—¿Qué piensas de eso? —Edith se recostó en la cama.
—¿El cuarto de baño?
—No, las nuevas leyes.
—Um... —Cole vaciló un poco —. Mañana le escribiré una carta a mi padre y le diré los términos de su majestad. No creo que esté de acuerdo.
—¿De verdad? —Edith no aprobó ni desaprobó.
Al ver que Edith no lo refutó, Cole se aventuró con más confianza.
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