Cuando su mirada se movió hacia arriba, Klein divisó bruscamente quién estaba dando esos pasos.
Era una mujer con pantalones beige que lucían muy cómodos para caminar. Llevaba un par de largas botas de cuero negro, pero en su cuerpo había una falda marrón claro que le llegaba hasta las rodillas. El dobladillo de la misma le caía en diagonal y en capas, dándole un aire desenfrenado y fresco.
Semejante atuendo hizo que Klein se sintiera como si hubiera regresado a la Tierra. Eso se debía a que ya sea en Loen, Intis, Feysac, Feynapotter, Lenburg, Masin, Balam Este y otros países, ¡en ninguno de ellos era popular un estilo como ese!
Klein terminó de levantar completamente la cabeza y finalmente vio la apariencia de la dama.
Tenía el cabello castaño largo que naturalmente caía en cascada. Sus pestañas rectas se extendían perfectas. Sus profundos ojos azules eran intensos e insondables, como si ocultara un océano en ellos.
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