La cola avanzó rápidamente, y en pocos minutos fue el turno de Leylin.
Leylin sacó el anillo que había adquirido recientemente y se lo mostró al guardia, quien respetuosamente se hizo a un lado para permitirle pasar.
La segunda zona era mucho más grande que la primera, y las tiendas estaban dispuestas de manera organizada, a diferencia de la situación en la primera zona.
¡Tac, tac!
Sus zapatos de cuero resonaban, mientras descendían sobre el suelo de mármol.
Con la guía de Sean, Leylin llegó al centro de la segunda zona.
Lo que se conocía como el Centro Comunal, estaba situado en el centro de la segunda zona. Era un edificio gigantesco que, basado en su apariencia externa, se veía como la palma invertida de la mano de una persona, presionada contra el suelo.
Cada uno de esos dedos era una entrada ancha.
Los Magos formaban largas filas, pareciéndose a hormigas, mientras atravesaban constantemente las entradas.
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