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Solo Leveling in DXD

Todo se detuvo al instante. Intenté moverme pero no pudo, es como si mi cuerpo estuviera flotando en el vacío. De repente, sucedió algo extraño. [Has cumplido con las condiciones de la "Quest secreta: voluntad inquebrantable", por lo tanto el sistema procederá a instalarse en breve]

LordPhenex026 · Cómic
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112 Chs

Capitulo 76: Visita a Suzaku (1)

Horas después.

"¡Sí! ¡Jajaja por fin!"

Goku exclamó frotando sus manos con ansias mientras Tsubaki traía unas bandejas a la mesa.

"¿Tanto le gusta mi comida?"- se preguntó Tsubaki al ver que los ojos de su amado se convirtieron en estrellas- "Es tan tierno..."

Tsubaki terminó de traer todo desde la cocina y una vez hecho esto se sentó en la mesa para degustar la comida que ella había preparado.

-¡Itadakimasu! -Goku bendijo su comida y comenzó a comer ansiosamente lo que tenía enfrente- ¡Esto está muy delicioso Tsubaki!

-Me alegra que te guste -Tsubaki le miró con perplejidad pero sonrió y se centró en su plato de comida, que era más pequeño que el de Goku.

Como era de esperar, Goku acabó antes su plato y esperó pacientemente a que su chica terminara de comer, cosa que hizo seis minutos después.

"Debería decirle sobre los planes que tengo, me comprometí a no guardar más secretos"- pensó Goku mirando a Tsubaki, que le miró a su vez.

-¿Qué ocurre? N-no me digas aún que no te llenaste -Tsubaki tembló de incredulidad; era imposible que Goku no se hubiera llenado.

-No es eso, aunque en parte sí... -murmuró el chico llevándose la mano a la barbilla, pero se puso serio- Me iré de la ciudad en unos días.

El rostro de Tsubaki palideció.

-¿O-ocurre algo malo? -preguntó ella, no quería separarse de Goku justo ahora que empezaban su relación y que ella empezaba a ser feliz.

-No es nada malo, sólo quiero visitar a una amiga que llevo un tiempo sin ver -contestó él.

-Se trata de Himejima Suzaku... ¿no? -Tsubaki preguntó, ese era el único nombre que venía a su mente. Tal como se lo esperaba, Goku asintió.

-Q... -iba a hablar Goku pero fue interrumpido.

-Ella... ¿es alguien importante para ti? -inquirió Tsubaki mirándole con ojos colmados de dudas.

Sabía de antemano que así era. Suzaku vivió varios días con Goku y le ayudó a vencer a los caídos. A simple vista se les veía cercanos.

No estaba celosa. Simplemente insegura, con dudas sobre si ella ocupaba un valor importante en el corazón de su amado así como Suzaku.

-Sí, gracias a ella pude proteger esta ciudad y comprender varias cosas -respondió Goku con sinceridad, pues le debía mucho a Suzaku.

Eso dejó más insegura a Tsubaki.

A diferencia de Suzaku, ella sólo le enseñó a cocinar. No había hecho nada tan importante en la vida de Goku que mereciera la pena recordar.

Aquel pensamiento la deprimió y suscitó en ella la creencia de que su felicidad fue sólo un simple espejismo, algo que nunca existió.

-Y-ya veo... pu-pues e-entonces ve, te estaré esperando -habló Tsubaki forzando una sonrisa que no pasó desapercibida por el azabache.

-¿Qué te ocurre? -preguntó Goku con cierta intriga y Tsubaki supo que no podía mentirle.

-Ella... ha hecho muchas cosas importantes para ti, pero yo... ¿Qué es lo que he hecho para merecerte? -habló Tsubaki con ojos llorosos.

Sentía que de alguna forma no se merecía a Goku en comparación con lo que había hecho Suzaku por él. De ahí surgían sus dudas.

Para su sorpresa, Goku tomó sus manos.

-La pregunta aquí es, ¿qué es lo que he hecho yo para merecerte a ti Tsubaki? -declaró Goku sonriendo- ¿Sabes todo lo que haces por mí?

Tsubaki abrió sus ojos al oírle pero negó.

-Me cuidas, te preocupas por mí, cocinas cosas deliciosas para mí... -enumeró Goku mientras se lo iba recordando a Tsubaki, que escuchaba.

Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Saber que la señora Juhee estaría en coma fue un momento duro para mí y tú estuviste ahí para apoyarme, me viste llorar y me consolaste -habló el pelinegro apretando las manos de Tsubaki.

Aquellas palabras venían desde su corazón.

-Yo en cambio no he hecho gran cosa por ti Tsubaki, por eso me esforzaré para ser digno de tu amor -indicó Goku con cierta determinación.

Tsubaki se rió levemente al oírle dejando que varias lágrimas salieran de sus ojos divergentes.

-Me haces feliz... eso es suficiente para mí -Tsubaki sonrió felizmente y Goku limpió sus lágrimas tocando sus mejillas con suavidad.

-Entonces no llores más, odio verte llorar -declaró Goku mirándola- Tú me importas demasiado Tsubaki, ya te lo dije ayer.

-Perdón... tenía miedo de que no me amaras en realidad -Goku iba a decir algo pero Tsubaki siguió- Pero ahora sé que no es así... no he de ser egoísta, hay mucha gente que te importa.

Sabía que no sólo Suzaku sino que también alguna otra persona era de suma importancia para Goku, sería egoísta que acaparase todo.

Goku la miró sorprendido, pero sonrió.

-Te amo -profirió Tsubaki cerrando sus ojos mientras sentía las manos de Goku sobre sus mejillas y puso sus manos sobre de él.

-Y yo a ti -contestó Goku con una sonrisa, sintiéndose bastante feliz en este momento.

Y así, ambos se fundieron en un beso.

Días después.

Transcurrieron algunos días desde entonces y finalmente Goku se marchó de la ciudad de Kuoh tal como dijo, para visitar a su amiga Suzaku.

Antes le llamó para preguntarle su ubicación y una vez que la obtuvo, tomó un tren y se fue ahí.

"Bueno, parece que he llegado"- pensó Goku al advertir que el tren se detenía lentamente. Como no llevaba equipaje consigo, se levantó para irse.

Salió del tren y se quedó mirando el cielo por unos instantes, era la primera vez que salía de Kuoh en muchos meses y se sentía genial.

"Para las próximas vacaciones me iré de la ciudad con Tsubaki"- indagó Goku sonriendo aunque quedaba muchas cosas por pasar.

Caminó por la estación de tren y una vez que salió, vio la figura de Suzaku a unos metros de él. Ella vestía un kimono y tenía el cabello suelto.

-¡Oye Suzaku-san! -vociferó el azabache alegremente y la mencionada se volteó al verle.

Suzaku sintió cómo su corazón se agilizaba al verle y se acercó hacia él con la misma alegría, antes de que ambos se fundieran en un abrazo.

-Viniste... te echaba de menos Goku-san -confesó Suzaku cerrando sus ojos- "¿Se ha vuelto más alto? Sus músculos también..."

-Y yo a ti jeje, ha pasado buen tiempo -habló Goku sonriendo con nostalgia en su rostro.

Cuando conoció a Suzaku hace semanas apenas sabía sobre la existencia de los ángeles caídos y demonios, y apenas estaba en el nivel 15.

Ahora estaba en el nivel 45 con el sistema, se había enfrentado al heredero del clan Phenex y al rey de Asgard y se iría al reino de éste último.

-Sí... muchas cosas han pasado -Suzaku coincidió pero su tono de voz sonó un tanto apagado, lo cual notó Goku.

"¿Qué significa esto Suzaku?"

Ambos se separaron al oír una voz masculina que pertenecía a un pelinegro vestido con una camisa blanca, corbata y pantalones negros.

-¿Quién es? -preguntó Goku con curiosidad.

-Él es Byakko Shinra... mi prometido -respondió Suzaku caminando hacia el mencionado Byakko.

"...."

Flashback:

Suzaku suspiró tumbándose en su cama, recién había llegado al complejo del clan Himejima luego de que Asia se hubiera marchado con Gabriel.

Sabía que aquí se acabarían sus vacaciones, sus días buenos con Goku sólo eran cosa del pasado, volvería a ser la heredera del clan Himejima.

"Fue bueno mientras duró... sigh"- Suzaku suspiró nuevamente y cerró sus ojos intentando descansar un poco, realmente lo necesitaba con urgencia.

Apenas transcurrieron unos minutos cuando de repente la puerta de su habitación fue tocada, con algo de molestia se levantó para ver quién era.

-Lamento molestarla Suzaku-sama, pero los ancianos del clan requieren su presencia -habló una bella mujer que vestía un traje de Mikō.

Suzaku se relajó al ver que era ella quien había tocado, le tenía muchísimo aprecio a esta mujer porque la conocía desde que era pequeña.

-Enseguida voy Yuzuru, dame unos minutos -contestó Suzaku con un ligera sonrisa y la mujer asintió retirándose del lugar con sosiego.

Se vistió un kimono carmesí y salió minutos después en dirección al pabellón del clan, donde se celebraban las reuniones mas importantes.

Una vez ahí entró y se percató de que la mayoría de ancianos estaban presentes en el lugar, entre ellos Suō Himejima que era el líder del clan.

También estaban presentes los ancianos de los otros cuatro clanes, entre ellos el Kushihashi, el Dōmon, el Shinra y el clan Nakiri por último.

-Anciano Suō, venerables ancianos, es un honor verlos de nuevo -Suzaku hizo una reverencia ante todos aquéllos mostrándoles sus respetos.

Suō le hizo un leve gesto para que se irguiera y Suzaku se quedó de pie enfrente de todos ellos.

Entonces, les habló sobre lo sucedido en Kuoh y qué previsiones tenía. También mencionó que no todo el mérito no era suyo, un amigo la ayudó.

Esto último sorprendió a todos.

Y era normal, los únicos que lo sabían hasta ahora eran los de Slash Dog y Azazel que también estaba relacionado con ellos y con el clan Himejima.

Después de todo lo que sucedió con Barakiel y Shuri hace años las relaciones entre Grigori y los Himejima mejoraron considerablemente.

Pero aun así, no todo fue bueno.

-Oh, ¿podríamos saber de quién se trata él? -preguntó un anciano del clan Shinra sintiendo curiosidad así como el resto de los presentes.

Suzaku consideró no revelarles nada sobre Goku, pero de todas formas era imposible que supieran sobre él. Por lo tanto, no había ningún riesgo.

"Está bien... espero no equivocarme"- indagó Suzaku suspirando internamente- Su nombre es Son Goku, y es un usuario de Sacred Gear.

Casi nadie conocía a la persona detrás de ese nombre... pero algunos ancianos del clan Nakiri murmuraron con intriga al oír ese 'Son' Goku.

"¿Acaso es...?"- pensó un anciano de aquel clan.

-Es una lástima que ese muchacho no haya podido venir contigo, le habría expresado mis agradecimientos por su ayuda -comentó Suō.

-Todo parece indicar que Satanael va a actuar muy pronto, hemos de esta listos para su ataque -habló el líder del clan Kushihashi y varios asintieron.

-En efecto, pero hay otra razón por la que te he llamado Suzaku -habló Suō juntando sus manos y miró al anciano líder del clan Shinra, que asintió.

Suzaku observó la mirada de cómplice que se dieron esos dos ancianos y tuvo entonces un mal presentimiento que le dejó muy intranquila.

-Junto al líder del clan Shinra hemos acordado que te casarás con su heredero, Byakko Shinra -explicó el anciano Suō dejando en total shock a Suzaku.

De ahí su mal presentimiento.

-¡¿Qué?! ¿Por qué razón Suō-sama? -inquirió Suzaku exasperada porque no entendía nada.

-Los cinco clanes del Shintō hemos perdido mucha influencia en los últimos tiempos. Tú eres la heredera más talentosa de las últimas décadas... así que uniéndote al más talentoso de la generación nos aseguramos tener mayor prosperidad para el futuro -le explicó Suō.

-Mi nieto Byakko no es un mal partido querida Suzaku, él es el chico con más talento del clan y pudo heredar los poderes del tigre divino a una corta edad -añadió el líder del clan Shinra.

En resumen, querían que ella se casara porque un hijo suyo con Byakko nacería con grandes poderes y así podrían recuperar algo del prestigio perdido.

Suzaku se mordió el labio inferior evitando llorar. Ella no amaba a Byakko, ella no quería casarse con él, no quería pasar su vida con quien no amaba.

Pero esas eran órdenes del clan y ella no podía desobedecer a menos que quisiera ser exiliada. Lo que ella quería... estaba en un segundo plano.

Y no podía ser exiliada porque tenía muchos objetivos que cumplir cuando liderara el clan Himejima, así que estaba sin opciones.

-Esto es por el bien de los cinco clanes y en particular por el nuestro, Suzaku -dijo a su vez el anciano Himejima mirando a la azabache.

Una alianza matrimonial con los Shinra también les ayudaría a recuperar el prestigio que perdieron cuando Shuri "traicionó" los valores del clan.

-Entonces, que así sea Suō-sama -Suzaku se arrodilló ante los ancianos, quienes sonrieron sumamente complacidos por su respuesta.

Fin del flashback.

Sí, así fue como sucedió todo.