En el camino de regreso a su residencia, Leylin pasó por la casa de Xavier para saludar a sus hermanos y especialmente hacer una aparición frente a Jill. Aceptó volver a visitarlos, regresó a su habitación y cerró las puertas y ventanas.
—Mujer de las sombras... Dama de la Noche, es hora de que te salude —Leylin cerró los ojos levemente. Su consciente atravesó el espacio infinito en un instante y llegó a los mares. Una extraña sonrisa apareció en el rostro graso de la muñeca vudú cuando emergió de las profundidades azules.
—Objetivo descubierto. ¡Ataquen!
Muchos barcos de guerra y portaaviones equipados con generadores de energía psi la rodearon y numerosos submarinos motorizados se reunieron a su alrededor como tiburones. Los hechizos se acumularon en las bocas maliciosas de los cañones, lo que provocó una gran sensación de peligro.
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