Por fortuna para Leylin y los demás jueces, todos ellos eran Magos de rango 2 y tenían un estatus muy alto. Incluso si estuvieran descontentos, el público no se atrevía a mostrarlo en sus rostros y, en cambio, depositaban su atención en la competencia que se estaba desarrollando.
En ese momento, los ojos de Leylin se iluminaron.
Siguiendo su mirada, apareció una persona que le interesaba en un escenario elevado en la esquina sureste.
—Arena 34, ¡la quinta ronda de selección! ¡Aquí están los participantes número 273 y 35!
El comentarista era un Mago de rango 1 vestido con un atuendo formal de Mago y llevaba el pelo perfectamente peinado.
Casi en el mismo momento en que terminaron sus palabras, una línea de fuego destelló y una hermosa mujer con un gran cuerpo llegó al centro del escenario.
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