¡Todavía No He Perdido!

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Cuando Fang Wei escuchó la voz tranquila de Meng Hao, echó la cabeza hacia atrás y se rio. Su risa se volvió chillona mientras realizaba un gesto de encantamiento, causando que el vórtice blanco y negro rotara rápidamente mientras comenzaba a moverse hacia Meng Hao.

En un abrir y cerrar de ojos, el vórtice ya medía casi 300 metros de ancho. Giraba tan rápido que el blanco y el negro se fusionaban en un color gris, como el de la muerte. Sin embargo, dentro de esa muerte, también había vida.

Eso... ¡Era la reencarnación!

Fang Wei explotó todo el poder que sus meridianos Inmortales pudieron reunir; 192 meridianos se convirtieron en 192 dragones Inmortales, que rugían mientras se elevaban alrededor del vórtice, aumentando su poder y haciéndolo girar aún más rápido.

Las 19 almas Inmortales de Fang Wei dieron un paso adelante y parecieron lanzar el vórtice hacia Meng Hao.

El vórtice creció aún más, hasta que alcanzó los 3.000 metros de ancho.