial cuando estaba borracho.

Kurama no dijo nada más, él solo sacudió la cabeza porque era obvio que esto se debía a los esfuerzos que ellos estaban poniendo.

"B-Bueno, g-gracias por venir..." - dijo Tsunami cuando notó que llegaron a la puerta.

"Nuevamente, gracias por la cena" - asintió Kurama antes de salir, solo para detenerse cuando notó como la mujer lo tomaba de la muñeca - "¿Sucede algo, Tsunami-san?"

"B-Bueno... yo..." - dijo Tsunami con el rostro rojo mientras intentaba encontrar las palabras para poder comunicaba lo que quería decir.

". . ." - Kurama se quedó en silencio mientras esperaba, solo para notar como la mujer se ponía cada vez más roja.

"Y-Yo..." - dijo Tsunami mientras empezaba a balbucear de una manera similar a como lo hacía Hinata cuando era una niña.

"Toma un respiro para calmarte, y luego puedes decirme lo que sea que quieras decirme" - respondió Kurama mientras miraba a la mujer.

Tsunami asintió mientras seguía las instrucciones del pelirrojo, solo para notar como poco a poco su corazón empezaba a calmarse - "Ok, ya estoy un poco mejor"

Kurama asintió cuando también notó como la mujer ahora estaba mucho mejor.

"O-OK, puedo hacer esto" - dijo Tsunami mientras sentía como poco a poco reunía el valor - "¡K-Kurama-kun!"

Kurama solo guardó silencio porque era obvio lo que veía, así que solo esperó para ver como todo se desarrollaba.

"¡M-Me preguntaba sí tú!" - exclamó Tsunami con el rostro rojo - "¡I-I-Ir a una...!"

"Me hubiera gustado tomar un poco más..." - murmuró Tazuna con pesar, solo para notar como Kurama y su hija estaban en la puerta de su casa - "¿Qué están haciendo?"

"¡Ir a una cita conmigo!" - exclamó Tsunami mientras sentía como sus orejas se calentaban.

". . ." - Kurama se quedó en silencio, solo para notar como Tazuna, quien había llegado a su lado, tenía los ojos abiertos con sorpresa.

"Creo que llegué en un mal momento..." - dijo Tazuna mientras una sonrisa forzada aparecía en su rostro.

". . ." - Tsunami se quedó en silencio unos segundos mientras sentía como el calor aumentaba en su rostro, al punto que ella podía notar como el vapor salía de sus orejas - "¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!"

* * * * *

"Ya veo... es bueno que poco a poco te estás recuperando, Yugao-chan" - dijo la anciana con una enorme sonrisa mientras miraba a la joven de cabello morado - "Supongo que voy a tener que darle las gracias a Kakashi-sama, Kushina-sama y Kurama-sama por hacer que una vez más puedas venir a verme"

". . ." - Yugao se sintió avergonzada de escuchar estas palabras por la culpa de no haber venido ver a tan amable mujer. Ella sabía que no era la única que había sufrido la muerte de su novio, pero el dolor había hecho que no viera el sufrimiento de los demás.

La anciana solo sonrió ante la expresión de la chica - "Vamos, Yugao-chan, no seas tan dura contigo misma"

"No, en verdad lamento no haber venido antes, más con todo lo que usted había hecho por nosotros..." - dijo Yugao mientras caminaba donde la anciana y la tomaba de la mano - "Lo siento..."

Yugao sabía que la mujer no solo había sufrido la muerte de Hayate, sino también la de su hijo y nuera, y a pesar de todo ella seguía adelante.

"¿Cómo es que puedes...?" - preguntó Yugao mientras miraba a la mujer.

"¿Seguir como si nada?" - dijo la anciana con una sonrisa mientras miraba a la mujer - "Es porque sé que todavía hay gente que me necesita"

". . ." - Yugao se quedó en silencio mientras veía como la mujer le daba la sonrisa más pura que podría haberle dado - "Gracias..."

"Bien, ahora que dejamos eso en claro, es tiempo de que hablemos algunas cosas más personales" - dijo la anciana mientras miraba a la chica - "Dime... ¿Has encontrado a alguien que haya conseguido tu interés?"

". . ." - Yugao le dio una mirada en blanco a la mujer mayor, quien solo sonrió.

"Vamos, dime quién es" - dijo la anciana con una sonrisa aún más grande al notar las emociones conflictivas de la mujer.

"No amor, o un sentimiento de romance, sino más bien curiosidad" - respondió Yugao mientras le daba una mirada neutral.

"Oh, cariño... la curiosidad es peligrosa, mucho más peligrosa de lo que piensas" - respondió la anciana mientras sus ojos se llenaban de recuerdos - "Así fue como conocí a mi esposo, y no me arrepiento en lo más mínimo"

". . ." - Yugao frunció el ceño cuando escuchó esto porque si hablaba en serio, ella no quería empezar una relación o empezar a mostrar interés en un hombre por respeto a su novio muerto.

"Querida, todos necesitamos a alguien en nuestras vidas" - dijo la anciana mientras miraba a la joven de cabello morado - "Alguien que nos alegre nuestros días"

". . ." - Yugao se quedó en silencio mientras suspiraba con pesar.

* * * * *

"Ugh, que alguien me mate..." - dijo Tsunami mientras se tapaba el rostro con sus manos.

Habían pasado 15 minutos de su intento exitoso de pedirle una cita al pelirrojo.

"Al menos aceptó salir contigo" - respondió Tazuna mientras miraba a su hija - "Eso es algo, ¿No?"

"¡Pero no compensa la vergüenza que he pasado!" - exclamó Tsunami con lágrimas en los ojos.

"Oh, vamos, no eres una niña Tsunami, ni tampoco es primera vez que pasa algo como esto" - dijo Tazuna mientras le giraba los ojos - "¿Tengo que recordarte cuando intentaste pedirle una cita a ese idiota que prefirió su trabajo a su familia?"

"Ok, puedo pasarte que insultes a mi exesposo, ¿Pero llamarme vieja?" - dijo Tsunami con maldad.

"Oh, no te llame vieja, Tsunami" - dijo Tazuna con terror al ver la mirada oscura de su hija.

"Yo escuché otra cosa, Tousan" - respondió Tsunami con maldad.

"Oh, mierda" - dijo Tazuna con miedo al ver como un aura oscura rodeaba a su hija.

"Supongo que voy a tener que enseñarte a no decir nada con respecto a la edad de una dama" - respondió Tsunami con frialdad.

"¡¿Podrían dejar de hacer tanto ruido?!" - exclamó Inari mientras llegaba donde estaban los dos adultos - "Necesito dormir porque mañana mi entrenamiento será mucho más duro que..."

Inari estaba a punto de continuar, pero guardó silencio cuando vio como su madre estaba con esa aura peligrosa que tanto lo aterraba - "Oh... Buena suerte, Jiji"

"¡Espera, Inari!" - exclamó Tazuna con terror - "¡Ayúdame!"

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