Antes de darme cuenta, había muerto. En algún lugar entre el Cielo y el Infierno, al parecer, tuve tiempo de sobra para analizar mi vida y llegué a la conclusión de que morí por causa de una Bomba Nuclear... Pensé que era el final de todo, pero cuando desperté en un lugar extraño, como un bosque, y comprendí que de alguna forma, llegué a otro mundo... supe que no era el final, sino un simple siguiente paso. Este nuevo mundo era extraño, y para este mundo, yo era todavía más extraño. No sé si fue Dios o algo así que me permitió la suerte, pero una mujer increíble y excesivamente amorosa y bella en este mundo, me tomó como su hijo, aunque a veces... su amor era algo... ¿demasiado? No sólo fue eso, sino que también descubrí que la hija de un Señor Rey Demonio, de un ser malvado como ese, me tomó como hermano mayor, antes de que la intentaran arrebatar de mi lado para experimentar con ella por sus genes demoníacos. Toda una civilización Sagrada de humanos que estaban bajo la orden del Papa, para la cual luché en la guerra, quisieron hacer algo así. Actualmente, habían pasado cientos de años desde aquello, y en los libros quedó impreso que los dirigentes de la civilización Sagrada, el Papa y sus más leales subordinados, habían sido asesinados fríamente, lo que terminó con la misma organización más poderosa anteriormente de la humanidad. ¿En cuanto a mí? Bueno...