—¿Es así? ¿Mencionaron cuándo se hará la transferencia? —preguntó Xinghe concretamente, como si estuviese preguntando acerca del clima.
—Hermanita, ¿cómo es que no pareces por lo menos un poco emocionada acerca de esto? —preguntó Xia Zhi.
Añadió: —¿No estás feliz de que estás recuperando el dinero?
—Porque todo esto es parte del plan, no hay nada de qué emocionarse.
—¡Pero, con tanta fortuna, por lo menos ya no tendrás que preocuparte por problemas de dinero en tu vida!
—Por desgracia, el monto de dinero es nada, sino la punta del iceberg, cuando se compara con la Familia Xi —suspiró Xinghe con sentimiento.
Xia Zhi se rascó la cabeza.
—¿Por qué la comparación repentina? No es necesario que nos comparemos con ellos.
¿Cómo podemos competir con ellos si no hay comparación?
Si el oponente no fuese drásticamente más poderoso que ellos, como Chui Ming, Xinghe aún podría encontrar una manera de tratar con ellos.
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