—Ya la escuchaste. Incluso si eres mi amigo, es posible que no te ayuden. —Han Xiao sacudió la cabeza. Aurora era una niña de buen corazón y, naturalmente, estaría dispuesta a ayudar, pero no se podía decir lo mismo de Hila. Esa muchacha tenía un carácter frío y no le gustaba molestarse por los asuntos de otras personas. Además, era extremadamente protectora con su hermana y probablemente evitaría que ésta aceptara.
Aunque Hila le debía un favor, con su temperamento obstinado, no dejaría que su hermana se lo devolviera por ella.
—Eso no puede ser cierto. No es gran cosa el que ella use sus habilidades de Esper. —Merlos se puso ansioso.
—Hay una razón para esto. Cada vez que su hermana usa sus habilidades de Esper, tiene que agotar su propia fuerza vital. Una vez sufrió un accidente por eso y, por lo tanto, es extremadamente sensible sobre este asunto.
—Pero me lo prometiste. —Merlos se negaba a rendirse.
—Muy bien, preguntaré por ti.
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