Un tranquilo retorno a casa por la noche se vuelve un infierno, cuando Matthew es llevado a un mundo hostil, donde solo habitan criaturas crueles y monstruos que gobiernan este sitio. Sin quererlo se ve envuelto con los asuntos reales, al salvar a los legítimos herederos al trono, cosa que no le gustará al Rey usurpador, pero Matthew tiene que lidiar también con una cruel maldición.