Aunque ese tipo era bastante molesto a veces, era muy cariñoso con sus camaradas. Ning Xi se dio cuenta entonces de que ese tipo parecía seguir considerándola como uno de ellos.
MengShiyi había perdido la compañía y su poderoso pasado también se había desmoronado de la noche a la mañana. Ahora se había convertido en una artista habitual en la industria. Fue una suerte que no se volviera loca después de una experiencia tan terrible. Ella nunca tendría la capacidad de planear otra cosa ahora.
Ning Xi no simpatizaba con las circunstancias de Meng Shiyi. Era simplemente cómo funcionaba su mundo, siguiendo la ley de la selva. Tuvo que soportar las consecuencias de su propio comportamiento. Si Meng Shiyi hubiera secuestrado a una chica común y corriente ese día en lugar de a ella, la chica probablemente ya estaría muerta.
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