Con el Poder del Dragón surgiendo, el Forzudo Ozil y sus subordinados temblaron en el acto, como si un martillo gigantesco los hubiera golpeado.
De repente, algunos de ellos comenzaron a correr en todas direcciones, pretendiendo escapar sin rumbo alguno. Otros empezaron a andar en círculos en el acto, mientras que unos cuantos simplemente se quedaron parados donde estaban, temblando incontrolablemente. Hubo todo tipo de reacciones distintas.
A diferencia de cuando tenía miedo de que Lengua de Gusano Mithor se recuperara, por lo que era necesario hacer valer cada segundo que pasaba; Klein ahora tenía bastante tiempo para observar su entorno. Al instante comprendió la situación.
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