Un mundo que se estaba desmoronando. Parte2

――Subaru había venido a la aldea de Arlam con la esperanza de encontrar ayuda para enterrar a Petra y Frederica, lo que es más importante, para informar a la familia de Petra de su muerte.

Estaba preparado para ser golpeado y ser juzgado.

Al igual que en la Mansión, incluso aquí, Subaru podría evitar pasar por ese dolor. Podía ocultar la verdad de la muerte de Petra y restablecer este mundo sin que los aldeanos lo supieran.

Si lo hiciera, Subaru habría ocultado su responsabilidad por la muerte de Petra en lo más profundo de su corazón con solo su culpa por perseguirlo, y eso probablemente hubiera sido una gracia.

Pero, en cuanto a si podía perdonarse a sí mismo por hacerlo, eso seguramente sería imposible.

_Subaru: Al final, es solo autosatisfacción, ¿no?

Entonces decidió informar a la familia de Petra antes de enterrar a los dos.

Por otro lado, no tenía idea de cómo llorar a Beatrice. Los espíritus no dejan cuerpos atrás. La manera limpia e inmaculada de su desaparición había hecho que su muerte pareciera casi irreal para Subaru.

Quién sabe, tal vez ... no pudo evitar aferrarse a esos pensamientos.

Con esos pensamientos ambivalentes en su mente, Subaru se dirigió hacia la aldea de Arlam.

Trajo a Rem con él, con la intención de pedirle a alguien que cuidara de ella mientras se ocupaba de los entierros.

Y luego, cuando llegó, mientras buscaba a los aldeanos, encontró esos trozos de carne.

_Subaru: ――Hay ... nadie aquí.

Poner temporalmente a Rem bajo el techo de una de las casas, y caminar un círculo completo alrededor del pueblo, esa fue la conclusión a la que Subaru había llegado.

El sudor en su frente había disuelto la sangre descascarada, pintando la cara de Subaru en rojo, en una visión miserable. Si los aldeanos vieran a Subaru ahora, sin duda sería recibido con gritos horrorizados.

Pero, incapaz de encontrar a un solo aldeano que gritara a su vista, Subaru se sentó junto a la dormida Rem, perdido.

――Cuando vio que Elsa había desaparecido de la Mansión, no era que no lo hubiera considerado.

Elsa no pestañeó cuando asesinó a todos los involucrados en la Capital. Entonces, tal vez insatisfecha con la gente de la Mansión, había decidido poner a toda la aldea en la espada.

Subaru había reflexionado sobre varias explicaciones en su camino a la aldea de Arlam, y esa posibilidad era solo una parte de su malestar. Pero lo que lo saludó cuando llegó fue mucho más allá de lo que podía haber imaginado.

En lugar de aldeanos, solo había trozos de carne dispersos.

――Naturalmente, en el fondo, Subaru había imaginado lo peor, pero lo ignoraba inconscientemente.

_Subaru: No hay nadie aquí ... entonces no tiene sentido perder el tiempo aquí ... mejor date prisa y ... entiérralos.

Murmurando esta excusa, Subaru levantó a Rem en sus brazos y salió de la aldea.

Las enormes masas de carne inmóviles permanecieron como estaban. Subaru no sintió la menor punzada en su conciencia, dejándolos allí. Hubiera preferido si ni siquiera se hubieran quedado en los recovecos más profundos de sus recuerdos.

Se sentía como si su cabeza fuera a explotar.

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Enterrar a Petra y Frederica resultó ser un asunto inesperadamente simple.

Preparando su aparición para el entierro, les había limpiado la piel manchada de sangre con un paño. En cuanto a la ropa, las había cambiado a un nuevo conjunto con sus disculpas. Naturalmente, no hubo sentimientos inapropiados involucrados.

Cuando pasó los brazos rígidos y fríos de las chicas por las mangas de sus ropas, quiso llorar, pero la parte posterior de sus ojos solo se secó, atrapando su corazón en esa inexplicable emoción.

_Subaru: ... al menos, ve en paz.

Subaru dijo en voz baja una oración para que descansaran mientras colocaba la tierra sobre ellas.

No hace falta decir que Subaru no sabía nada sobre las oraciones de este mundo, ni mucho sobre las despedidas de su mundo original, para el caso. Todos los miembros de su familia todavía estaban vivos, por lo que nunca tuvo que asistir a ningún funeral y nunca se interesó particularmente en las ceremonias seculares del pueblo japonés.

Se arrepintió de eso ahora.

――El hecho de que ni siquiera supiera las palabras adecuadas lo estaba llenando de remordimiento.

_Subaru: Y yo tal vez sea inapropiado pero, ¡Gracias por ayudarme!

Diciendo esto, Subaru extendió su mano, y el dragón de tierra negra acercó su hocico a sus dedos.

Con las piernas ensuciadas por el suelo excavado, Patrasche se acercó a Subaru como si estuviera preocupada por él.

Después de encontrar a Patrasche a salvo en los establos, Subaru le pidió ayuda con los entierros de Petra y Frederica. El dragón inteligente comprendió rápidamente la torpe solicitud de Subaru y, junto con Subaru, que estaba usando una herramienta similar a una pala, cavó el hoyo para Frederica, de estatura alta.

Incluso con sus poderosas piernas que podían superar al viento completamente cubierto de barro, no disminuyó la nobleza y belleza del dragón de tierra negro azabache. Y Subaru recordó una vez más su inmensa gratitud por su existencia.

La tumba de Petra fue excavada por Subaru. Aunque su cuerpo era pequeño, él no quería que ella se sintiera apretada, por lo que terminó rasgando las pieles de su palma varias veces sobre el mango de la herramienta desconocida.

Colocando la tierra sobre ella, y viendo la figura de Petra alejarse de la vista, por fin, las lágrimas sofocadas se derramaron, y Subaru no se molestó en limpiarlas.

Dio a Frederica el mismo envío, y después de colocar un simple marcador sobre sus tumbas, el funeral había llegado a su fin.

Habiendo concluido una de sus tareas, donde debería haber sentido una carga quitada de sus hombros, el peso solo se hizo más pesado.

_Subaru: ... No tiene sentido quedarse aquí más.

Él murmuró suavemente.

El telón había caído sobre la irrevocable tragedia en la Mansión.

Grabando todos y cada uno de los detalles en sus recuerdos, se aseguró de no olvidar nunca su arrepentimiento actual al despedirse de los dos.

Fue un arrepentimiento tallado en su alma, que seguramente eliminará en el próximo intento.

Solo una vez que haya logrado esto, podría realmente asumir la responsabilidad de sus muertes.

_Subaru: Después de que hayamos verificado lo que necesitamos verificar, volvamos al Santuario. "No podemos dejar a Rem aquí, así que ella también vendrá.

El sol había comenzado a menguar.

En el mundo cada vez más oscuro, Subaru se dio cuenta de que debía acercarse a la tercera noche. Una vez que hubiera verificado lo que necesitaba verificar, si salía de la Mansión a la mañana siguiente, estaría de regreso en el Santuario antes de la cuarta noche.

Eso dejaría un día y medio hasta el sexto día predestinado. Y esta también sería la primera vez que Subaru había viajado al Santuario desde la Mansión.

Defiende la mansión y atraviesa el santuario.

Debido a que había dos obstáculos inevitables, tendría que regresar para obtener los puntos de experiencia necesarios antes de poder tomar el circuito final.

¿Qué habría cambiado en el Santuario mientras Subaru se había ido?

Las cosas probablemente habrían seguido el mismo camino que cuando Garfiel noqueó a Subaru y lo encarceló. En ese caso, Otto y Ram podrían tomar medidas para liberar a los refugiados de Arlam en la quinta noche.

_Subaru: Debe ser antes de que eso suceda ... eh!

La forma en que dejó a Garfiel fue otro motivo de preocupación.

Habiendo bloqueado por la fuerza su persecución usando Leweses como escudos, era imposible imaginar cuán enfurecido debía estar Garfiel.

Además de eso, tendría que contarle a Garfiel sobre la muerte de su hermana mayor. Cómo sospechaba que ella era una espía, y cómo no había hecho nada para salvarla.

Tendría que resignarse a la ira de Garfiel y tomar todo lo que pueda venir.

_Subaru: Regreso al santuario, entonces. ―― Echo de menos a Emilia.

Pensando en todos los innumerables incidentes que asaltan su mente, Subaru distraídamente dejó escapar este pensamiento honesto.

O tal vez, estaba más cerca de un gemido.

Pero, en este mismo momento, era lo que realmente quería.

Quería ver la cara de Emilia. Y tocarla.

Quería sentir la realidad de la existencia de Emilia y sanar su corazón que estaba a punto de romperse.

Esos pensamientos eran solo un testimonio del grado de agotamiento de Subaru.