—Ella seguía insistiendo en que el arma estaba vacía —se oyó la voz de Lauren.
Él la estudió atentamente. —¿Por qué sacas eso a relucir ahora?
—Quiero decir, quiero saber tu opinión. ¿Crees que ella dice la verdad? A todos nos pidieron silencio sobre el asunto cuando perdiste la memoria, pero ya que ahora recuerdas todo, creo que deberíamos lidiar con esto junto con lo de Dolly.
Steffan soltó un suspiro profundo y se recostó en su silla. —Conozco el carácter de Benita desde que éramos jóvenes y ella no sería capaz de quitarle la vida a nadie —dijo Steffan.
—También podrías haber dicho lo mismo de Dolly hace unos meses —Lauren le recordó con un tono demasiado agudo—. Así que no puedo confiar en eso y decir que podrías tener razón en cuanto a ser un buen juez de carácter.
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