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Capítulo 129 - Alborotador

Éditeur: Nyoi-Bo Studio

«¿Perdió el control?» 

El corazón de Klein se apretó y casi soltó su pregunta.

A pesar de que Dunn y Viejo Neil habían enfatizado con frecuencia las posibilidades de perder el control y el daño que causaba, esta era la primera vez que experimentaba un incidente como ese. Se sintió un poco horrorizado, un poco perdido, un poco asustado y un poco triste. Sintió emociones extremadamente mezcladas.

«Entre los casos con los que... tenemos que lidiar anualmente, una cuarta parte de ellos son el resultado de Beyonders que pierden el control... Y entre la cuarta parte de los casos, un gran número de ellos son nuestros compañeros de equipo» 

Las palabras de Dunn pasaron por la mente de Klein, frenando su reacción.

El Viejo Neil, que había experimentado muchos incidentes como este, preguntó de inmediato: —¿Dónde está el Alborotador? ¿Qué necesitas que hagamos?

Klein se sorprendió al escuchar eso. Había creído que un 'empleado medio retirado' como el Viejo Neil encontraría una excusa para rechazar la solicitud de Swain o extorsionar una enorme suma a cambio de su ayuda. Nunca esperó que el Viejo Neil participase sin dudarlo, sin importarle las diferencias entre Halcones Nocturnos y Verdugos Encargados.

De repente entendió algo cuando miró al serio de Neil. No importaba si eran Halcones Nocturnos, Verdugos Encargados o Maquinaria de Hivemind. Su objetivo era evitar que los poderes sobrenaturales dañen a los inocentes y mantener la paz y la estabilidad en Tingen. ¡Si se encontraran con una situación peligrosa y urgente, su sentido del deber los impulsaría a ayudar sin dudar!

Swain respondió de manera sucinta: —¡Sean mi apoyo!

No explicó por qué la persona perdió el control o dónde estaba el Alborotador. En cambio, se dirigió a la salida rápidamente.

Ese ex capitán de los Verdugos Encargados era claramente un viejo alcohólico, pero Klein se dio cuenta de que no podía seguir el ritmo del hombre. Necesitó empezar a correr para asegurarse de que no se quedaba atrás.

Volvió la cabeza para mirar a Neil, solo para ver al viejo Inquisidor Misterioso comenzar a correr.

Los tres no prestaron atención a las miradas de los guardias que se dirigían hacia allí. Uno de ellos tenía un viejo uniforme de la marina sobre él, otro con una túnica clásica oscura, y el otro con un impermeable negro. Salieron de la sala de billar y entraron en el Bar Dragón Maligno.

Los clientes que estaban bebiendo cambiaron sus miradas de la competencia de rat-baiting a Klein y compañía.

—¿Es ese el jefe Swain?

—¿A dónde va con tanta prisa?

—¿Alguien dejó de pagar su préstamo?

En medio de los suaves murmullos, algunos de los clientes centraron su atención en la jaula. Una vez más iniciaron un alboroto, descargando las tensiones de su día. Sin embargo, algunos de los clientes más perceptivos sintieron una leve sensación de inquietud.

*¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!*

Klein, Viejo Neil y Swain cruzaron la calle y entraron en el distrito del puerto.

—En ese barco —redujo la velocidad y señaló un buque de carga no muy lejos—. Dos Verdugos Encargados están rodeando al Alborotador, lo que le impide ingresar al río Tussock. Ayúdenme a influir en él y ponerlo bajo control. Déjenme el resto a mí.

Neil jadeó para respirar y dijo: —Está bien, pe-pero tienes que darme un minuto. *Uf*, un minuto para recuperarme.

Swain asintió y no dijo nada más. Cargó hasta el barco y se unió a la lucha.

Al escuchar los sonidos de combate en el barco, el Viejo Neil miró al algo nervioso de Klein. Cerca de su cintura, sacó un pedazo de plata del tamaño de la palma de un bebé de un bolsillo oculto. Luego le pasó la plata y le dijo: — Talismán de Letargo. El conjuro para activar este amuleto es la frase 'Nocheterna' en Hermes antiguo. Después de que termines el conjuro, inyecta tu espiritualidad en el hechizo y luego arrójalo al objetivo después de tres segundos.

—Muy bien.

Klein extendió su mano para recibir el talismán y se sintió conmovido.

Este talismán fue tallado con conjuros en Hermes a ambos lados, así como los símbolos correspondientes, los Senderos de Números y las características del hechizo. No necesitaba activar su Visión Espiritual para sentir el poder profundo y sereno que fluía dentro del talismán.

El Viejo Neil se enderezó y sacó un talismán similar de su bolsillo oculto y lo sostuvo en la palma de la mano. Bromeó mientras caminaba hacia el barco de carga: —No te pongas nervioso, relájate y piensa en otra cosa. Por ejemplo, te presté ese talismán. Si vas a usarlo, recuerda hacer uno para mí a cambio. Por supuesto, puedes esperar hasta el próximo mes, cuando recibas una nueva cuota de materiales antes de hacerlo.

«Eso es…Él realmente es el experimentado Viejo Neil...» 

Se guardó el talismán en el bolsillo izquierdo, metió la mano en la funda, sacó el revólver y ajustó el martillo y el tambor.

—Ya no me siento tan nervioso...

Tenía la pistola en una mano y su bastón en la otra. Subió los escalones con Neil y abordó el barco de carga.

Ese buque de carga tenía signos evidentes de antigüedad. Aunque estaba propulsado por vapor y tenía una chimenea, conservaba sus accesorios pasados, como el mástil y las velas. Además, solo su superficie y algunas otras porciones estaban recubiertas con metal; las secciones restantes del barco todavía estaban hechas de madera.

A medida que los sonidos de la batalla se intensificaban, Klein y Neil de repente escucharon un estruendo fuerte en medio del ruido mientras buscaban una manera de entrar en la cabina.

La cabina de madera se rompió instantáneamente, sus fragmentos volaban por todas partes. Una figura cayó por el agujero y se estrelló contra el costado del barco.

No tuvo el lujo de tiempo para evaluar las lesiones del hombre. Su mirada estaba enfocada en el monstruo que estaba corriendo hacia el agujero.

El monstruo tenía más de 1,8 metros de altura y vestía una camisa andrajosa y un pantalón. Sus tobillos estaban cubiertos de escamas de color verde oscuro, y se había formado una capa de piel entre sus dedos de manos y pies, como si fueran las extremidades de una criatura acuática.

Tenía una cabeza cubierta de arrugas, a duras penas se asemejaba a un humano. Sus escamas estaban recubiertas con un líquido pegajoso que goteaba continuamente sobre el piso.

*¡Sizzle!*

El líquido pegajoso de color verde oscuro consumió ligeramente la cubierta, dejando marcas visibles detrás.

*¡Bam!* 

Swain golpeó al monstruo desde el lado, haciendo que se tambalease dos pasos hacia al lado contrario.

*¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!* 

Incluso con los ridículos músculos que Swain tenía, era claramente inferior al monstruo. A pesar de que sus golpes y patadas conectaron, no pudieron romper sus escamas y causar daño físico. Swain fue reducido momentáneamente a un estado miserable mientras se tambaleaba.

Si no fuese por el asombroso sentido de equilibrio de Swain y los esfuerzos de los otros Verdugos Encargados de disparar y reprimir al monstruo, Klein sospechaba que ese anciano de ojos azules habría muerto a golpes por el monstruo.

*¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!* 

Swain retrocedió varios pasos y luego avanzó una vez más, como polilla hacia la llama.

Pero Klein podía sentir que estaba acumulando algo, esperando algo.

*¡Bam!*

Fue enviado a volar de vuelta, su cuerpo ocultó el campo de visión de otro Verdugo Encargado.

El monstruo aprovechó esa oportunidad para cargar hacia la apertura.

¡Quería escapar del barco y saltar al río Tussock!

Mirando la arrugada y pegajosa cabeza del monstruo, Klein levantó su mano derecha y apretó el gatillo.

*¡Bang!*

La bala de plata caza demonios golpeó el cuerpo del monstruo tal como lo predijo. Pero solo había golpeado sus escamas y no había logrado penetrar completamente en su cuerpo.

El monstruo dejó escapar un grito desgarrador antes de que ejerciera fuerza con sus pies y abalanzarse sobre Klein.

Cuando un olor a pescado apestoso lo golpeó, de repente se agachó y rodó hacia un lado.

*¡Clang!* 

Sintió que el barco se sacudía mientras los fragmentos también lo habían golpeado.

Al mismo tiempo, escuchó una voz vieja pero profunda recitar un conjuro en antiguo Hermes: —¡Nocheterna!

Klein rodó dos veces más. No podía preocuparse por su bastón mientras levantaba la cabeza y el revólver en un gesto nervioso. Todo lo que vio fue al Viejo Neil lanzando su talismán con calma, a pesar de estar increíblemente cerca del monstruo.

La pieza de plata fue devorada instantáneamente por una llama roja oscura y lanzó el débil sonido de una explosión.

Un poder profundo y sereno se extendió. El monstruo, que casi había destruido un lado de la tienda, se sacudió. Sus movimientos se volvieron lentos.

Swain salió de la cabina. Se acercó a la criatura y retrajo su brazo hacia atrás, golpeando al monstruo como un martillo. Sus golpes conectaron con la cabeza del monstruo.

No obstante apenas podía infligir una herida, y mucho menos causar un daño fatal. Pero Klein pudo sentir que lo que fuera que el anciano de ojos azules estaba acumulando finalmente había alcanzado su punto máximo.

*¡Boom!*

El monstruo pareció recuperarse. Agitó el brazo e hizo que Swain retrocediese cinco pasos. Cada uno de sus pasos hizo que se formasen grietas en la cubierta.

Al ver que el monstruo estaba a punto de darse la vuelta y saltar del barco de carga, Klein sacó el Talismán de Letargo del bolsillo a toda prisa.

Después de lo cual, recitó la frase en Hermes antiguo: —¡Nocheterna!

De repente, sintió que el talismán plateado en su mano se volvía frío como el hielo, como si estuviese hecho de nieve.

No pensó demasiado en eso. Inyectó su espiritualidad en el talismán, luego contrajo su brazo antes de lanzarlo hacia adelante, enviando el talismán volando hacia el monstruo.

Mientras tanto, el monstruo-pez y humano había saltado en el aire.

Las llamas de color rojo oscuro iluminaron la oscuridad circundante y la débil explosión fue como un preludio a un sueño, ya que se irradió rápidamente hacia el exterior.

*¡Bam!*

El monstruo cayó en el muelle, retorciéndose en una bola. Estaba temporalmente en un estado medio dormido.

Klein estaba a punto de correr hacia el lado del bote para disparar a la cabeza del monstruo cuando de repente vio a Swain arrojarse y saltar, su uniforme azul marino ya había desaparecido.

Cambió su postura en el aire, sus músculos se tensaron.

Usando su percepción espiritual, pudo sentir que algo que había estado siendo suprimido estalló. Swain descendió del cielo y se estrelló contra el cuerpo del monstruo. Luego enderezó la espalda y aterrizó un pesado puño sobre la cabeza del monstruo.

*¡Crac!*

El cráneo del monstruo se rompió en pedazos. La sangre roja oscura y el cerebro grisáceo se mezclaron con el líquido pegajoso verde salpicaron por todo el suelo.

—¿Esa es una de las habilidades de un Miembro de la Furia? —murmuró para sí mismo mientras estaba parado cerca del lado roto del barco.

El Viejo Neil sostuvo su brazo izquierdo y se inclinó para mirar lo que había sucedido debajo.

En ese momento, Swain estaba parado firme. Miró al monstruo bajo sus pies que acababa de perder su vida.

Sacó un frasco de metal y abrió la tapa. Bebió una buena mitad del licor antes de inclinar el frasco, vertiendo el licor restante sobre el monstruo.

Después de terminar eso, Swain parecía haber envejecido considerablemente, con su espalda un poco encorvada.

Neil suspiró mientras miraba la escena de abajo. Le susurró a Klein: —Conozco a ese Verdugo Encargado que perdió el control. Había seguido a Swain durante casi treinta años, una vez, eliminaron los fantasmas acuáticos que habían estado matando a personas en la costa. También capturó a Beyonders malvados que intentaban escapar por el río Tussock...

No continuó, pero Klein entendió lo que quería decir: un guardia que había hecho muchas contribuciones y matado a innumerables monstruos terminó convirtiéndose en uno.

Ese no fue un incidente aislado. Era un posible resultado que muchos miembros de los Halcones Nocturnos, Verdugos Encargados o Maquinaria de Hivemind algún día enfrentarían.

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