webnovel

La Leyenda del Kyubi [Español]

Un pasado desconocido, con solo fragmentos de su antigua vida, una joven alma renace en el mundo que tanto deseo con el objetivo de así poder cumplir su sueño pero un accidente lo cambiará todo. ¿Qué cambias traerá su presencia en este mundo?¿Cuantos destinos cambiarán por su culpa? Eso, lo descubrirás, tú... ************************************* Disclaimer: No soy dueño del trabajo original "Naruto", ni de ninguno de sus personajes. ************************************* Si les gustó la historia, pueden apoyarme a través de pa treon con el siguiente link. https://www.pa treon.com/GenoXX

GenoXX · Cómic
Sin suficientes valoraciones
346 Chs

Capítulo 212: Sal de mi Mente (+18)

Kurama e Ino estaban sentado frente al otro.

Los dos habían llegado al hogar de la chica rubia, solo para ver como su madre los dejaba solo con una sonrisa en su rostro mientras les decía que "no se preocuparan".

"Muy bien, creo que es tiempo de que comencemos" - dijo Kurama mientras entrecerraba los ojos - "¿De qué quieres hablar, Ino-chan?"

"Es sobre nosotros" - respondió Ino con seriedad - "Sé que lo hiciste con Hinata-chan y me siento molesta de que no lo hicieras conmigo también"

"En mi defensa, no fue como piensas" - respondió Kurama mientras sacudía la cabeza. Él le explicó como había pasado todo, así como el motivo por el cual sucedió.

"Uh... suena como algo que Hinata-chan disfrutaría..." - dijo Ino mientras sacudía la cabeza - "Pero eso no cambia el resultado, yo también quiero ser una contigo, Kuro-kun"

"Oh, mi princesa es tan osada" - dijo la madre de Ino mientras entraba a la habitación, solo para ver como la chica rubia se sonrojaba - "¡Okaasan!"

"Tranquila, no los espiaba o algo por el estilo" - sonrió su madre - "Solo los escuché por accidente, aunque estoy de acuerdo con mi hija, Kurama-san. Ella ya es una chica lo suficientemente madura como para tener sexo, sin contar que no creo poder resistir por más tiempo el escuchar como se..."

"¡No digas nada más, Okaasan!" - exclamó Ino con el rostro rojo mientras le daba una mirada molesta.

"Ok, no tienes que reaccionar de esta manera, Ino-chan" - dijo su madre mientras negaba con la cabeza - "Solo quería decir como es que gritabas su nombre mientras te masturbabas... para los chicos, para algunos chicos eso es excitante"

"¡Okaasan!" - exclamó Ino mientras le lanzaba una mirada discreta al pelirrojo, solo para notar como este estaba sorprendido de escuchar las palabras de su madre - "Ugh... me quiero morir..."

"Tranquila, Ino-chan... he escuchado cosas peores..." - dijo Kurama con una sonrisa.

"¡Eso no me consuela en lo más mínimo!" - exclamó Ino con desesperación.

* * * * *

Pasaron 15 minutos para que Ino pudiera calmarse luego de que su madre la estuvo molestando por un buen tiempo, solo para que los dos jóvenes volvieran a estar solos.

"Ok, creo que es tiempo de que hablemos con seriedad, supongo" - dijo Kurama mientras miraba a la chica rubia - "¿Estas segura de que quieres esto?"

"Sí" - asintió Ino con firmeza - "He deseado esto por tres años, solo porque comprendía que todavía no era el momento para dar el siguiente paso"

". . ." - Kurama se quedó en silencio unos segundos mientras suspiraba. Él podía comprender el motivo de esto, después de todo, tampoco le gustaría que otras chicas se le adelantaran cuando él estaba desde antes - "Ok..."

"¡¿Enserio?!" - exclamó Ino con emoción. Ella nunca pensó que aceptaría tan rápido.

"Ya lo hice con Hinata, así que supongo que tienes razón con estar enojada..." - murmuró Kurama mientras sacudía la cabeza - "Sin contar que no es como si no deseara tener sexo contigo, o sea, eres sexy y te conozco durante años"

Ino se sonrojó cuando escuchó al pelirrojo mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

"Aunque ahora tengo curiosidad por una cosa..." - dijo Kurama mientras miraba a su alrededor - "¿Donde está tu padre?"

"¿Tousan?" - preguntó Ino mientras ladeaba la cabeza - "Ahora que lo dices no tengo la más mínima idea"

". . ." - los dos jóvenes se quedaron en silencio unos segundos antes de decidir dejar eso a un lado, no es como si realmente importara donde estaba Inoichi en estos momentos.

"¿Entonces?" - preguntó Ino con un ligero sonrojo - "¿Vamos?"

"Cuando quieras" - respondió Kurama mientras Ino tomaba su mano y lo encaminaba a su habitación, sin notar como su madre la estaba mirando con una sonrisa - "Crecen tan rápido, ¿no lo crees, Inoichi-kun?"

"¡Hmph!¡Hmph!" - Inoichi solo podía retorcerse mientras veía como su princesa llevaba a esa bestia roja a su habitación sin poder hacer mucho ya que estaba atado y amordazado.

"¡Oh, vamos. Inoichi-kun!" - dijo la madre de Ino mientras fruncía el ceño - "Ino-chan ya es una niña grande, puede hacer lo que quiera..."

"¡Hmph!" - Inoichi solo le dio una mirada molesta mientras 'suspiraba' con pesar.

* * * * *

"¡Ah~!" - Ino solo podía gemir en éxtasis mientras sentía como el pelirrojo devoraba sus pechos con fiereza - "¡Oh, Kami-sama~!"

Kurama tenía que admitir que Ino era deliciosa, sus pechos que a pesar de no ser tan grandes como los de Hinata, eran superior a la media.

"¡Oh, dios~!" - exclamó Ino mientras sentía una corriente eléctrica recorrer su espalda. Ella sinceramente estaba deseando que todo esto no terminara nunca - "¡No puedo más~!¡Hagámoslo, Kuro-kun~!"

". . ." - Kurama le dio una última mirada antes de asentir con firmeza. Él lentamente se puso frente a la chica y se preparó para iniciar con lo que ella había estado esperando.

"¡Hazlo, Kuro-chan!¡No te preocupes por mi!" - exclamó Ino mientras sentía como su interior - "¡Ah!"

Las lágrimas empezaron a correr por su mejilla mientras el dolor aumentaba, aunque rápidamente se adaptó a este gracias a su entrenamiento como kunoichi, de hecho, comparado al dolor del entrenamiento con Kushina, esto no era nada.

"¡M-Muévete~!" - gimió Ino mientras intentaba mover su cintura.

"!" - Kurama se sorprendió cuando vio como la chica rubia se movía ella misma, solo para asentir con firmeza y empezar a seguir los movimientos de la joven.

"!" - Ino solo soltó un agudo gemido al sentir como el pelirrojo estaba completamente dentro de ella, así como el dolor desaparecía lentamente siendo reemplazado por placer. Ino lentamente se acercó al pelirrojo y lo besó con pasión mientras se presionaba contra él - "¡Kuro-kun~!"

Kurama apretó los dientes cuando sintió como el placer aumentaba mientras la intimidad de la chica parecía no querer soltarlo.

Lentamente, él tomó a la chica y la empezó a penetrar con todas sus fuerzas.

"¡Hyaaaaaaaaan~!" - el gemido de Ino no se hizo esperar mientras los dos jóvenes continuaban en su baile de placer, cada vez más sincronizado el uno con el otro.

"Ino-chan... estás apretándome demasiado..." - murmuró Kurama mientras soltaba un suspiro de placer.

"Pero se siente, tan bien~!" - exclamó Ino mientras sentía como su interior se contraía ligeramente - "¡No puedo más!¡Me corro~!"

Kurama apretó los dientes cuando sintió como el interior de Ino temblaba ligeramente mientras veía como la expresión de éxtasis aparecía en el rostro de la chica.

"Ino-chan..." - murmuró Kurama mientras lamía el cuello de la chica.

"¡Dame un segundo, Kuro-kun~!" - exclamó Ino mientras sentía como el pelirrojo empezaba a moverse una vez más.

* * * * *

"¡K-Kuro-kun~!" - gimió Ino mientras una expresión de lujuria total estaba presente en su bello rostro.

Ella estaba sintiéndose en el cielo con cada embestida que el pelirrojo le daba, coda rose que el pene del chico le daba al punto más profundo de su intimidad.

"¡Kuro-kun~!" - Ino estaba en completo éxtasis, cada embestida que le daban, hacía que su interior vibrara.

"!" - Kurama estaba maravillado por el húmedo y apretado interior de la rubia. Era como si su vagina estuviera hecha perfectamente para su pene.

Él solo podía resistir las ganas de correrse, esto nunca le había pasado antes, ya que siempre duraba por mucho más tiempo pero el apretado interior de la rubia era algo que nunca antes había experimentado.

Ino estaba al borde del quiebre por tanto placer.

Si esto seguía así, ella no podría vivir sin él, no podría estar un día sin separarse de su amado. Era una sensación que quería con todo su alma pero muy dentro de ella sabía que no debía volverse adicta al sexo, o terminaría mal.

Ella era una kunoichi, una bella y letal asesina. Si ella se volvía adicta al sexo, podría caer en el antiguo vacío que sus antepasadas experimentaron. Ser tratadas como herramientas para poder reunir información a través del sexo.

"¡Kuro-kun~! ¡Por favor córrete!" - gimió Ino mientras le daba una sensual sonrisa - "¡Por favor~!¡Hazlo por mi~!"

"¡Ok, Ino-chan!" - exclamó Kurama mientras sentía como si las palabras de Ino lo estuvieran liberando. Él estaba a punto de correrse y no había forma de negarlo, incluso la misma Ino podía sentir como su pene crecía en su interior.

"¡¿Te vas a correr Kuro-kun~?!" - gimió Ino mientras lo ayudaba con sus movimientos de cadera.

"¡Estoy a punto!" - respondió Kurama mientras tomaba a la chica de la cintura y aumentaba la frecuencia de sus movimientos.

"¡Hazlo, Kuro-kun~!" - gimió Ino mientras sentía como su vagina temblaba ligeramente.

"¡Me corro!" - gimió Kurama mientras su semilla invadía el interior más profundo de la rubia.

"¡Hyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan~!" - Ino solo gritó en éxtasis mientras sentía como el líquido caliente llenaba su interior lentamente - "¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah~!"

"¡Oh, mierda!" - exclamó Kurama mientras apretaba los dientes. Era primera vez en mucho tiempo que se corría tanto y eso que tuvo sexo hace poco con Hinata.

"E-Esta s-sensación~" - gimió Ino mientras arqueaba la espalda con una tonta sonrisa en su rostro - "¡Me voy a volver adicta a esto~!"

Kurama le dio una mirada mientras nuevamente la tomaba de la cintura.

"��Eh?" - Ino le dio una mirada sorpresiva al pelirrojo, solo para empezar a gemir nuevamente cuando sintió como él nuevamente empezaba a mover su cadera - "¡Espera!¡Dame al menos un segundo para recuperarme, Kuro-kun~!"

"Lo siento, Ino-chan..." - murmuró Kurama mientras le daba una mirada llena de pasión - "Pero no creo que pueda parar..."

"¡Aaaaaaaaaaaaah~!" - los gemidos de Ino nuevamente resonaron en su habitación mientras los dos jóvenes empezaban un segundo baile de pasión.