Ese oso de apariencia adorable también rio.
—Bien, bien. Tan pronto como Delia supo que ese sujeto Linley estaba aquí, ella inmediatamente comenzó a idear un plan para venir.
—Gran Amarillo, ¿quieres morir?
Delia agarró al gran oso por la oreja.
—No duele. Jaja. No duele —dijo alegremente el gran oso.
—Hmph —Delia arrugó la nariz e hizo un puchero—. Gran Amarillo, sé que eres poderoso, ¿de acuerdo? Eres un Oso del Mundo y tienes la piel gruesa. No estás asustado de que tuerza tus orejas.
Mientras hablaba, se acercó al lado del hombre de mediana edad e ignoró al oso.
El gran oso se frotó la cabeza, dijo con una voz profunda y adorable: —Delia, no te enfades. Fue mi error, ¿de acuerdo?
Delia lo miró y comenzó a reír.
—Hatton, Delia solo estaba bromeando contigo. Ella no se va a enojar tan fácilmente —dijo el hombre de mediana edad con una sonrisa tranquila y luego se giró para mirar a los cielos—. Parry está volviendo.
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