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Capítulo 1: El Fin del Principio Parte 5

Le ocurrió a Subaru que el sentimiento de despertar era similar a elevar la cara de un cuerpo de agua. Cuando abrió los ojos, la luz del sol estaba en un ángulo y brilló sobre ellos, causando que huyera de la luz y frotara sus ojos. Despertó de una manera algo placentera y Subaru era el tipo de persona que estaría completamente despierto una vez abriera los ojos.

— Oh, ¿despertaste? —dijo una voz desde arriba de la cabeza de Subaru, con él aun acostado.

Mientras Subaru se giró hacia la dirección de la voz, se percató de que aún estaba en el suelo, pero su cabeza estaba en algo suave que estaba siendo usado como almohada.

— No deberías moverte. Te golpeaste la cabeza, así que no puedo decir que estés seguro todavía.

La voz preocupada también sonaba amable, mientras Subaru recordaba lo que paso antes de perder la conciencia, pensó. Dadas las circunstancias, podría estar en una de esas benditas situaciones que uno esperaría estar como chico.

Tener la cabeza de uno en el regazo de una chica… Respondiendo a esta divina revelación, Subaru pretendió girarse para reajustarse para disfrutar al máximo. Con un movimiento circular frotó su mejilla y llegó al estado de dicha absoluta y lejos de lo que esperaba sintió una esponjosidad de la suavidad del cabello.

— Wow… Las chicas hermosas tiene más pelo de lo que imagin… ¡Hey, espera un momento! —farfulló Subaru mientras miraba hacia arriba esta vez con su visión recuperada y miró lo que estaba pasando.

Justo en frente de Subaru, en su visión al revés, estaba la cara de un gato gigante.

— Pensé que al menos hasta que despertaras, te haría sentir cómodo. Puedes agradecerme luego.

— Primero que nada, te pediré que dejes esa terrible voz de falsete. No hay manera de que confundiría a un gato con la heroína.

Subaru ciertamente nunca antes había estado en una situación donde usara el regazo de una gato tamaño humano como almohada, bueno, no es como que se tenga esa experiencia todos los días, así que decidió sacar lo mejor de ella.

— Wow, esto en realidad es bastante cómodo. Como, esto es asombroso. Ahora entiendo por qué la gente quiere amar a sus gatos hasta quedarse calvos.

— Bueno, si vas a estar tan feliz por eso, supongo que realmente valió la pena súper crecer… ¿No piensas así también?

El gato rascó su cara como si estuviera avergonzado y parpadeó como si buscara confirmación. Al final de esa mirada estaba la chica de pelo plateado, de pie en la entrada del callejón viéndose imperturbable.

Era la misma chica que antes, si Subaru iba a creer en su memoria, ojos, y corazón, los que estaban profundamente marcados por su imagen entes de perder la conciencia.

— Umm… lamento todo esto. Parece que terminaste quedándote aquí hasta que despertara, y…

— No te hagas ideas de esto. La única razón por la que me quedé es porque aún tengo preguntas que hacerte. Si no fuera por eso, te hubiera dejado. Lo digo en serio. Así que no te hagas ideas.

Presionando el punto, la chica puso fuerte énfasis en sus palabras. Este era un nivel de poder femenino que Subaru, que no tenía mucha resistencia contra tales hermosas chicas, simplemente no podía resistir. Era tan fuerte que Subaru no podía hacer nada más que asentir, ignorando el contenido de lo que sea que estaba diciendo.

— La razón por la que curé tus heridas y la razón por la que hice que Puck sirviera de almohada hasta que despertaras… todo fue por mí. Así que voy a hacer que lo pagues, ¿okay?

— Sé que estas tratando de arreglarlo y todo, pero si solo tienes algo que preguntar, adelante —dijo Subaru.

Parecía que era una de esas personas que solo dicen "ayudar a otros no es solo por su bien".

La chica miró severamente a Subaru y sacudió la cabeza.

— No estoy preguntando, estoy ordenando. Sabes algo de mi insignia robada, ¿no es así? —preguntó la chica, bajando su tono de voz. Sin embargo, como esto no era diferente de lo que preguntó antes, Subaru inclinó la cabeza, estando confundido.

Ya había pasado por esto, justo antes de que Subaru se desmayara.

«Parece que llama a la cosa "insignia"» Pensó Subaru. «¿Así que es algo como lo que la policía y detectives tienen para probar quiénes son? No he visto nada como eso.»

— No te golpeaste la cabeza muy fuerte cuando estaba desmayado, ¿cierto? —preguntó Subaru.

— Solo te desmayaste por diez minutos y no, nada como eso paso. Responde la pregunta.

— Bueno… si ese es el caso, tengo que decir que realmente no lo sé. Ha-ha…

No puedes hacer nada sobre lo que no sabes. La respuesta de Subaru no era diferente que antes. Sin embargo, la chica no parecía particularmente decaída, sino que en su lugar asintió.

— Bueno, si no lo sabes, no lo sabes. Pero, el hecho de que no sabes absolutamente por sí mismo es información que me has dado y suficiente para justificar que te sanara —respondió la chica, usando lógica lo suficientemente retorcida para impedir cualquier estafa al describir su completa perdida.

Mientras Subaru miraba, estupefacto, la chica aplaudió como para terminar las cosas.

— Bueno, estoy hambrienta así que ya me voy. Tus heridas deberían haber sanado y amenacé lo suficiente a esos otros tipos, que dudo que se acerquen a ti de nuevo, pero aun así es peligroso entrar a un callejón como este solo. Oh y no digo esto porque este preocupada por ti; esto es una advertencia; si te veo en una situación similar de nuevo, no habrá razón para salvarte, así que no esperes que lo haga de nuevo —dijo la chica con la velocidad de una ametralladora. Tomó el silencio de Subaru como afirmación, asintió para sí misma y se giró para irse.

El cabello plateado de la chica se balanceaba cuando se movía, y brillaba fantásticamente en la tenue luz del callejón.

— Lo siento por eso. En realidad no es honesta consigo misma. No pienses mal de ella, ¿okay? —dijo el gato con riendo mientras, habiendo regresado a su tamaño original, saltó al hombro de la chica.

La chica acarició su espalda para afirmar su toque y el gato desapareció, deslizándose detrás de la cortina de su cabello.

Sin mirar atrás, la chica continuó caminando. Mientras la veía irse, Subaru pensó sobre lo que el gato dijo, sobre ella no siendo honesta consigo misma y sus intenciones.

Algo había sido robado de ella, y a pesar de que estaba en un apuro para recuperarlo, salvó a Subaru. Entonces, después de que Subaru se desmayó, lo curó y entonces él despertó, usó un terrible razonamiento para tratar de mostrarle que no era peor por hacerlo. "En realidad no es honesta consigo misma" no era ir muy lejos. Sus esfuerzos estaban saliendo negativos en todo, y era difícil de ver.

La chica tenía toda la razón de culpar a Subaru por ponerse en su camino, pero no se había quejado ni una vez y ni siquiera buscó una disculpa.

Eso porque para ella, la única razón para salvar a Subaru era para sus propios propósitos.

— Si vives así, solo vas a seguir perdiendo hasta que no quede nada —dijo Subaru mientras se levantaba, limpió su traje de correr cubierto de polvo y empezó a correr.

Seguro, su amado traje de correr estaba en mal estado, pero por dentro, casi todo su dolor se había ido. Eso después de ser pateado y golpeado tanto. De nuevo Subaru recordó la mundanidad de la magia, al igual que la generosidad de la chica que, a pesar de seguir diciendo que haría Subaru se lo pagara, no tomo nada de él a cambio.

— ¡Hey, espera! —Subaru llamó a la chica que había llegado a la entrada del callejón y estaba frente a la calle principal, viéndose insegura de a dónde dirigirse ahora.

La chica tocó su cabello plateado y parecía un poco preocupada cuando se giraba.

— ¿Qué es? Voy a decírtelo ahora, solo tengo un poco más de tiempo para tratar contigo.

— ¡Entonces, ¿un poco está bien?! De todas formas, perdiste algo importante, ¿cierto? Déjame ayudarte a buscarlo.

La chica parpadeó varias veces, sorprendida.

— Pero dijiste que no sabías nada…

— ¡Es verdad que no es el nombre de la chica que robó tu insignia, o de donde es, pero al menos se cómo se ve! Tiene pelo rubio, parece un gato, a tiene un diente canino que sobresale que es difícil no verlo. ¡Es más pequeña que tú y su pecho es  bastante plano así que puede ser dos o tres años menos que tú! ¡¿Qué te parece?!

Cuando se ponía nervioso, Subaru tenía el mal hábito de hablar rápido y realmente no saber lo que decía.

Justo ahora ese era el mal hábito que corría a toda potencia, e incluso Subaru quería distanciarse de sus propias palabras.

El silencio consiguiente era doloroso. Un sudor frio empapó la espalda de Subaru, sin mencionar sus manos y axilas, lo que siguió con palpitaciones cardiacas, falta de aliento, al igual que mareos y añadido a sentirse débil, su nariz se llenó de una reacción alérgica acompañada por migraña, esos eran los problemas en la línea frontal. Sin embargo…

—… Eres raro —la chica dijo con una mano en su boca, inclinando la cabeza como si viera un raro animal.

Con un dedo aun en sus labios miró a Subaru, evaluándolo.

— Debería decir que no puedo ofrecerte nada a cambio por tu ayuda. Tal vez no lo parezca, pero no tengo ni una pieza de cobre conmigo.

— No te preocupes, eso nos pasa a los dos —respondió Subaru.

— Tres, si me cuentan… Bastante terrible para nosotros como grupo —añadió una pequeña voz bromeando desde el cabello plateado de la chica, pero Subaru lo ignoró y golpeó su pecho.

— No necesito nada como agradecimiento. Soy el que debería agradecerte a ti. Es por eso que quiero ayudar.

— No he hecho nada que merezca tu gratitud. Ya obtuve algo por haberte curado.

«Ella no se rendirá, ¿verdad?»

Subaru miró a la chica en su actitud obstinada con una sonrisa débil.

— Si ese es el caso, entonces te ayudaré por mi bien. La razón es… sí, eso es. ¡Te usaré para mi proyecto 'una buena obra al día'! —dijo Subaru.

— ¿Una buena obra al día?

— Es correcto. Una vez al día haces algo bueno. ¡Si lo haces, después de que mueres tienes un tiquete directo al cielo! Es por eso que te ayudaré por mi propio bien.

Subaru se sintió como girarse y preguntarse qué demonios estaba sucediendo, pero al menos logró aclarar su punto.

La chica se detuvo pensando, considerando las palabras de Subaru, cuando su gato tocó su mejilla con sus patas.

— No siento ninguna mala intención de él y realmente no creo que sea mala idea, ¿sabes? Con lo grande que es la capital, es mejor que ir sin ninguna pista.

— Pero si lo involucro…

Eres linda cuando eres obstinada, pero es tonto dejar que tu obstinación saque lo mejor de ti y te haga perder tus objetivos. Realmente no creo en mi propia maestra como una tonta.

El gato añadió su ayuda a favor de Subaru, pero la chica seguía vacilante. En respuesta, el gato tiró su expresión y habló con una voz seria.

— Además, el sol está empezando a ponerse. Si cae la noche, no seré capaz de ayudarte. No estoy preocupado que te encargue de uno o dos matones, pero… es mejor evitar que lamentar.

— ¡Bueno, suena como si tu fueras a quien llamar si hay peligro! Pero, espera… de acuerdo a lo que dijiste, ¿no puedes salir de noche? ¿Es ese uno de los acuerdos de tu contrato o algo?

Subaru preguntó, dando un paso más cerca.

El gato golpeó sus bigotes con su pata delantera y dijo:

— Es más como… puedo parecer lindo, pero soy un espíritu, ¿sabes? Uso un montón de mana solo con materializarme. Cuando cae la noche, regreso al cristal que es mi contenedor y me preparo para cuando salga el sol de nuevo. Supongo que podrías decir que es el trabajo perfecto de nueve a cinco.

— ¿Nueve a cinco? Eso suena como un trabajo del gobierno… ¡Las condiciones de contratar un espíritu suenan más severas de lo que esperaba…!

Subaru era capaz de hablar naturalmente sobre espíritus, pero eso era solo porque el poder analítico que tenía como otaku moderno, envenenado por anime y juegos. Incluso rasgos mirados hacia abajo por el público eran útiles algunas veces.

Mientras Subaru y el gato continuaban su conversación, la chica continuó angustiándose sobre su decisión. Sin embargo, el último punto parecía haber inclinado la balanza, así que después de gemir con un número de peros y aun así y si finalmente cedió.

— Te lo digo, realmente no puedo darte nada a cambio, ¿okay?