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La esposa y la búsqueda ¿Dónde demonios estamos?

La esposa y la búsqueda ¿Dónde demonios estamos?

 

 

 

El árbol, aumentaba su tamaño al acercarnos. Era increíble la fase de planetas que se congenian en un conjunto. Es increíble para el ser humano llegar a un punto tal que la compresión del razonamiento solo puede describirse con la distopia de la imaginación. –

- ¡Júpiter! Es increíble. Siquiera en los libros de la ciencia ficción

podría describirse tal lugar. – Confesó Gregory.

- ¡Oigan! ¿Este lugar es…?

- Si aquí es donde lo conocen como la isla.

- Pero un árbol gigante del tamaño de un planeta es quien lo

sustenta.

- Lo nutre – respondí – a decir verdad. Recuerdo que Gaia en un

momento mencionó un enorme roble que expandía sus ramas en bifurcaciones y a medida que crecía desarrollaba tal esfera terrestre.

- Los nutrientes de las ramas espiran el líquido vital Waguo.

- ¿Waguo?

- Es lo que ustedes llaman agua – Explicó Mikonos. – aquel se

deposita formado por una cantidad de minerales que son desarrollados por los habitantes acuáticos de las profundidades del niinguen. Ellos dan la vida a esos minerales y los minerales del Waguo.

- Sería prudente preguntarle..¿Qué rayos es todo ello? –

Pregunté y valga la redundancia.

 

 

 

 

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- Júpiter, no es muy complicado así como el agua en la tierra se

forma de oxigeno e hidrogeno. Aquí nace de esta forma – Confesó Josefina. -

Hasta ese momento me imaginaba seres como las sirenas creando esos minerales, pero coincidía con lo expresado por Josefina. Aquí la vida se forma gracias a la vida.

- Es muy interesante todo – Confeso Gregory – ¿Alguien ha

pensado en si podemos descender? – preguntó. Y era cierto, ¿Podríamos respirar aquí?

- El ambiente es idéntico al de la tierra – Expresó Tristán. E

incluso respirar el lisio, o sea el aire es más beneficioso que la tierra que se encuentra muñido de altas concentraciones de vapores contaminantes.

- ¡¡uffhh!!…Que lejos estoy de mi tierra – Exclamé con nostalgia.

Josefina no le quitaba los ojos de encima a Tristán. Y él, no era ningún idiota. Sabía bien de ello. Pero no era momento de platicar nada sobre asuntos internos.

- Cuando descendamos, iremos a una base especial. Mudaran sus

ropas y les instalaremos un chip que actúa como fuente de información.

Al decir eso nos sentimos como abducidos. Eso podría emplear un terror del típico testimonio de los que fueron capturados por alienígenas.

- ¡¡Ya sé lo que están pensando!! – ¡¡No sean orates!! – Se

enfada Mikonos. – Es para modificar su voz y entiendan la información de los habitantes. Como el idioma, la cultura, y todo lo referente a nuestra vida. Los saurios no deben saber que vinieron. Tampoco los habitantes del reino de las Pléyades, o sea los pleyadianos. -

- ¿Cuál sería el problema?– Pregunté

 

 

 

 

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- ¡¡Mmmm!!..Luego te lo diré. Llegaremos, y tiempo después de

mimetizarse, veremos cómo introducirnos en el palacio. La princesa y Luna, están allí. Aunque no saben nada.

Con Gregory nos exaltamos. Veríamos a Gaia y Luna nuevamente. Pero debíamos seguir todo al pie de la letra. Aunque por el momento no sabía ¿Cuálsería el plan?... Un fallo y se desataría una guerra intergaláctica. Eso entendimos. -

- ¿Guerra intergaláctica? Nos dijimos con Gregory y Josefina

¡¡¡Diablos!!! Esto podría ser como Star Wars? ¿O viaje a las estrellas? O Battlestar Galactica? – ¡¡¡Wow!!! – exclamamos los tres observando el cielo donde se esconde todo. Allí nació en una pregunta tonta. Oigan? Por alguna casualidad no tendrán en su planeta un robot de nombre..

- No sean estúpidos y dejen de ver, o imaginar películas. No es

una guerra intergaláctica y no hay ningún capitán Spock, ni Han Solo, ni Dr. Smith, ni nada que se le parezca.

- ¡¡Erh..Estem !! – Remarca Tristán – Tenemos el conflicto con

los saurios. ¿Eso no podría ser una guerra intergaláctica?

- ¿Mmm?..Bueno si. Da igual.

- Oigan si tienen tanta tecnología, debería haber robots no naves

como el Veritech Skull-1 de Rick Hunter en Robotech - Dije

- No Jupiter, el Skull-1 es de Roy Fokker

- ¿Tambíen este fanatico de Robotech?

- Claro –

- ¡¡Ehh!! Viva – Dijimos con Gregory

- Silencioooo!! – Gritó Mikonos - Júpiter la robótica ha avanzado

a grandes niveles..pero..

- ¿Podría ser tipo Yo robot de Issac Asimov?..¡Qué genial! –

Expresa Gregory

- Esa no es mi pasión – Confesó con desgano Josefina. -

 

 

 

 

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- ¡¡No me interrumpas!! – Se enfada Mikonos – Lo que decía

es..Va, no tiene sentido. Y el skull-1 si es de Roy Fokker, pero con su muerte con hereda Rick, ¡¡Y punto!!!. Y todos son personajes de Macross. Pero si, hay robots…

Josefina pronto imaginaba con sus manos tomadas soñando despierta con rostro feliz..los demás la mirábamos con extrañez frunciendo el ceño.

- Podría tener un robot igual a mí que fuera a la universidad y el

trabajo.

- Eso sería grandioso – Pensé. Teniendo uno que vaya al museo y

lidie con mis compañeros – pronto me reía solo y todos me miraban como si fuera un tonto.

- Dejen de delirar ideas y tu deja de soñar – Se enfada mas

Mikonos. – los robots, si están avanzados..

- ¿Se puede….? – Gregory iba a preguntar algo.

- ¡Noo!.. no sé lo que vayas a preguntar, pero viniendo de un

amigo de Júpiter seguro es una estupidez.

- ¡¡¡Oye!!!.. – Dije ofuscado. -

- Solo quería saber ¿Dóndeestá el baño?.. Se expresó Gregory.

- ¡¡Ahh!!…Es al fondo, a la derecha. – Dijo Tristán. Gregory fue

de inmediato.

- Hay cosas que aunque sean universales no cambian – Expresé

con acierto.

- ¿Qué?

- No, nada…

- Estamos descendiendo. – Confiesa Tristán. Entonces aquel

cilindro, se movilizó a toda prisa de punta al suelo.

- ¡Ey! ¿Es seguro? – Pregunté

- ¿Te parece que viajar a otra galaxia sea seguro? – Replicó

Josefina.

 

 

 

 

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- Oigan mantengan la calma – Expresa Gregory. El impacto se

iba produciendo con un estruendo que nos impedía movilizarnos. Tanta tecnología, y un avión es más seguro me dije.

- ¡¡Cállense!! – Se enfadó Mikonos. El impacto se clavó en la

tierra misma. Luego con una fuerza cinética, cuidadosamente fue bajando sin prisa. – La fuerza del cilindro se reproduce debido a la atmosfera.

- ¡Ey!..Profesor ciencia. ¿Qué quieres decir? – Pregunté ante lo

dicho de la atmosfera.

- Lo que escuchaste. La presión a un aparato normal lo

destruiría. El cilindro está preparado para ello.

- ¡¡Bien!!..Eso me consuela ¿Y qué hay de nosotros….?

- ¡Cierto!..Vamos a salir y terminaremos aplastados.

- ¿Ustedes? No se preocupen. El sistema es el mismo. Olvídense

de lo que conocen de física.

Al decir eso, nos quedamos mudos los tres. Él colocó un rostro de desazón. Era claro que no sabíamos ni las pautas mínimas de la física.

- Bueno. Olvídense de la tierra.

Mas dudas, nos generó.

- No hay remedio. Hagan de cuenta que están en la tierra.

La nave descendió y sentimos el impacto del suelo.

- ¡¡Perfecto!! Podemos salir. – La puerta se abrió, y una luz se

conformó en todo el alrededor. -

- ¡Te sedo el lugar Júpiter!.....

- ¡No!, ¡Mejor tú!. – Aclaró Josefina. Ninguno quería dar el primer

paso. -

- ¡Éste puede ser un pequeño paso y un gran salto para la

humanidad! – Exprese.

 

 

 

 

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- Dejen de replantearse y desciendan. – Se enoja Mikonos.

- ¡Lo haré! – Y Josefina se lanzo al exterior de esa luz cerrando

los ojos y esperando lo que fuera.

- ¡¡Qué remedio!! – Me dije. Fuimos ambos con Gregory.

Una claridad, como un bosque se presentaba.

- ¡Wow!..¡Es hermoso! – Expresó Josefina. – ¿No les agrada? –

Nos preguntó con entusiasmo. -

Ambos titubeamos..

- ¡Bueno!..No es que sea emocionante – Aclaró Gregory. Dando a

 

 

entender que no era tal esplendor, intentando no herir

 

 

sentimientos. En mi caso no tenía ese problema.

- Es un bosque… - Confesé con ironía.

- ¡Ah!..Júpiter..túsí que eres un haz del tacto para las emociones

ajenas. ¡¡Ya sé que es un bosque!!..sin embargo es bello.

- Sobre gustos no hay nada escrito. –

- ¡ApáticoJúpiter!

- Este bosque es como un santuario – Dijo Mikonos – Aquí se

desarrolla una vegetación de fluentes colores. Los arboles tienen hojas rojas, azules, y verdes. La pigmentación, es muy variada desde yerbas aromáticas, plantas herbáceas, flores de todo tipo.

- ¡Gracias por la clase de Botánica! – Comenté con sarcasmo -

¿Cuándo vamos por Gaia?

- ¡¡Cállate!!..¡¡No interrumpas mi discurso – Dijo gritando, y

luego su voz se calmó y continuó con su discurso de flora y

fauna de forma tranquila – Y hay también aloes, claveles,

rosas, mosquetas, Sanpieles – Y seguía recitando plantas o lo que fuera, que desconocíamos. Se notaba a leguas que era un amante de la biología.

 

 

 

 

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Me encogí de hombros con las manos delante intentando calmar la situación. -

- ¡Bueno!..¡Perdón – Dije de forma sumisa. –

- ¿Y qué es eso verde gigante que se mueve? – Preguntó

Gregory.-

- ¡Ahh!.. ¡Eso es lo que ustedes llaman planta carnívora! – Suele

devorar todo tipo de bestia.

- ¡¡¡¿¿EHHH??!! – Nos preguntamos los tres con los ojos

exaltados.

- Lo primordial es no acercarse a ellas.

- Ya es hora de irnos – Dijo Tristán.

- ¡Bien! - Mikonos apretó un botón, y se redujo el cilindro a un

chip diminuto que cabe en una mano.

- ¿¿Que fue eso?? - Nos preguntamos. -

- Es una capacidad de reducir los elementos. –

- ¡Qué practico! – Expresé tomándose la cabeza con las manos. –

Hay muchos elementos desconocidos, aunque de cierta forma me siento como que estamos en casa. – ¿Mikonos?

- ¿Qué se te ofrece? Iremos al palacio, ¿Pero encubiertos?

- En efecto, pasaran como ciudadanos de la nación de la

Pléyades. De hoy en más, son pleyadianos.

- ¡Bellísimo! ¡¡¡Somos humanos!!! – Dije con ironía. –

- ¡Eso! – Expresa Josefina -¿Cómo pasaremos desapercibido?

Oye Gregory a ti no se nota que te preocupe algo en especial. -

- ¿A mí? Es que estamos ante una raza, superior, ya deben haber

cavilado algo en ello.

- Parece que Gregory es el único que piensa en éste trió de locos

– Expresó Mikonos a Tristán que asiente. – Aquí los humanos se parecen, ¿O acaso los libros ocultos, y toda información sobre las civilizaciones no sirvió de nada?

 

 

 

 

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- ¡Es verdad!...las primeras civilizaciones. Entonces los humanos

fueron a otra galaxia, como lo explican. –

- ¡Corrección!, nosotros somos sus padres. Los hicimos, y luego

los llevamos. Fuimos sus creadores. Cuando lleguemos a la ciudad lo sabrán bien. Ahora tomen estas ropas – Mikonos, saca de su bolsillo, una capsula que revela una imagen en forma de cuadrado. abrirse, se forma un gran cuarto divido en tres.

- ¿Qué es esto? –Preguntó maravillado Gregory. En cuanto

nosotros estábamos en la misma posición.

- Ingresen allí, y salgan por el otro lado. ¡Háganlo!, ¡Así no

perdemos tiempo pleyadiano!

Fuimos en su dirección y al salir del otro lado, nuestras prendas de vestir, habían mudado

- ¡Wow! Me encanta …este ..¿Vestido? – Dijo Josefina. –

- Es lo último en la moda pleyadiana.

- A mí también me parece interesante estos pantalones y

chaleco. ¿Y por qué yo tenía una camisa a cuadros?, no importa.

- ¡Ah!..Eso es lo mejor para un hombre culto. ¿Y tú qué opinas

Tristán?

- Creo que está bien. -

- ¿Solo bien? – Pregunta Josefina que se acerca a él

coqueteando. Éste mira a un costado por verguenza. – Me

debes muchas respuestas.

- ¿Y tu Júpiter?

- Podría ser peor.. – Dije – ¿Qué es esto?

- Siempre tan encantador. Es una camisa como te gusta a ti.

- Parezco salido de una película de la edad media con colores de

arcoíris

 

 

 

 

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- Si sigues quejándote, te pondré un gorro de burro. – Reprimió

Mikonos.

- No te molestes.

- Seguro, te irá bien, y lo mejor es que una vez que lo llevas

puesto no puedes quitártelo

- ¿Ehh?.. Mejor me quedo con éste atuendo – Expresé con un

poco de miedo. -

La concentración de la tupida maleza, me estaba generando irritación. Claro que Tristán nos estaba anoticiando de los hechos. Teníamos que ir a pie, pero según Mikonos, era todo muy seguro. Y estando Tristán con nosotros podíamos estar seguros. ¿O eso pensaba?

El camino se terminó con la llegada de una vegetación muy avanzada.

- ¿Eso puede ser? - Expresó Tristán. -

- ¡Sí!, Estamos dentro del bosque de los Alendes en la región de

Arkadia, y debemos llegar a Urbanna, pásando por otras

ciudades. -

- ¿Alendes?

- Son solo gusanos gigantes que se mueven entre la maleza. –

Expresó Tristán. –

- ¿Gusanos? - Preguntó Josefina con sus ojos de asombro

temerosos

- ¿Gigantes? - Preguntó Gregory con la misma gesticulación

- ¿A qué le llaman gusanos y gigantes? – Pregunté, también en la

misma situación.

- Lo que oyeron. Como en el planeta tierra ¿No les he dicho que

aquí todo tiene un tamaño mayor?

- ¡Nooo!..¡¡ No señor extraterrestre, nos has dicho!! – Dijo con

sarcasmo Josefina.

 

 

 

 

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- ¡Perdón que descuido el mío! – Confiesa Mikonos con una suma

tranquilidad – ¡Pero bien!, Todo es más grande – Vuelve a decir con tranquilidad. Sigamos.

- ¿Todo es más grande? – Medité en ello. Me imagine a Gaia del

tamaño de un rascacielos –

- ¡DANNA! – ¡TEE DIJE QUE NO VINIERAS!! – Con una mirada

diabólica y luego levanta su pie derecho para aplastarme. –

- ¡¡No Gaiiaaa!! ..¡¡No lo hagas!! ¡¡Vine a rescatarte!! ..¡¡Ahha!! –

Gritando me encontraba en mi sueño despierto.

- ¿Qué te ocurre? – Pregunta Mikonos, mientras todos me miran

como si fuera un extraño soñador..

- ¡¡Estemm!!.. No nada..!Je! ¡Je!.. – Dije riendo un poco. –

Nos adentramos ligeramente de forma plausible entre la maleza. Tenía una mala espina de lo que estaba sucediendo, de todas maneras no importaba, seguíamos las ordenes de Mikonos que nos iba indicando, aunque lo veía un poco tenso, como a Tristán. La maleza estaba creciendo de manera sustancial. Ambos comenzaron hablar en su lengua natal.

- ¡Tristán!, ¡No veo factible, de si debemos ir por aquí!. –

- No deberíamos tener inconveniente. Le he comunicado a

Caciope, y aclaró que limpiaron la zona.

- Bueno. Ella es de confiar.

- ¿Quién es Caciope?- Pregunté a Mikonos - ¿Tu novia?

- Cállate intento de ser humano..Es una compañera de nuestro

grupo insurgente. -

- ¿Es bella? – Preguntó Gregory

- ¡Pienso que si..Incluso!…¡¡¿Qué demonios es ésto?!! ¡Dejen de

decir tonterías!

- ¡Ayy!..Los hombres son tan predecibles – Opinó Josefina. Todos

la miramos con mala cara. -

 

 

 

 

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- ¡Atención! ¡El terreno es seguro, y es lo importante! Entonces,

aunque, si no tuviéramos que ir por aquí, preferiría no pasar. Sin embargo es la única zona arborícola en la cual los saurios no suelen llegar.

Con los demás no entendíamos nada. Estábamos en otro lugar muy lejos de nuestro hogar, y lamentablemente no podíamos saber que ocurriría, en lo más mínimo. Solo debía encontrar a Gaia. Razonando

 

medité, ¿Qué ocurriría, sino pudiésemos regresar? Vivir aquí

 

 

atrapados. ¿Qué dirían nuestras familias, buscándonos desesperados? No cavilé en ello, y supongo que la intranquilidad de Gregory y Josefina, era evidente, y similar a la mía. Mikonos terminó la plática con Tristán, y de alguna forma se acercó a decir unas palabras.

- No teman, en cuanto todo se concluya, regresarán. – Allí está

todo programado.

- ¿Programado? – Preguntó Gregory –

- En efecto, ya lo sabrán. –

- Es la típica respuesta de Gaia. Dejar que te sorprenda la

situación. Debo encontrarla, e irme de aquí con ella. Gregory, pensaba lo mismo con Luna, supongo, y Josefina solucionar sus diferencias con Tristán, aunque ella también es una

 

terrícola como nosotros. Vaya la fiesta en que nos

 

 

inmiscuimos. De todas maneras las palabras de Mikonos y Tristán, fueron claras, solo yo puedo traer a Gaia de nuevo y evitar ese casamiento. Y claro que lo haré. No dejaré que ningún reptil le ponga una mano encima, o lo que fuere que sean.

Estamos por ingresar a la maleza cerrada. Se le llama según Mikonos, la zona cubierta N° X- 156. Aquí son de poner números a todos parece, no obstante debemos si o si, pasar por aquí, para llegar a la ciudad. Con dificultad podíamos saber nosotros lo que acontecería.

 

 

 

 

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Primero entro Tristán, y luego continuó Josefina, y detrás de ella Gregory y yo, y al final Mikonos. Estábamos en fila, como una manada de lobos. Íbamos a paso sigiloso, la maleza eran gigante hasta el punto que no veíamos el cielo. Eran como si me hubieran reducido al tamaño de una hormiga, y caminase por el pastizal del patio de mi hogar, donde viven los padres.

No ubicabamos en plena movilización, aunque no se veía nada, pues los pastizales cada vez crecían a una altura que podría ser un árbol tranquilamente. La zona cubierta N° X-156, era bastante tupida, y exótica. Algunos insectos pululaban por allí. Eran como del tamaño de una mano.

- ¡Wow! ¿Miren allí? – Indicó Gregory. –

- ¡Esas son Alfaras! –

- Parecen moscas – Expresó Josefina – Aunque de un tamaño

…¿Gigante?..¡¡YUfff! – Expanta con su mano extendida. -

- Cierto, son parecidas. Aquí hay una variedad de insectos que se

asemejan a los que habitan en la tierra. –

- Y la pregunta que todos queremos hacernos – Dije - ¿Son

amistosas?

- ¡¡De hecho!!!, - Y esperaba lo que comentara nuestro guía de

turismo - ¡¡No!! – Expresó Mikonos – Sin embargo – levantó el dedo índice al cielo pleyadiano - Tenemos repelente en las ropas –

- ¿O sea comen carne? ¿Repelente?.. – Fruncí el ceño

- Pueden verlo por ustedes mismos –

Un puñado en enjambre se fue directo a una criatura en forma de lagartija con ochos patas y dos cabezas. – Los insectos se abancalaron sobre ella devorándola, sin piedad. Pronto desde un lodazal, una serpiente gigante se llevó la presa. O era como una serpiente con cinco ojos, y patas delante y al final, y luego se fue volando, con el enjambre que lo perseguía.

 

 

 

 

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- ¡Qué oportuno que se los haya llevado! – Expresa Tristán. –

Ninguna se acercaba a nosotros. -

Desde el cielo un ave rapaz abre su boca y se traga a la serpiente, y los insectos en un solo bocado. -

- ¡¡Que espectáculo bello!! – Dijo aplaudiendo Mikonos con

alguna lagrima de emoción – Es una Graza voladora. Era como un reptil con plumas.-

Los tres nos quedamos mirando con los ojos desorbitados del susto. -

- Oiga, ¿Dónde está el espectáculo? – Le pregunté alterado.

- Aquí en la zona N° X-156, todo es peligroso. Les explicaré,

aunque bello.–

- Tienen un concepto exótico del término belleza – Confiesa

Josefina. -

La mayoría de los reptiles, insectos, arácnidos, peces, y otras formas de vida, o criaturas, pertenecen a la tierra, solo que tienen modificaciones. Son todas las criaturas que corresponden a la época antes del Glaciar, o sea el precámbrico, al jurasico. De hecho no pertenecen todas a la tierra, sino que fue intercambio constante de evolución. -

- Parece la película Jurasic Park, o la isla de King Kong –Me dije.

-

- ¿Hay algo que sea seguro?

- ¡Oh si! Las demás zonas están controladas, pero al tener como

habitantes ciudadanos a los saurios debemos pasar por aquí.

- ¡Qué divertido! – Expresó Gregory resignado

- O sea….¿Debemos cuidarnos de no ser devorados?

- No se preocupen, en cuanto estén con nosotros, no les

sucederá nada –

- Lo dice con una tranquilidad que me asusta – Expresa Josefina.

 

 

 

 

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- Terminemos la plática, y prosigamos – Ordena Tristán -

Retomamos con las indicaciones, expresadas por Mikonos y Tristán. Es como si fuéramos todos en una línea recta sin desviarnos, debido que cualquier descuido podría generar que nos perdiésemos. Hay algo que no, nos querían mencionar. Supuestamente era seguro por la información filtrada de las comunicaciones. Una mujer de nombre Caciope, había producido una barrera de estabilidad para evitar que los depredadores se nos acerquen, de todas maneras teníamos que seguir las indicaciones. A pesar de ello, la mirada de Mikonos, era muy particular. -

- ¡Caciope! .. Cambio –

- Si, Nemesio..Cambio –

- Avisa a Mikonos que deben aguardar, y no proseguir.

- Ellos ya están en pleno camino.

- ¡Maldita sea la suerte!.. Hay un desperfecto con la barrera.

Pensamos que podemos darle solución en instantes, Sin

embargo lo adecuado será que no continúen

- ¡Nemesio!...¡No puedo hacerlos regresar! ¡Entiende que sería

peligroso!

- Caciope!..!Es más peligroso que avancen! Sé que no debería

decir esto. Tristán solo no podrá con todas las amenazas. Y los humanos no los veo preparados para un ambiente hostil, según los informes entregados.

- Uf..Perfecto – Expresa ella con voz de pocos amigos - Cambio.

- Cambio. –

- Cambio - Mikonos…Hagan una pausa – Cambio

- Cambio – ¿Una pausa? Ya veo – Agacha la mirada – Suponía

que algo estaba sucediendo.

- Lo siento Mikonos. Esperen hasta recibir órdenes. –

 

 

 

 

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- Lo sé, no podemos volver, ni avanzar. Espero el defecto se

solucione. – Cambio

- Gracias - Cambio

Caciope, continúo monitoreando. Pronto comenzó a notar algunas anomalías en los alrededores, y otros datos desde otra de sus pantallas.

- ¿No creo que ellos se hayan dado cuenta que están ahí?

-

Al oír la orden de Caciope por el computador sensorial, mantuvieron fila en un mismo lugar.

- Debemos aguardar aquí – Expresa Mikonos. -

- No es conveniente – Objeta Tristán. -

- Son órdenes de Nemesio. Hay algunas contrariedades.

Notamos lo sucedido, entre los tres. El ambiente se estaba nublando. O eso parecíademostrar el cielo de este mundo similar a la tierra. Un cielo gris, pero con tonalidad roja. Aquí la pigmentación era de muchos colores. Al descender del gran cilindro, nos asombramos de ello. No solo por lo magnifico, sino que exponía una belleza extraordinaria. Sin embargo aquí donde nos ubicamos, no demostraba ser un edén. Todo lo contrario, es una jungla extraterrestre imposible. Nos ubicamos en un pequeño páramo. La tierra estaba mojada con ese mismo líquido semejante al agua que se vertía desde algunas bifurcaciones aledañas. Pronto se generó un silencio locuaz.

- ¿Ocurre algo? - Pregunté a Mikonos con inquietud. Él,

observaba el suelo.

- ¡No..nada!.. ¡No sucede nada!....

Josefina ante la inquietante situación se distrajo con un pequeño insecto de color purpura. Era volátil, y se manifestaba como un pequeño escarabajo.

 

 

 

 

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- ¡¡Ay!! ¡Qué bello! – Lanzó su exclamación - ¿Miren? ¿No es

bonito?

- ¿Qué rayos es eso? – preguntó Gregory. Josefina estaba de

espaldas al pequeño insecto sonriendo detrás de ellas el alto

pastizal.

- ¡¡Ah!! Es solo un bicho.¿ No es hermoso? – pregunto

tranquilamente. Todos nos quedamos perplejos.

- ¡¡Eh!!..¡¡Ehh!!..¡¡¡Josefina !!!– Dije estirando el brazo y la

mano, señalando por detrás de ella.

- ¡No te muevas! – Exclamó con un alarido Mikonos. – ¡Tristán! –

Mikonos dio aviso y sacó un arma de fuego de su cintura, la cual tenía guardada por seguridad. Pronto apuntó con el monstruo. -

- ¿Eh? …¡¿Qué..qué..e ocurre? – Empezó a temblar ella, y se dio

media vuelta al ver lo que le esperaba - ¡¡¡¡Ahhhh!!!!...- El grito fue inmediato. Un gran escarabajo del tamaño de un Árbol lanzó sus pinzas contra ella, pronto Tristán se arrojó a sacarla de allí a tiempo y Mikonos le disparó varias veces.

- ¿Qué demonios es esa cosa? – Vociferé como un desaforado. -

- Es un termulus – me devolvió el grito Mikonos – Crecen en los

pantanos de la zona. Son coleópteros. El pequeño es la cría.

- ¡¡¡…Pee..peroo!!..¿Por qué es tan grande? – se esforzó Gregory

por decir algo

- Aquí todo es enorme. Tiene una alimentación variada, desde

carbohidratos, lípidos

- ¡¡¡Ehh!!!…¡¡¡Eyyy!!! ¡¡¡¡No le interesa saber de que se alimenta

esa cosa!!!! – Dije corriendo.

- Vamos por aquí - Tristán llevaba de la mano a Josefina. Todos

comenzaron a correr en una dirección dispar. La maleza se estaba agrandando y el suelo se movía. Mikonos continuo disparando en una retaguardia, y pronto se fueron sumando más especies.

 

 

 

 

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- ¡¡O no!! – Expresó éste. Júpiter toma esto y arroja para mí y

Gregory unas varas pequeñas. Tristán le da una a Josefina.

- ¿Ahora qué ocurre? – Lo esperé - ¿Qué es esto?

- Estamos en medio de una colmena. – Tristán con Josefina,

estaban delante.

- Son varas eléctricas en forma de cilindro. Gira el metal oscuro y

se verá una botonera. – Al hacerlo se convirtió en un palo de gran tamaño con una punta eléctrica como lanza. El de Gregory era como un revolver como el de Josefina. Esos cilindros se convierte en varias armas. Espadas, cuchillos, lanzas, revolver, lo que sea.

- ..¿¿Ehhhh??..no tiene bomba atómica.

- ¡¡¡Esto no es un juego de guerra!!! – Se enfada Mikonos.

- Deja de gritarme cucho.

- ¡¡Que no soy cucho!!

- No pensé que tuviera que darles esto. Pero estamos en apuros.

– Explicó corriendo Tristán - Gregory comenzó a disparar

atinando a los insectos. - Buen tiro – Dijo Tristán. Josefina no se quedaba detrás. De alguna manera conocían bien esto de pelear con armas de fuego. Mientras tanto no entendía bien como manipular esto.

- ¡Vamos en esa dirección! – Indicó Mikonos. Todos los seguimos.

- ¿por qué me toco una lanza? – pregunté ofuscado

- No seas estúpido y deja los caprichos. Es lo único que había

¿Aparte no eras bueno en esto?

- El suelo se mueve – Advirtió Tristán – Puede que los gusanos

hayan despertado.

- ¿¿los gusanos?? – Se preguntaron asombrados Josefina y

Gregory con pánico.

- Debemos mantener la calma – expresa Mikonos que es

golpeado por una suerte de reptil asustado cayendo al suelo. Uno de los escarabajos fue hacia a él y me coloqué delante, fui

 

 

 

 

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arrematando en estocada contra este, aniquilándolo de

inmediato.

- Buen golpe Júpiter

- ¡¡Gracias!! – Dije como haz de victoria. El suelo continuaba

moviéndose - ¿Qué ocurre? ..¿Eh? – Sentí como un hoyo se abría. Mikonos se lanzó hacia atrás y mientras Tristáncubría con Gregory y Josefina. El agujero se hizo más grande - ¡¡¡Ahaahhh!! –me desvanecí cayendo a un pozo interminable

- ¡¡¡Jupiterrr!!! – Gritaron todos - ¡¡¡Jupiterrrrr!!!!

Fui desapareciendo. Lo último que pude ver fue el rostro de Mikonos gritando, y la balacera que permanecía con un humo de pólvora y láser.

- ¡¡Júpiter!! - Continúo gritando Josefina.

- Él estará bien – Dijo Mikonos – Debemos ponernosa salvo. Un

disparo tras otro y las bestias se iban acercando, lo que hizo que rompiesen filas.

- ¡¡¡Debemos alejarnos Mikonos!!! – Gritó Tristán. Por detrás de

él, un golpe lo tumbó al suelo. Su pierna había sido maniatada por un tentáculo de uno de los gusanos que lo arrastraban hacia su boca. Las fauces de la bestia eran tan extensas. Al abrir su mandíbula. Sus dientes se prolongaron como cuchillas que se asemejaban a los de un tiburón. Desde su interior su lengua se extendía hacia afuera palpando el cuerpo. Mikonos estaba ocupado con Gregory disparando a los escarabajos. El pie de Tristán estaba por ser consumido cuando la lengua del gusano rosó su tobillo, un disparo certero de Josefino quemó la misma que retrocedió. Luego una seguidilla de tiros hacia el interior para calmar al monstruo. Tristán con un rostro pálido y a la vez furioso sacó su cuchilla y cortó la extremidad que lo aferraba.

- ¡Gracias! – Cumplimentó a ella. Y lo tomó de la mano.

 

 

 

 

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- ¡No es nada!, ¡¡Oye!!

- Debemos salir de aquí. ¡¡Vamos Mikonos!!

- Huyan nosotros iremos en la otra dirección – Explicó con gran

voz el gato – ¡¡Ven conmigo!!

- ¿Y Júpiter?

- ¡¡No podemos hacer mucho!! ¡¡Estamos rodeados!!

- ¡¡No sobrevivirá!!

- Implanté un chip en cada uno. Para localizarlo. Vendremos por

él.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque se está moviendo ahora mismo. Y el arma que posee,

puede darle la protección. - ¡Sigamos!

Se dispersaron por una dirección ellos, y por la otra, Tristán y Josefina.

Al caer al suelo, solo me golpee la espalda.

- ¡¡AYY!! Mi cintura. Y me tome la cabeza con la mano también

por el impacto - ¡Maldito Mikonos!, vas a tener que pagar las sesiones de quiropraxia cuando regresemos a la tierra. – Por cierto, ¿Dónde estoy? – Me pregunté un tanto aturdido. Lanza estaba a mi lado y la recogí de inmediato para incorporarme. Estaba en una suerte de cueva. Había variad direcciones a las que ir. Un ruido se presentó en forma inmediata. Al verlo supe que estaba en peligro.

Me moví rápidamente en la dirección del primer agujero que encontré. Comencé a correr sin mirar detrás. Ello podría haber sido correcto, sino fuera porque no se veía absolutamente nada. En los contornos de aquellas paredes una iluminación mínima, pero al fin se gestaba. Eso fue un alivio. Aún se oían temblores desde el techo. Eso quiere decir que aún están luchando ¡Solo espero que estén bien!

 

 

 

 

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- ¿Mikonos estás ahí? Cambio. Pronto se activará la barrera.

Resistan – Informa Caciope que trabaja arduamente para solucionar el inconveniente.

- Tristán, corre en esa dirección – Señala Josefina. Los dos se

habían separado del grupo. Se alejaron a la izquierda en cuanto Mikonos y Gregory a la derecha.

Éste trayecto, no concluye. Proseguí mi camino con el arma a la defensiva que me había otorgado Mikonos y Tristán. La tierra comenzó a moverse. ¡Diablos! ¿No puede ser? ¿Otra vez? Debo salir de aquí. Aceleré el ritmo. Aquella percepción de ser observado me acechaba. El movimiento se intensificó. Mi cuerpo empezó a temblar. Debe ser el tacto. El sentido de defensa me pidió que voltease a ver, detrás de mí una enorme forma de gusano se lanzó hacía mí. Nuevamente ese sentido de defensa se activo. Cerré mis ojos y cuando los abrí. El monstruo estaba en el suelo y mi lanza en estocada clavando el interior de su cuello. Un líquido similar al pus se escapaba de su sistema de piel interna.

- ¿Qué es eso? – Quité asustado el arma. Aún estaba temblando.

Di la vuelta y me fui de allí de inmediato. Otros temblores se produjeron. Escapé del orificio a un campo abierto, y allí me esperaba la colmena. -

- ¡¡Oh!!.. ¡¡Rayos!!..Ahora si me encuentro en aprietos. Estoy

rodeado por varios de estos monstruos. ¿Piensa Júpiter? ¿Qué haría Mikonos en este instante?

La imagen de Mikonos fue a mi mente.

- ¡Lo importante es mantener la calma!..

- ¡¡Ohh!!..¡¡¡Maldito gato tonto!!!..Eso no me sirve para nada..Al

demonio – Tomé la lanza y fui contra el primer gusano que estaba, junto a otros, clavando aquella, luego comencé a girar en varias direcciones, evitando que cada uno se acercase, me

 

 

 

 

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sentía como Bruce Lee en una de sus películas, aunque soy un safio, para ello. No eran muy inteligentes estos monstruos y eso me beneficiaba. Pronto, pude avistar, otro orificio al cual escapar. Los efectos eléctricos de la lanza hicieron un impacto que dominó, y me abrió el paso para proseguir. Comencé a correr con todas mis fuerzas, y en un momento de descuido, tropiezo, y sin darme cuenta, caí en un agujero. – ¡¡Ahh!!!.... – Mis gritos se oyeron por todo el planeta. Estaba descendiendo a una velocidad abismal, y parecía no tener fin. A medida que iba maldiciendo con alaridos e improperios, el sonido de la voz se iba apagando con el eco, y me desfallecía, entre mareos que se iban produciendo en mi interior. Mi mente se sometía a un trabajo complicado y shockeante, y descendía hasta que desmayé. El agotamiento y las emociones convulsionaron mi sistema nervioso.

- ¡Vamos!.¡Júpiter! ¡ven conmigo!..¡Danna!...¡Vamos!...¡¡Ven!…

- ¿Dónde estamos?

- ¡Danna!..Estamos en casa… - Sonreía. –

- ¡Ah que alivio!...Fue un sueño – Respiré hondo y todo se volteó

de cabeza. Gaía comenzó a desdibujarse lentamente.-

- ¡¡¿Gaia?!!..¡¡Gaia!!...¡No te vayas! – La figura feliz y alegré de

ella, desaparecía como un ente borroso, y mi mano se extendía ante su dulzura que desvanece. -

Desperté, cuando una gota de un liquidó similar al aguar caía en mi rostro.

- ¿Dónde estoy? – Me pregunté. El sitio no era muy distinto de lo

que la cueva representaba. Había caído en lo hondo de lo hondo. Unos monstruos me están persiguiendo. Me ubicaba en un planeta, a años de la tierra, y estaba perdido. - ¡¡Perfecto!!

..¿Algo más podría suceder?

 

 

 

 

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Otro sonido, se presentó. ¡IOh no!..¿Otra vez?...Una pequeña criatura se acercó a mí, parecía humano, pero con un color rojizo. Era como si fuera una niña. Estaba detrás de unas rocas, y me observaba detenidamente.

- ¿Otro nuevo problema?