Capítulo 1.9: La vergüenza es aparte

Terminamos de comer nuestros alimentos y fui directo al cuarto de Akio, recientemente ella me había pedido que le prestara el atuendo que llevaba para ver cómo le quedaba a ella, acepté por impulso, así que me fui a buscar ropa para ponerme, había algunos atuendos muy finos, por otro lado, también tenía ropa normal, decidí ponerme una playera negra, la cual era algo grande y me quedaba holgada, también un short azul oscuro que quedaba cubierto por la playera, haciendo parecer que no tenía nada debajo, fue algo raro, pero bueno, salí de mi habitación con el atuendo en mano y entre a la habitación de Akio.

Ella felizmente se puso el atuendo, en lo que ella hacía eso mire la habitación de Akio detenidamente, el papel tapiz era color turquesa, casi al llegar al suelo como un metro arriba cambiaba a un color blanco con un tramado de tablas verticales, seguía decorada la pared que daba a la izquierda de la puerta con todas esas armas, que son reales, bueno, si hubiera una emergencia tendríamos algo por lo menos con que defendernos.

"Oye Akio", le dije, "¿Qué sucede?", me contesto mientras se quitaba la blusa y podía ver su cuerpo semi desnudo, "¿No deberías de hacer eso en algún lugar donde no te pueda ver?", "Descuida, no me molesta que me veas, somos amigas, ¿No?", me contesto sin una pisca de vergüenza, me sentí un poco incomoda, "Es cierto, somos amigas, pero, la vergüenza es aparte", además, tu busto es más grande que el mío, de alguna manera, siento que perdí.

"De todos modos, quería preguntarte, ¿Sabes como utilizar las armas que tienes en aquella pared?", de ser así podríamos hacer algo, "Sí, las se utilizar todas, ¿Por qué?", Waa realmente sabe utilizarlas todas, "Es sólo curiosidad".

Akio terminó de cambiarse y modelo un poco, también hizo poses como yo para ver como se vería con las armas, y realmente se veía genial.

Uso también todas sus armas para modelar y ver como se veía con ellas, y después de un rato fue mi turno, me obligó a cambiarme y a modelar también, me dio mucha vergüenza, pero al final me divertí, fue un momento de verdad muy lindo y agradable.

Y así terminó otro día, esperó que podamos vivir tranquilamente y ningún monstruo nos ataque.