ese día había una fiesta, la cual era en honor a la señorita diana la cual llamaban dama, todo gracias a su comportamiento, lo cual no sabían que ella solo quería divertirse y no a ser caso a las reglas.
ella llevaba un vestido rojo, corto y provocativo lo cual a ella no le importaba, lo que no sabia es a quien conocería ese día.
la dama fue por un poco de vino y cuando estaba volviendo choco con un hombre mas grande que ella, manchándole su camisa, por su camisa mojada sus músculos estaban un poco expuestos, la dama se apresuro a decir:
- lo siento no me fije por donde iba si quieres te consigo otra.
- claro no hay problema
- he ¡y enserio no te enojaras?!
- tranquila mándame porque lo aria.
ella se sonrojó al escucharlo decir mándame, su piel blanca como la nieve se había a colorado en sus mejillas.
fueron a la habitación para que se cambie de camisa.
- ¿cual es tu talla? aquí ay muchas si quieres puedes elegir, ¿cual quieres ponerte?-dijo curiosa mirando al hombre.
- perdón pero no me he presentado un gusto yo soy damian y usted es?