Afortunadamente, habían aprovechado eficazmente el terreno. Tanto Bo Jiu como el francotirador eran expertos en controlar su respiración para enmascarar su presencia. Permanecieron quietos y perfectamente escondidos durante cinco minutos. Después de cinco minutos, los cinco finalizaron su búsqueda.
"Parece que era sólo un conejo".
El líder retiró su rifle. "Muy bien, deja de perder el tiempo. Toma algunas fotos del área, podemos subirlas a Internet una vez que nos vayamos".
Como no había señal en la zona prohibida, los cinco utilizaron sus auriculares Bluetooth para comunicarse.
El francotirador apretó más cuando se enteró de las fotos. Cada apertura en la frontera fue crucial. Una vez que las fotos fueran tomadas y cargadas en línea, sería fácil para los enemigos lanzar ataques de emboscada. Tanto el francotirador como Bo Jiu lo sabían muy bien. Pero era una desventaja enfrentarlos directamente.
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