¿Puedes dejar de ser tan bueno conmigo todo el tiempo, por favor?
La niña miró hacia abajo con sus ojos como esferas de mármol que habían perdido su brillo. Antes de que esa negatividad pudiera extenderse, Ning Xi la suprimió de nuevo dentro de ella. Ning Xi envolvió sus brazos alrededor del cuello del hombre.
—Lu Tingxiao...
—¿Mmm? —A Lu Tingxiao le gustaron mucho los pequeños gestos de la niña. Su suave y sedoso pelo cayó sobre su hombro, haciendo que su corazón temblara. Realmente quería darle el mundo entero.
Ning Xi le susurró al oído:
—¿Por qué me gustas tanto? Cuando decidí estar contigo, pensé que ya me gustabas lo suficiente... —Antes de eso, nunca pensó que estaría con alguien más. Si no le hubiera gustado, no habría dado ese paso adelante—. Pero ahora me doy cuenta de que la forma en que me gustabas entonces era sólo un pequeño fragmento de mis sentimientos por ti ahora...
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