¡Maldita sea!, pensó Heidi con indignación. Las mentes de estas brujas ya han comenzado a desmoronarse, y nunca se habrían molestado en preguntar por qué hacen lo que hacen cuando estaban en la Isla Archiduque. Debemos hacernos cargo de los enemigos de la Asociación de Colmillos de Sangre.
El ambiente podría influir en una persona. Los feroces lobos de los acantilados vivían en las montañas, y los perros mudos vivían en la cálida casa. A través del Sleeping Spell, las brujas asistentes trajeron muchos reales de oro y bienes para la isla, convirtiendo este lugar en un refugio. Incluso las brujas de combate habían empezado a creer las tonterías de Tilly. Aparentemente, a ella no le quedaba mucho tiempo para lidiar con eso.
—Puedes controlar el tiempo de ataque de la Semilla de la Muerte Pacífica, ¿verdad?
—Sí.
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