—¿¡Tú... te atreves a encarcelarme!? ¡Juro por mi nombre, Jocelyn Lena, que definitivamente no te dejaré ir!
Esta Maga, que se llamaba Jocelyn Lena, vestía una túnica negra. Su cabello era rizado, y el maquillaje de su delineador de ojos era extremadamente grueso. Los círculos oscuros eran prominentes bajo sus ojos, haciendo que pareciera que no había dormido en días.
Ella tenía numerosas y extrañas perforaciones de plata en su piel, y también tenía algunos aretes.
La impresión general que dio fue que era una adolescente no convencional que había dado un paso equivocado en la vida.
—Jocelyn, ¿si?
Leylin estaba de pie junto a la puerta, chasqueando los dedos.
Inmediatamente después, la puerta de metal parecía haber desarrollado vida propia y se cerró automáticamente. Mientras tanto, cadenas de metal subieron y cerraron la jaula y luego marcaron el símbolo de una serpiente negra en la entrada.
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