Ella no estaba dispuesta

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Zheng Yan se había apresurado especialmente al aeropuerto para recibirlos al recibir las noticias. En el momento en que vio a Qi Yan, ella gritó sin control.

Incluso Nian Xiaomu no pudo contenerla.

Solo podía ver cómo la encantadora y sexy belleza se abalanzaba hacia Qi Yan con entusiasmo como si nunca antes hubiera visto a un hombre en toda su vida. Incluso hacía esto mientras caminaba con un par de tacones que tenían al menos 10 cm de altura, mientras gritaba —mis piernas se han adormecido, échame una mano amiga.

Apoyó ambas manos sobre el capó del auto y parpadeó repetidamente sus seductores ojos rojos de fénix. Parecía deslumbrada, literalmente.

—Tiene un aura fría y siniestra a su alrededor, junto con una altura de al menos 1,9 metros, cabello gris plateado. ¡Sus pupilas son de un color extraño también! ¡Ah, ah, ah! Se veía exactamente igual que el protagonista masculino en ¡El manga que leí anoche antes de dormir!