CAPÍTULO 109- Rose, una antigua compañera de clases.
Tiempo atrás.
Mientras que las héroes tenían una vida algo "fácil", Kei estaba sufriendo todos los días. Las héroes tienen un desarrollo mágico rápido. Ellas mejoran rápidamente sin necesidad de entrenar tanto. Y gracias a sus poderes divinos, nunca estuvieron en peligro durante sus entrenamientos.
En cambio, Kei, aunque contaba con su poder divino "Puntos dobles", entrenó hasta que sus huesos estuvieran rotos, soportó los entrenamientos infernales de su madre y nunca tuvo tiempo de tener amigos, pues siempre se la pasaba entrenando. Comparado con la vida de las héroes, ellas vivían en el paraíso y Kei vivía en el infierno.
Aunque Kei es un noble, nunca pudo disfrutar de los beneficios que tenía esa posición social. Siempre se la pasaba entrenando y solo descansaba para comer y dormir.
Por eso, cuando su madre se distraía, él escapaba y aprovechaba para conocer las ciudades y aldeas de su país. Él creía que era un desperdicio estar en un nuevo mundo y no conocerlo.
Lamentablemente, cuando tenía 7 años, Kei conoció a una mujer muy, pero muy peligrosa... Rose Neikfa.
—¡Un festival! ¡Genial!
Kei, que estaba usando su forma adulta, visitó una aldea, en donde estaban celebrando un festival.
Había puestos de juegos, comida, bebidas, etcétera. Había también un grupo de bailarines, que combinaban el baile con magia de fuego, creando un espectáculo increíble.
—Genial... El festival "Folpe"... Espero que ese Dios sea alguien bueno.
Se acercó a un puesto de comida.
—Quiero 5 brochetas de carne.
—¡Claro!
El hombre le entregó las brochetas.
Después de pagar, Kei se acercó a observar a los bailarines.
—Su control con el atributo de fuego es increíble.
—Sí, lo es.
Una mujer de 20 años se paró al lado de él.
—No te conozco. ¿Vives aquí?
—N-no, vivo muy lejos, pero me interesó este festival.
—Ya veo.
Ella sonrió y se acercó demasiado a Kei.
—¿Quieres que te cuente la historia del festival?
—Creo que solamente celebran que el guerrero Folpe se convirtiera en un Dios, ¿no?
—Sí, es una historia corta... Mi nombre es Rose.
—Yo me llamo Kei. Mucho gusto.
—... Estoy sola. ¿No quieres estar conmigo y ver el festival? Me siento aburrida estando sola.
Obviamente, ella estaba coqueteando con Kei, pero como Kei es un idiota, no se dio cuenta de eso.
—Vaya, vaya. Ella también vino sola al festival... ¡Es mi oportunidad para conseguir una amiga!- Pensó Kei.
Kei no se dio cuenta de que ella estaba coqueteando con él.
Después de eso, estuvieron juntos todo el día. Comieron, bebieron, jugaron juegos y se divirtieron juntos.
Kei creía que esa chica era alguien amable, dulce y divertida... Pero esa opinión cambió.
En la noche, Kei decidió regresar a casa.
—Fue muy divertido. Muchas gracias por acompañarme. Ya debo irme, ya es muy tarde. Mi madre seguramente me golpeará hasta romperme todos los huesos por llegar tan tarde a casa.
—Fufu. Eres muy divertido.
—... No era broma.- Pensó Kei.
Su madre no está tan loca. Sí, lo golpearía, pero no tanto. Simplemente le rompería un par de huesos a Kei.
—Bueno... Muchas gracias. Espero verte de nuevo algún día. Adiós.
Kei levantó su mano para despedirse, pero ella lo tomó de la mano.
—¿No quieres acompañarme a casa? Es de noche. Tengo miedo de regresar sola.
—¡P-por supuesto! Vamos. Es muy peligroso que una chica hermosa regrese a casa sola.
Ella sonrió dulcemente y comenzaron a caminar juntos.
•
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Al llegar a la casa de Rose, Kei pensó que ya podía irse.
—Bueno... Llegamos.
—¿Quieres tomar una taza de té conmigo? Quiero agradecerte por acompañarme hoy.
Kei quería irse, pero no se atrevía a rechazar a una chica.
—C-claro. Gracias.
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Rose le entregó una taza de té a Kei.
—Gracias.
Kei bebió un poco y ella sonrió.
—¿Y bien? ¿Te gusta?
—Sí, está muy... Muy... ¿Eh?
Kei se puso rojo.
—¿Qué pasa?
—¡N-nada, no te preocupes!
Kei se tomó todo el té y se levantó de la mesa.
—¡D-debo irme! ¡Gracias por todo!
Rose se acercó a él y lo abrazó.
—¡¿Q-qué?! ¿Q-qué pasa, Rose?
—¿No quieres divertirte un poco conmigo?
—¿A qué te refieres con eso?
Ella comenzó a acariciar la entrepierna de Kei.
Kei se puso completamente rojo y ella acercó su rostro demasiado al rostro de Kei.
—V-vaya, vaya. Es enorme.
Rose saboreó sus labios.
—¿Puedo probarlo?
—¡¿Q-qué haces?!
Kei la empujó y se alejó de ella.
—E-escucha. Eres muy hermosa, pero apenas te conozco. Nunca tendría sexo con una chica que apenas conozco.
—... Supongo que tendré que usar la fuerza. Kei, quítate la ropa. Primero enséñame tus músculos. Quiero ver tu abdomen y pecho.
—Claro que no. Ya te dije que... ¿Eh?
Aunque no quería hacerlo, su cuerpo lo estaba haciendo.
—¡¿Qué pasa?!
Se quitó la ropa y Rose comenzó a tocar el pecho de Kei.
—Eres muy fuerte, Kei.
—¿P-por qué no puedo controlar mi cuerpo?
—¿Olvidé mencionarlo? Mezclé el té con un afrodisíaco y una poción mágica de control. Estás excitado y yo puedo controlar tu cuerpo.
—¡¿Existe algo así?!
—Aquí no... Lo siento, no puedo decirte nada más, tendría que matarte... Y, siendo sincera, sería un desperdicio matar a un chico tan increíble.
Ella metió su mano en la entrepierna de Kei.
—¡E-esto es acoso sexual! ¡¿Planeas violarme?!
—No me dejaste otra opción, Kei. Ahora cállate y ve a la cama.
Sin oportunidad para gritar, el cuerpo de Kei comenzó a moverse solo y se acostó en una cama.
—¡¿Tampoco puedo hablar?! ¡No puedo usar magia! ¡Me van a violar!- Pensó Kei desesperado.
Aunque no podía controlar su cuerpo, Kei comenzó a llorar... Y, lamentablemente, eso excitó más a Rose.
—¡Ver a un humano llorar se siente increíble! ¡Llora más, Kei! ¡Llora!- Pensó Rose.
¿Por qué no lo dijo en voz alta y lo pensó? Ella no quería que Kei se diera cuenta de su verdadera identidad.
Ella lamió las lágrimas de Kei.
—¡Son deliciosas!
Se quitó el vestido y mostró sus dos enormes pechos.
—Mis pezones están erectos por ti, Kei. Tócame.
Sin tener oportunidad de negarse, Kei comenzó a tocar los pechos de Rose, mientras seguía llorando.
—N-no seas tan agresivo... Kei...
Ella comenzó a besarlo mientras seguía acariciando la entrepierna de Kei.
—Tenemos toda la noche para nosotros dos, Kei.
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—¡Por favor, detente! ¡Detente!- Pensó Kei.
Rose sacó el pene de Kei de su pantalón y estaba preparándose para meterlo en su cuerpo.
—N-no esperaba que fuera tan grande... S-sé gentil conmigo, Kei. No tengo nada de experiencia.
—¡¿Nada?! ¡¿Cómo que nada?! ¡Me estás violando! ¡Solo una ninfómana haría eso! ¡Es imposible que seas virgen!- Pensó Kei.
—A-aquí voy...
Poco a poco, el pene de Kei estaba entrando en el cuerpo de Rose.
Ella comenzó a llorar mientras sentía el pene de Kei entrando a su cuerpo.
—N-no... I-imposible... P-pero ella me está violando... Es imposible que ella sea virgen.- Pensó Kei.
Y sí, ella lo era... Era virgen.
Todo el pene de Kei entró en el cuerpo de Rose y ella se tapó la boca para no gritar.
—M-mi primera vez...
Ella dijo eso con lágrimas en los ojos y una expresión muy adorable.
—¡¿Qué?! ¡Esto es imposible! ¡Eres una violadora! ¡¿Por qué eras virgen?!- Pensó Kei.
Ella comenzó a moverse lentamente mientras besaba a Kei.
—Te odio... Odio esto... Lo odio.- Pensó Kei, mientras seguía llorando.
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Las horas pasaron y finalmente amaneció.
Después de 7 horas, Rose finalmente se desmayó del placer y Kei fue liberado.
—¡¡Maldita!!
Kei se puso la ropa y observó a Rose dormir.
—... Mi primera vez... Me violaron... ¡Debería matarte...! Pero...
Kei bajó la mirada y se alejó caminando.
—... Quiero olvidar todo esto...
—No puedes olvidarlo, Kei.
—¡¿Qué?!
Kei volteó la mirada y recibió un golpe en la cara.
Rose lo golpeó.
—Debo irme. Te extrañaré, Kei. No te preocupes, estoy segura de que volveremos a vernos.
Pateó el rostro de Kei y él se desmayó.
—Bien... Debo conseguir el permiso de Desmolfer primero para tener a Kei a mi lado.
Desapareció de ahí.
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—Ella me golpeó y ya no volví a verla... Era muy fuerte... Me derrotó fácilmente... Bueno, yo tenía 7 años, no era tan poderoso.
—... ¿Puedes repetirme su nombre?
—Se llamaba Rose.
—... ¿No te dijo su apellido?
—Sí. Su apellido era "Neikfa".
—... Kei, iré al infierno. ¿Quieres acompañarme?
—¿Eh? ¿Por qué irás al infierno? Es muy peligroso.
—No haré nada especial... ¡¡Solo mataré a esa perra!!
—¡¿Eh?! ¡¿Está en el infierno...?! Espera... N-no me digas que ella...
—Sí... Ella es un demonio.
—Eso explica el por qué era virgen y le excitaba verme llorar... ¿Cómo la conoces?
—Éramos compañeras. Teníamos el mismo trabajo, solo que ella conseguía información principalmente en gremios... ¡La mataré! ¡No es justo! ¡No es justo!
Drin comenzó a golpear sus muslos mientras sus lágrimas caían de sus ojos.
—¡No es justo! ¡Ustedes perdieron la virginidad juntos! ¡¿Por qué pasó esto?! ¡Yo quería que nuestro vínculo sea el más especial y fuerte! ¡Yo quería ser especial para ti, cariño! ¡Pero ella lo arruinó! ¡Quiero matarla! ¡Quiero matarla!
Kei le acarició la mejilla y le dio un beso a Drin en la boca.
—Por favor, deja de lastimarte. Ella no significa nada para mí... Sabes, la virginidad no es tan importante para mí. ¿Crees que me molestó que Terkiana o Treka no fueran vírgenes? No me importó. En mi mundo, cuando estaba vivo, nunca me importó la virginidad de las chicas. Creía que lo único que importaba era el amor. Si yo conseguía una novia y ella no fuera virgen, no me importaría, porque me enamoraría de ella por los sentimientos, no por su cuerpo... Drin, eres especial para mí... Todas son especiales para mí... Por favor, que no te importe lo que me pasó.
Kei le acarició la cabeza.
—Por favor, deja de llorar. Como te dije antes, fuiste la primera chica con la que tuve sexo por decisión propia, y eso es lo único que importa. Por favor, sonríe.
Drin abrazó a Kei con fuerza.
—¡Perdóname por preocuparte, Kei! ¡Perdón por decir todo eso!
—No tiene nada de malo decir lo que sentimos. Olvidemos lo que pasó y sigamos adelante. ¡Vamos a desayunar! Huele muy delicioso.
—¡Sí! ¡Cociné carne de vaca roja y huevos! ¡Espero que te guste, cariño!- Dijo Drin con una gran sonrisa en su rostro.
Kei sonrió y le limpió las lágrimas a Drin.
—... Gracias, cariño.
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Tiempo atrás.
Drin, en su forma como demonio, estaba acostada en una cama, leyendo un libro.
Estaba en el infierno, en su antigua habitación.
—¡¡Sí!!
Rose entró a la habitación de Drin... Ella estaba usando su forma demoníaca.
Tenía la piel bronceada, sus pechos eran muy pequeños, sus ojos eran azules y tenía cola y orejas de conejo de color negro.
Usaba ropa demasiado reveladora. Usaba una blusa corta, que permitía mostrar su ombligo, una falda demasiado corta y estaba descalza.
—¡Lo logré! ¡Drin, lo logré! ¡Desmolfer aceptó! ¡Ahora iré a buscar a Kei! ¡¿Me acompañas?!
—¿Te refieres a ese chico con una supuesta alma perfecta? No, gracias.
—¡Claro que tiene un alma perfecta! ¡Mis ojos nunca me mienten! Él y yo ahora estamos conectados. Me casaré con él y tendremos 4... No... 8 hijos.
—Qué asco. Me voy de aquí.
—Vamos, Drin. ¿Nunca te has enamorado de alguien? ¡Se siente increíble! ¡Ya quiero ver de nuevo a Kei!
—No, y tampoco me interesa enamorarme. Adiós.
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Mientras desayunaba, Drin recordó lo que dijo: "No, y tampoco me interesa enamorarme. Adiós".
—¡Qué idiota era!
—¡¿Eh?! Drin, ¿qué pasa?
—N-nada, solo estaba recordando algo.
Nirfei se sentó en el hombro de Kei.
—Creo que se está volviendo loca, Kei.
—¡¿A quién llamas loca, Hada estúpida?!
—Por favor, no peleen... ¿Eh? ¡¿Nirfei?!
—¡Hola, Kei!
—¡¿Cuándo llegaste?!
—Ayer. Huele delicioso. ¿Puedo comer?
—Claro.
—¡Gracias!
Kei sonrió y le acarició la cabeza a Nirfei.
—Qué adorable.
Drin hizo un puchero y se sentó al lado de Kei.
—¿Y yo, cariño?
—Ambas lo son.
Comenzó a acariciar a Drin también.
—¡Gracias, cariño!
(Nota del autor: Dato curioso. Todos los protagonistas de mis novelas pierden la virginidad por una violación, aunque eso no lo hice a propósito, apenas me doy cuenta. Dejen comentarios, por favor.)