Roland se encontró con Wendy y Tilly en el salón.
Él relató brevemente la situación en el frente y dijo: —Eso es todo. Probablemente no podamos esperar más.
—El Primer Ejército necesita la ayuda de las brujas—intervino Wendy sombríamente—. Se lo haré saber a todas. Han estado esperando este día por mucho tiempo, y creo que ya están listas.
—Finalmente —dijo Tilly, y retorcía sus labios —. Todavía me faltan algunos capítulos para completar elManual de Vuelo. He estado deseando pelear una verdadera batalla en el frente. Además, ¿dónde está mi avión de combate? Me diste tu palabra, hermano.
Roland no cambió tácitamente el tema como de costumbre porque su voz lo abandonó repentinamente.
— ¿Su Majestad? —Wendy, quien notó algo malo, preguntó —: ¿Está bien?
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