—Compañía de Seguridad la Espina Negra.
Al ver el letrero, se sintió sorprendido pero lo encontró razonable.
«Vaya...qué decir de eso...»
Sacudió la cabeza y se echó a reír antes de subir las escaleras y golpear suavemente la puerta entrecerrada con la mano derecha.
*¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!*
El sonido hizo eco lento pero rítmico, mas no hubo respuesta; sólo se podía escuchar un débil chisporroteo.
*¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!*
Volvió a tocar, solo para encontrarse con el mismo resultado.
Cambió a empujar la puerta, agrandando el espacio mientras miraba hacia el interior: un sofá clásico que podría haber sido para servir a los invitados, un sillón de tela suave y una mesa de café de madera maciza. Había una chica con cabello castaño detrás de una mesa justo al otro lado, con la cabeza caída.
«A pesar de que la 'Compañía de Seguridad' es solo una fachada... ¿no es esto simplemente... simplemente 'poco profesional'? ¿Cuánto tiempo lleva este lugar fuera del negocio? Cierto, ustedes no necesitan ningún negocio...»
Se acercó más mientras se quejaba en silencio y golpeó la mesa justo al lado de la oreja de la chica.
*¡Toc! ¡Toc!*
La chica de cabello castaño se incorporó de inmediato y rápidamente tomó el periódico frente a ella, cubriéndose la cara.
«Prensa Honesta de la Ciudad de Tingen... Buen nombre...»
Leyó en silencio el título de la página que tenía enfrente.
—El servicio de trenes a vapor 'Soaring Express' que llega directamente a Ciudad Constante hoy comienza operaciones... Oh, vamos, cuándo habrá uno que vaya directo a la Bahía Brindisi. Realmente no quiero volver a tomar el barco, es demasiado horrible, realmente horrible... ¡Hey! ¿Quién eres tú?
La chica de cabello castaño pretendió leer y dio su opinión. Mientras hablaba, bajó el periódico, reveló su frente brillante y sus ojos de color marrón claro, observó a Klein con una mirada adulante y sorprendida.
—Hola, soy Klein Moretti, y estoy aquí por invitación de Dunn Smith —dijo mientras se quitaba el sombrero hasta el pecho y se inclinaba un poco.
La chica de cabello castaño parecía estar a inicios de sus veintes. Llevaba un vestido verde claro al estilo Loen. Con hermosos cordones en las mangas, el cuello y el pecho.
—El Capitán... bien, espera aquí un momento. Ahorita te lo traigo.
La chica se apresuró y entró en la habitación a su lado.
«Ni siquiera sirvió una taza de agua ni nada... el nivel de conciencia de servicio es preocupante...»
Sonrió levemente mientras esperaba en su lugar.
Después de dos o tres minutos, la chica de cabello castaño abrió la puerta y salió. Dijo con una dulce sonrisa: —Sr. Moretti, por favor, sígame. El capitán está de guardia en la 'Puerta de Chanis' y no puede salir en este momento.
—Bien.
La siguió rápidamente. En su mente, reflexionó para sí mismo.
«Puerta de Chanis, ¿qué podría ser eso?»
Al atravesar la habitación, lo primero que vio fue un pequeño pasillo, con solo tres oficinas a cada lado.
Algunas de esas oficinas estaban cerradas con llave, mientras que otras estaban abiertas, revelando a alguien en el interior que escribía sin parar en una pesada máquina de escribir mecánica.
De un vistazo, notó una figura familiar: el joven oficial que había investigado su departamento, el de cabello negro y ojos azules y el aire romántico de un poeta.
No estaba en ropa oficial; su camisa de cuello blanco no estaba metida, lo que le daba un aspecto bastante rebelde.
«Tal vez realmente es un poeta...»
Asintió a modo de saludo y fue saludado con una sonrisa.
La chica de cabello castaño abrió la puerta izquierda de la oficina al final de la habitación y señaló adentro, diciendo: —Todavía tenemos que bajar algunos niveles.
Esa oficina no tenía muebles, solo una escalera de piedra de color grisáceo que se extendía hacia abajo.
Los dos lados de la escalera estaban iluminados por lámparas de gas. El resplandor estable disipaba la oscuridad y deba una sensación de armonía.
La chica de cabello castaño caminó al frente, mirándose los pies mientras caminaba con cuidado.
—Aunque camino aquí a menudo, sigo teniendo un miedo constante a caerme y rodar como un barril. No lo sabes, pero Leonard hizo una tontería así. En su primer día de convertirse en un 'Desvelado', el día en el que no había dominado sus nuevos poderes, trató de bajar las escaleras corriendo. Y-y se convirtió en una rueda. Jaja, si lo piensas ahora, fue muy gracioso. Oh, sí, fue el tipo que te saludó hace un momento. Eso fue hace unos tres años. Hablando de eso, he estado con los Halcones Nocturnos durante cinco años; tenía solo diecisiete cuando me uní...
La chica observaba sus pasos mientras hablaba. De repente, se golpeó la frente y dijo: —¡Olvidé presentarme! Soy Rozanne. Mi padre fue miembro de los Halcones Nocturnos, se sacrificó en un accidente hace cinco años. Supongo que de ahora en adelante somos colegas. Err, sí, 'colegas' es la palabra correcta... no somos compañeros de equipo ya que no somos Beyonders.
—Espero tener el honor, pero aún depende de lo que el Sr. Smith tenga que decir —dijo mientras evaluaba los alrededores. Sintió que estaban yendo bajo tierra, la humedad se filtraba de las paredes de piedra, disipando el calor del verano.
—No te preocupes, el hecho de que hayas llegado tan lejos significa que el Capitán te aceptó. Siempre le he tenido un poco de miedo, aunque es una figura paterna amable. No sé por qué, pero todavía tengo miedo.
Rozanne habló como si hubiese un pedazo de dulce en su garganta.
Respondió con humor: —¿No es normal tener miedo de un padre?
—Cierto —dijo Rozanne mientras se afincaba en la pared alrededor de la curva.
Mientras hablaban, los dos terminaron de bajar las escaleras y llegaron a un piso empedrado.
Era un largo pasillo; ambos lados de las paredes estaban con lámparas de gas rodeadas por rejillas metálicas. Las sombras de Klein y Rozanne se alargaron bajo la iluminación.
Él se dio cuenta de que había un 'Emblema Sagrado Oscuro' cada pocos metros, el símbolo de la Diosa de la Nocheterna. Un fondo negro oscuro salpicado de adornos brillantes, se agruparon con precisión a la mitad de la luna carmesí.
Esos emblemas no parecían especiales, pero caminar entre ellos le dio a Klein una sensación de serenidad. Rozanne también dejó de hablar, a diferencia de su anterior estado parlanchín.
En poco tiempo, una intersección apareció por delante. Rozanne presentó brevemente: —El camino a la izquierda lleva a la Catedral de Santa Selena; a la derecha se encuentran el arsenal, el almacén y los archivos. Y al frente está la Puerta de Chanis.
«¿La Catedral de Santa Selena? Entonces, ¿la Calle Zouteland está justo detrás de la Calle Luz Lunar Roja?»
Estaba un poco aturdido.
La Catedral de Santa Selena de la Calle Luz Lunar Roja era la sede de la Iglesia de la Diosa de la Nocheterna en Tingen, un lugar sagrado que los seguidores locales anhelaban visitar. Junto con la 'Catedral de los Números Sagrados' de la Iglesia del Dios de la Maquinaria y el Vapor en los suburbios, y la 'Catedral del Río y el Mar' de la Iglesia del Señor de las Tormentas al norte de Tingen, sostuvieron los círculos religiosos en la ciudad y sus pueblos y aldeas afiliados.
Consciente de que su estado hacía inadecuado indagar más, solo escuchó en silencio.
Pasaron la intersección y avanzaron de frente. En menos de un minuto, se vio una puerta de hierro negro esculpida con siete emblemas sagrados.
Permanecía allí, pesada, fría y dominante, como un gigante custodiando en la oscuridad.
—Puerta de Chanis —le recordó y señaló la habitación a su lado, diciendo—: El capitán está adentro. Entra por ti mismo.
—Bien, gracias —respondió cortésmente.
La habitación a la que se refería Rozanne estaba justo enfrente de la 'Puerta de Chanis'. Las ventanas se abrieron, revelando el interior de la habitación iluminada. Klein respiró hondo para calmarse.
*¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!*
—Adelante —escuchó la voz profunda y amable de Dunn Smith.
Abrió suavemente la puerta sin cerrojo. Solo había una mesa y cuatro sillas dentro. Dunn Smith con su línea de cabello alta, el abrigo negro de la noche anterior y una cadena de reloj de oro alrededor de su pecho, leía el periódico sin prisa.
—Ven y toma asiento. ¿Has decidido? ¿Estás seguro de que quieres unirte a nosotros? —sonrió y preguntó mientras dejaba el periódico.
Klein se quitó el sombrero y se inclinó, luego se sentó junto a la mesa y dijo: —Sí, estoy seguro.
—Entonces mira esto, je je. Ahora a la gente le gusta llamarlo un contrato —sacó el cajón de la mesa y tomó dos copias del contrato.
No había muchas cláusulas; la mayoría de ellas habían sido mencionadas por Dunn Smith. El énfasis estaba en la cláusula de confidencialidad. Los violadores eran juzgados en los tribunales de las cortes de la Iglesia de la Diosa de la Nocheterna en lugar de los tribunales del reino. Era similar a cómo los soldados y los oficiales eran enviados a la corte marcial para los juicios.
«Un contrato de cinco años... Dos libras y diez solis de salario semanal, diez solis como compensación por el riesgo y la confidencialidad...»
Lo leyó y respondió con determinación: —No tengo ningún problema con esto.
—Entonces fírmalo —dijo mientras señalaba la pluma estilográfica de color rojo oscuro y la tinta.
Utilizó un trozo de papel de desecho para probar el bolígrafo antes de respirar. Firmó ambos contratos con su nombre: Klein Moretti.
Como aún no tenía un sello, solo podía usar su huella digital.
Dunn recibió el contrato, sacó un sello del cajón y lo estampó al final del contrato y algunas partes clave.
Una vez hecho esto, se levantó, devolvió un contrato con una mano y buscó a Klein con la otra diciendo: —Bienvenido, de ahora en adelante, eres uno de nosotros y por favor ten en cuenta que el contrato también es confidencial.
Klein también se levantó. Recibió el contrato, le estrechó la mano y dijo: —Entonces, ¿debería dirigirme a usted como Capitán?'
—Sí.
Los ojos grises de Dunn parecían especialmente profundos en el entorno opaco.
Después de estrecharse la mano, se sentaron. Klein miró el sello del contrato, que decía: 'Escuadrón de Halcones Nocturnos, Ciudad de Tingen, Condado de Awwa, Reino de Loen'.
—No puedo creer que ustedes usasen el nombre 'Compañía de Seguridad la Espina Negra' como cuartada —rio y dijo.
—En realidad, tenemos otros letreros —sacó un pedazo de papel del cajón.
Estaba estampado con los sellos del gobierno de la ciudad y el departamento de policía. El contenido era el siguiente: 'Séptima Unidad, Departamento de Operaciones Especiales, Policía del Condado de Awwa, Reino de Loen'.
—Las primeras cuatro unidades son la policía regular responsable de la seguridad general, como la Unidad de Protección VIP y la Unidad de Protección de Instalaciones Clave. Y desde la unidad cinco en adelante, son los que lidian con incidentes sobrenaturales en cada ciudad. Nuestra unidad es responsable de los incidentes relacionados con los seguidores de Diosa de la Nocheterna en Tingen. Si hay diferentes tipos de seguidores, entonces dividimos el área acordemente; principalmente estamos a cargo de lugares como el norte, el oeste y la región Indus Dorada.
Dunn presentó con brevedad: —La Unidad Seis del escuadrón de Verdugos Encargados bajo la Iglesia del Señor de las Tormentas está a cargo de la región del muelle, el este y el sur. El área de la universidad y los suburbios están bajo la Unidad Cinco, que es el escuadrón de Maquinaria de Hivemind en Tingen.
—Bien —no tenía preguntas al respecto, entonces se echó a reír—. ¿Qué sucede si alguien realmente viene debido al letrero de 'Compañía de Seguridad la Espina Negra' y solicita de nuestros servicios?
—Tomamos esas solicitudes; ¿por qué no deberíamos? Mientras no afecte nuestras operaciones diarias —dijo Dunn lentamente y con humor—. Cualquier ganancia se consideraría una bonificación adicional, por lo que nuestros miembros están muy dispuestos a tomar esos trabajos. De todos modos, el mercado para asuntos triviales y problemáticos, como encontrar perros y gatos, ha sido monopolizado por detectives privados.
—Entonces, ¿cuántas personas hay en este escuadrón de Halcones Nocturnos?
Ya que estaban en el tema preguntó.
—No hay muchos incidentes sobrenaturales, así que hay aún menos Beyonders. Solo hay seis miembros oficiales de los Halcones Noctunos en toda la Ciudad de Tingen, incluyéndome a mí. Je je, en cuanto al personal civil, hay seis incluyéndote a ti.
Asintió con la cabeza y, finalmente, le hizo la pregunta que más le preocupaba: —Entonces, Capitán, ¿qué quiere decir con eso de que los Beyonders pierden el control? ¿Por qué sucede?