Capítulo 3

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Lucian suspiro mientras estaba sentado en una silla de madera, tenía su barbilla apoyada en su puño izquierdo y sus ojos plateados reflejaban puro fastidio. Habían pasado un par de años desde que comenzó a entrenar en el Vaticano bajo la tutela de Griselda, Dulio y Vasco. Decir que fue interesante era decir poco. Cada día pasaba algo raro y estúpido que de alguna manera siempre involucraba a su equipo y a los ancianos del Vaticano.

Él había cambiado mucho en los últimos años. Ahora era un joven de diecisiete años con una estatura más alta que el promedio. Unos 1.79 con una musculatura ni tan delgada y ni tan musculosa, era como decir que estaba en el mejor estado en el aspecto físico. Su cabello plateado había crecido hasta su nuca y en la parte delantera llegaba hasta las cejas. Usaba el atuendo de Exorcista de alto rango con la única diferencia que él usaba una banda plateada en su bicep izquierdo representado como líder de su propio Escuadrón. Su rostro había perdido todo rastro de la grasa de bebé dejando un rostro maduro y definido. De bajo de sus ojos habían ligeras ojeras gracias a que siempre estaba en movimiento ya que el corrupto del papal hacia cosas ilegales dentro o fuera del mundo sobrenatural que sin duda meterían al reino Celestial o al Vaticano en serios problemas, su Escuadrón parecía más del tipo niñera cuidando los problemas del ejército personal de Honest osea, los templarios.

-Esto es una mierda tan innecesaria-Murmuró una voz femenina.

Lucian observó aburridamente a su lado derecho donde estaba una chica a finales de su adolescencia muy hermosa. Su apariencia es la de una mujer japonesa de 17 años de edad. De ojos Amarillos y cabello negro con puntas rosadas. Su atuendo se parece al de una monja budista de origen japonés; usando un vestido ajustado con una abertura en el lado izquierdo que expone su pierna, y un hábito blanco similar a una capucha con un gran collar de oro envuelto alrededor del cuello. Ella estaba leyendo un libro tranquilamente aunque una de sus cejas se movía en clara irritación.

-Estoy de acuerdo contigo Kiara-Dijo Lucian distraídamente mientras miraba hacia al frente donde estaba Honest el actual papal.

-Este tipo tiene muchas cosas en esa bóveda suya y está lloriqueando porque Mordred le robó una mísera espada-Murmuró Lucian sin realmente ver cual era el problema en que Mordred tomará una espada que por derecho era suya.

Si. Lucian y su Escuadrón se encontraban en la cámara del consejo de anciano dónde estaba llevando una fuerte discusión y la fuente de todo era Mordred quien estaba sentada en una silla de madera en el centro de la habitación con los brazos cruzados sobre su pecho de copa b y también respondía a todo lo que los ancianos le decían. Mordred usaba una armadura gruesa de color gris y detalles en rojo. En su espalda estaba fuertemente asegurada una espada muy peculiar. Es una espada de plata blanca brillante y ornamentada adornada con espléndidas decoraciones.

Esta espada era Clarent. La espada que usó la Mordred original para librar su rebelión en contra su padre el Rey Arthur y que de alguna manera el actual papal Honest se hizo con ella.

-Esta espada me pertenece por derecho propio-Dijo Mordred fulminando con las miradas a los ancianos del consejo.

-No te pertenece pequeña mocosa. Reclame esa espada para mi tesorería personal. Es un botín de guerra-Gruñó Honest furioso por qué está niña había entrado a su bóveda privada y había tomado un arma que el reclamo para el.

-¿Botín de guerra?-Cuestiono Mordred mirando a Honest con incredulidad.

Lucian y Kiara solo suspiraron de cansancio ante esta inútil discusión que no los llevaba a ninguna parte.

-¿Te oyes maldito cerdo?-Grito Mordred levantándose de su silla bruscamente haciendo que el metal de su armadura sonara por toda la habitación.

-¿Cómo me llamaste niña?-Pregunto Honest también levantándose de su asiento que parecía más un trono para un rey.

-Como escuchastes pedazo de mierda-Escupió Mordred enojada.

-¿Como una basura como tu que se sienta las veinticuatro horas del día en ese trono tuyo para saber lo que es la guerra?-Cuestionó Mordred enojada.

-Cómo....-.

-Es más. ¿Donde carajos hubo una maldita guerra que no me entere?-Cuestiono Mordred con una ceja alzada.

-¿Cómo sucedió esto?-Pensó Lucian sin saber la respuesta.

( Horas antes ).

Mordred se sentía frustrada y verdaderamente enojada por los tipos de armas que forjaban en este Vaticano. Ahora mismo se encuentra en los campos de entrenamiento personal de su Escuadrón. Actualmente está usando un top blanco que expone su abdomen y una chaqueta de cuero carmesí. También lleva unos shorts cortos con botas negras.

Entre sus manos estaba una espada proporcionada por Vasco para que entrenará. La espada emitía un aura roja que generaba poderosos rayos. Ella alzó sus manos por encima de la cabeza y reunió la cantidad suficiente de maná para su siguiente ataque.

-¡Clarent...Blood...ARTHUR!-Rugio Mordred bajando su arma hacia delante y disparando una explosión de mana muy poderosa que arrasó con gran parte del campo de entrenamiento.

-M-Mierda...*Jadeo*...O-otra vez se volvió a romper-Dijo Mordred entre jadeos mientras observaba la espada o bueno lo que quedaba de ella que solo era su empuñadura.

-*Jadeo*...Si tan solo tuviera el arma que mi antepasado utilizó-Gruñó Mordred en voz baja mientras tiraba la empuñadura de la espada hacia una pila de empuñaduras que estaban aun lado del campo de entrenamiento.

Últimamente ha estado entrenando para perfeccionar la técnica creada de su antepasado pero lastimosamente no ha tenido buenos resultados. Al parecer una espada cualquiera no podía manejar al ataque destructivo que podía dejar moribundo a un clase suprema en términos de demonios.

Naturalmente, Lucian, Alexandra y sus maestros se lo advirtieron. Clarent Blood Arthur no era un ataque ordinario que una espada cualquiera pudiera manejar. Al parecer la concentración de mana era tanta que causaba una gran tensión en la espada haciendo que vibre a frecuencias de altas velocidades. A causa de esto en medio del ataque la espada se puede destruir y la concentración de maná puede explotar y probablemente asesinar al usuario que trató de usar el ataque. Pero Mordred es muy testaruda y trato de hacer el movimiento final de su antepasado con un arma ordinaria.

Al principio fue tedioso gracias a que la mínima acumulación de mana en la hoja del arma causaba que esta misma se comenzará a caer en fragmentos sin ni siquiera reunir la mitad de la cantidad de maná que exige la técnica.

Kiara, su compañera de equipo fue tan amable de explicarle la razón de esto. Alparecer su mana es tan denso que causa que la hoja de la espada se destruya gracias a la densidad y poder de su mana. También le dio una solución para su problema y explicó que debía comprimir su maná lo suficiente para que la hoja del arma no se viera afectada por su maná.

Ella hizo todo al pie de la letra como lo dijo Kiara. Le tomó cuatro meses lograr tal hazaña pero el resultado no fue el deseado.

Mordred se dio cuenta que al comprimir su mana en la hoja, lo único que estaba haciendo era retrasar lo inevitable que era la destrucción de su arma.

Claro. Ella siempre podía luchar mano a mano pero se sentía un poco incómoda al luchar de esa forma gracias a que no era una experta en el combate cuerpo a cuerpo como lo es Lucian, Alexandra y sorprendentemente Kiara.

Aparte también está el problema que el ataque la deja con una tensión momentánea de tres segundos que pueden ser aprovechada por su enemigo. No siempre se enfrentaría con oponentes ordinarios. Existían Dioses de alto nivel que solo deseaban luchar y masacrar por diversión ( Dioses de la guerra como Hares ) sin mencionar la existencia de los Súper Demonios quienes tienen el poder suficiente para darle una buena lucha a los Dioses principales y algunos de los Arcángeles.

Ella sabía que estaba a la par de un demonio de clase suprema gracias al duro entrenamiento que ha llevado a lo largo de estos últimos años pero nunca se confiaría ante su enemigo. Nunca sabría qué truco sacaría su enemigo bajo de su manga para asesinarla. No deseaba tentar su suerte en el campo de batalla. Ella deseaba tener una linda familia y llegar a la vejez junto a su compañero elegido y morir por causas naturales. Morir joven no estaba en su lista de deseos.

-¿Problemas con el metal pobre?-Cuestiono una voz infantil pero llena de poder.

Mordred se estremeció levemente ante aquella voz y maldijo por dejar su guardia baja.

-¿Que deseas Bahamut?-Pregunto Mordred groseramente.

A Mordred nunca le gustó que se le escabulleron por la espalda ya que eso era un signo de debilidad hacia sus capacidades. Era algo que muy pocas veces sucedía y eso estaba contado con los dedos de las manos y aún le sobrarían dedos.

-Tch. Solo vengo a ver como vas en tu causa perdida-Dijo Bahamut.

Bahamut tiene la apariencia de un niño con ojos rojo sangre y cabello dorado. Usa una chaqueta blanca con capucha y su corredera está abierta dejando ver unos peculiares tatuajes rojos con escritos angelicales antiguos, alrededor de su cuello llena una cadena de oro puro y usa unos pantalones de tipo camuflaje junto con un par de zapatos blancos con suelas azules.

-No estoy de humor para tus estupideces ahora mismo pequeña mierda de Dragon-Gruñó Mordred. Ella no tenía nada en contra del familiar de Lucian pero hoy ha tenido un día estresante.

-Que grosera eres. ¿Con esa boca sucia deseas besar a mi Padre?-Cuestionó Bahamut con una ceja alzada.

Bahamut fue un regalo de Metatron hacia Lucian en su cumpleaños número doce. Aunque Bahamut tenía la misma edad que Lucian, desde que se conocieron lo comenzó a llamar papá por una extraña razón y Alexandra la llamaba mamá para gran furia de Kiara.

-¡¿Qué mierda dices bastardo?!-Preguntó/Grito Mordred con la cara roja.

-No creas que no se como deseas besar a mi Padre-.

-¿Como mierda puedes probarlo?....Owww-Murmuró Mordred avergonzada.

Bahamut sonrió victorioso y soltó unas risitas divertidas viendo el círculo mágico que convocó que era del tipo grabación donde aparecía una Mordred con una pijama rosa con dibujos de pétalos de rosas. Lo que más le daba risa a Bahamut era lo que decía Mordred.

-Mmmm..... Onii-chan bésame cómo en las novelas de la televisión-Dijo la Mordred de la grabación entre sueños mientras comenzaba a besar la almohada que tenía entre sus brazos.

-¡Tu!-Grito Mordred con la cara encendida en fuego gracias a lo avergonzada que estaba. Sin pensarlo dos veces arremetió contra Bahamut quien la esquivo moviéndose aún lado.

-¡Ven acá pequeño bastardo!-Gritó Mordred cargando nuevamente encontrá del hijo de no oficial de su Líder.

-Eres muy lenta Lady-Mordred-Dijo Bahamut burlonamente mientras esquivaba a Mordred nuevamente.

-¡QUÉDATE QUIETO!-Rugió Mordred molesta enviando un puño hacia la cara de Bahamut.

Antes que el puño conectara se escuchó el sonido de unas cadenas y el gruñido molesto de Mordred.

-Mujer agresiva-Dijo Bahamut con una mueca. Sus ojos observaban el puño de Mordred que se encontraba a centímetros de conectar contra su nariz.

-T-tu-Dijo Mordred enojada mientras se sacudía violentamente.

Mordred estaba siendo restringida por unas cadenas que emergieron de unos portales dorados detrás de Bahamut. La Descendiente de la caballero de la traición comenzó a sacudirse con más intensidad intentando romper las cadenas de algún modo.

-No creas que puedas romper las cadenas divinas del cielo Mordred-Dijo Bahamut cruzándose de brazos.

-¿Y quién decidió eso?-Pregunto Mordred fulminando con la mirada a Bahamut.

-Mientras mi espíritu y corazón no se rompan, las cadenas tampoco lo harán-Dijo Bahamut mirando fijamente los ojos verde espumosos de Mordred que reflejaban ira.

-Así que te recomiendo que te calmes y tengamos una charla civilizada-Dijo Bahamut alejándose hacia un árbol y sentándose con la espalda apoyada en el tronco.

-¿Me dejarás aquí?-Pregunto Mordred con el ceño fruncido.

-Ese es el plan o al menos hasta que deje sentir tu rabia hacia mi-Dijo Bahamut.

Mordred suspiró y dio un par de respiraciones tratando de calmarse. Sabía que si no lo hacía estaría encadenada por un buen tiempo, Bahamut no era de las personas que decían mentiras y cumplían su palabra.

-¿Y bien?-Cuestiono Mordred un poco calmada por la anterior rabia que sintió por ser grabada diciendo esas cosas vergonzosas.

-He notado en los últimos meses que llevas un gran avance en tu entrenamiento pero...-Dijo Bahamut observando de soslayo la pila de empuñaduras.

-Gracias por decir lo obvio señor obvio-Dijo Mordred con sarcasmo.

-Creo que tengo una solución para tu problema-Dijo Bahamut ignorando las palabras anteriores de Mordred.

-¡¿En serio?!-Cuestionó Mordred con emoción.

-Mmmjumm-Bahamut asintió mientras chasqueaba sus dedos y hacía desaparecer las cadenas.

-Tengo curiosidad sobre esas cadenas. ¿No son un tipo de Sacred Gear junto a las puertas celestiales?-Cuestiono Mordred.

-Tengo la suficiente autoridad angelical para también usar las cadenas y la puerta celestiales-Dijo Bahamut simplemente.

Mordred lo miró sin comprender antes de sacudir la cabeza y dejar ese tema de lado. Sabía que Bahamut no le diría más que eso así que no indago más en el tema.

-Dejando eso aun lado. ¿Cuál es la solución que tienes para mi pequeño problema?-Pregunto Mordred cruzándose de brazos y mirando a Bahamut con una ceja alzada.

-Oh si, tu pequeño problema. Casi se me olvida-Dijo Bahamut distraídamente.

Ha Mordred le tembló la ceja ante sus palabras.

-Bien. Hace no mucho sentí como los perros faldero de los templarios traían un par de cosas-Dijo Bahamut

-¿Y? Esos bastardos siempre traen algo nuevo que roban por ahí-Dijo Mordred sin entender a donde deseaba llegar Bahamut.

-Oh pero esta vez trajeron un arma muy interesante-Dijo Bahamut con una sonrisa juguetona.

-Dimelo-

-Comida-Dijo Bahamut inexpresivamente mientras extendía su mano derecha hacia Mordred.

-¿Eh?-Mordred miró sin comprender a Bahamut quién le miraba inexpresivamente.

-No estoy haciendo esto gratis-Dijo Bahamut.

-¿Qué deseas pequeña mierda?-Gruñó Mordred molesta.

-Tus galletas-.

-¡¿QUE!?-Pregunto/Grito Mordred indignada por su pedido.

-¿Cómo puedes ser un monstruo roba galleta sin corazón?.... No. Borra eso. ¿Como puedes quitarle las galletas a una doncella como yo? ¿Cómo puedes dormir?-Preguntó Mordred pregunta tras pregunta por ese pedido blasfemo ( o al menos para ella ) que hizo Bahamut.

-Eres más un ogro que una doncella y duermo con el estómago lleno de galletas-Dijo Bahamut.

-No hay otra cos... Espera. ¿Cómo me llamaste?-Pregunto Mordred mirando con el ceño fruncido a Bahamut.

-Galletas o no hay trato-Dijo Bahamut ignorando por completo la pregunta de Mordred.

Mordred se debatió mentalmente en qué hacer. Este pequeño monstruo roba galletas tenía una solución para su problema de espadas pero pedía mucho. Como le podía entregar sus preciadas galletas y mucho peor. Acaba de terminar su entrenamiento y tenía mucha hambre y tenía antojos de galletas. Claro, siempre podría ir y comprar unas cuantas galletas más pero era muy vaga para hacer tal cosa.

-¿Y entonces cariño? El tiempo es oro y tengo lugares en donde estar-Dijo Bahamut distraídamente.

-*Suspiro*..... Esta bien pequeño bastardo-Dijo Mordred con un suspiro de derrota mientras convocaba un círculo mágico y sacaba una bolsa de galletas y se la extendía a Bahamut.

-Buena chica Mord-chan-Dijo Bahamut con una sonrisa hambrienta mientras intentaba agarrar la bolsa de galletas. Si, intentaba por qué Mordred retraso su brazo con bolsa de galletas y todo.

-Primero dime cual es tu pequeña solución-Dijo Mordred.

-¿No confías en mi?-Cuestiono Bahamut indignado. Él sería el único y verdadero rey Dios Dragon y como su título lo dicta. No podía mentir y deshonrar el buen código del Dragón.

-¿Acaso tengo una cara de que confío en ti?-Cuestionó Mordred.

-Touche-Murmuró Bahamut mientras convocaba un círculo mágico y agarraba un pergamino y se lo arrojó a Mordred quien lo atrapó sin mucho esfuerzo.

-¿Y esto qué es?-Cuestiono Mordred observando el pergamino.

-Ahí en el pergamino está dibujada la clara ubicación de la bóveda personal del cerdo de Honest-Dijo Bahamut arrebatándole la bolsa de galletas a Mordred.

-Hey aún no tengo que darte mis.... Espera..... ¿La bóveda personal de Honest? ¿Estás loco?. No entraré ahí quién sabe qué cosas tendrá ese viejo en su bóveda-Dijo Mordred negando con la cabeza.

-Revise la bóveda yo mismo y encontré a Clarent en la bóveda-.

( Eso fue lo que pasó ).

Lucian siguió observando como Mordred y Honest seguían insultándose sin mostrar signos de detenerse. Los otros ancianos también gritaban cosas innecesarias y que no tenían nada que ver sobre lo que pasaba aquí. Aunque claro, ni Lucian, Kiara, Mordred y Honest no les prestaban atención.

-Cerdo de mierda-.

-Pecho plano-.

-Son copa B pero mírate a ti maldita cosa rara de la naturaleza. Eres hombre y tienes ubres de vaca-.

-.....-Lucian y Kiara tenían los cachetes hinchados intentando contener la risa por lo dicho por Mordred.

Honest comenzó a balbucear incoherencias sin saber cómo responderle a la burla de Mordred.

-Creo que ya te divertistes lo suficiente niña-Gruñó una voz masculina y grave.

Todos observaron al que hablo. Era un hombre grande, musculoso e imponente, con rasgos faciales masculinos afilados y pelo corto. Su cabello queda corto en todos los ámbitos, con la excepción de sus "franjas". Él es visto con un conjunto de armadura que cubre el pecho, los hombros, las espinillas y la pelvis, así como una gran capa que cubre la mayor parte de su cuerpo, debajo de su armadura parece ser una y ceñido traje blanco y negro de una especie . Las hombreras de su armadura son grandes y llevan marcas. La armadura que cubre su pecho comienza con placas segmentadas para proteger su cuello, junto con dos tirantes para sostener la gran pieza central que cubre el pecho en su lugar. Más abajo, su armadura se hace una vez más por placas segmentadas que cubren el estómago hasta llegar a la zona de la entrepierna que está cubierta por un pedazo más grande de la siembra. En la cintura se lleva dos pequeñas placas celebradas el por un cinturón blanco. Más abajo, las rodillas, las pantorrillas y los pies están protegidos por grebas de metal; que comienzan en las rodillas con un plato pequeño, y cubren el área restante con recubrimiento metálico.

-Bastardo Budo-Murmuró Kiara con el ceño fruncido.

Lucian sólo observó en silencio al gran maestro de los templarios quien caminaba con un porte serio e intimidante para las personas comunes. Lucian no era una persona común, él y Budo tenían historia y no era muy amigable. Ambos no se soportaban y todos en el Vaticano lo sabían.

-O-Oh Budo. Que buenos que ya llegas-Dijo Honest con una sonrisa arrogante.

-Quitale esa espada a esa pequeña Perra-Gruñó Honest señalando a Mordred quien veía seriamente a Budo.

El gran maestro de los templarios sólo asintió y caminó hacia Mordred con la intención de recuperar a Clarent.

Pam.

Budo derrapó hacia atrás cuando una silla golpeó con fuerza su cabeza. Todos los ancianos y exorcistas de alto nivel que estaban en la habitación vieron eso con incredulidad.

-Hmp-Bufó Lucian moviendo su mano aún lado y tirando lo que quedaba de la silla de madera después del golpe que le proporcionó a Budo.

Budo no cambió de expresión y siguió con su mirada seria. Ligeras gotas comenzaron a caer en el suelo de madera de la habitación. Lentamente, Budo se llevó una mano hacia su frente y sintió humedad. Retiró su mano y la puso al frente de su línea de visión y observó un ligero rojo y un olor familiar llegó a su nariz.

-Buen golpe niño-Dijo Budo sin mostrar signos en molestarse por la sangre que caía de su frente.

Lucian no dijo nada y lo siguió observando en silencio, esperando algún movimiento, él era poderoso y podía hacer pedazos a Budo, no obstante no se confiaría sólo por ser más poderoso y mantendría su guardia en alto.

-Necesito que te apartes. Lastimosamente hoy no eres mi objetivo-Gruñó Budo caminando de nuevo hacia Mordred pero Lucian se interpuso en su camino de nuevo.

-¿Quién crees que eres para venir y poner ley a mi subordinada?-Cuestiono Lucian con una ceja alzada y mirando hacia arriba ya que Budo le doblaba la altura.

-Soy el gran maestro de los templarios y mi autoridad va incluso sobre encima de ti niño-Dijo Budo simplemente.

-Bien dicho. Eres el gran maestro de los templarios y ni yo ni mi escuadrón pertenecemos a los templarios-Dijo Lucian mirando a Budo con sus ojos entrecerrados.

Budo miró a Lucian con una ceja alzada ante su falta de respeto hacia su persona. Odiaba al niño con toda su alma y lo que más deseaba era vaporizarlo con su Sacred Gear. Lastimosamente no podía tocar o hacer algo contra Lucian ya que en un ejemplo a seguir para los jóvenes reclutas e incluso para los más experimentados, incluso en la orden de los templarios, habían reclutas que admiraban mucho a Lucian. Muchas veces le mencionó a Honest que debían eliminarlo antes de que gane el suficiente poder político para tumbar al papal y erradicar a los templarios, pero su pedido fue rechazado más de una vez por la misma razón. Lucian aún servía para el Vaticano y los planes personales de Honest.

Budo no estaba de acuerdo con la decisión de Honest. Siempre tiene un mal presentimiento sobre Lucian, como si él fuera su verdugo, un mal presagio que sería orquestado por el joven de cabello plateado. Sabía que dejar vivo a Lucian y a su Escuadrón ( Aunque más a Lucian ) volvería a morderles el trasero o peor, ser asesinados.

-Hmp-Budo Observó con seriedad a Lucian mientras apretaba sus puños y electricidad amarilla chisporroteaba alrededor de sus manos.

La tensión aumentó en la habitación cuando Budo activó su Sacred Gear. La tensión en el aire hizo que los ancianos y Exorcistas comenzarán a sudar. El Mismo Honest se escondió detrás de su trono mientras miraba por encima de este esperando para ver qué pasaba.

Pam.

Todos los ojos incluidos los de Budo y Lucian observaron como Kiara cerró su libro y se levantaba con una mirada seria. Y hizo aparecer otro libro. Este libro era de un color negro con rayas doradas y algunas escrituras en el antiguo idioma de la humanidad. Al Frente de la portada también había varios pentagramas. Naturalmente Budo no sabía mucho sobre el antiguo idioma antiguo de la humanidad pero conocía algunas palabras y supo lo que decía el libro.

-¡¿Como tienes el libro del rey Salomón?!-Gritó uno de los ancianos olvidándose del tenso ambiente y levantándose de su asiento.

-Es mi Sacred tipo Longinus de clase media no oficial-Dijo Kiara simplemente.

-Longinus-Pensó Honest con una mirada codiciosa por tener esa Longinus para él.

-Bu.....-Honest no pudo comenzar a darle órdenes a su subordinado ya que tenía el filo de Clarent cerca de su cuello cosa que lo hacía sudar nerviosamente.

-Ni una palabra cerdo-Gruñó Mordred.

-Señor Honest-Dijo Budo viendo como su señor estaba a nada de quedar sin cabeza. Abrió su palma y creó una esfera de rayos amarilla. Se movió aún lado y lanzó la esfera hacia Mordred.

-No lo creo-Dijo Lucian desapareciendo de su lugar y apareciendo delante de la esfera y desviandola con su antebrazo.

-¡TODOS AL SUELO!-Gritó uno de los ancianos tirándose al suelo siendo seguido por los demás ancianos y algunos Exorcistas.

Booommm.

La esfera de rayos impactó con una de las paredes de la habitación creando una explosión y una nube de polvo.

-Mierda mis ojos/Mierda mis ojos-Dijeron Honest y Mordred al mismo tiempo ya que estaban concentrado en no ser cortado por la espada y en asustar a Honest respectivamente.

Lucian lanzó su antebrazo hacia un lado con fuerza golpeando a Budo en el cuello quien intentó aprovechar la nube de polvo para sacar a Honest de cualquier peligro.

Budo fue enviado a volar hacia atrás e impactó en una pared donde en esta aparecieron grietas de telarañas.

Budo se sacudió su cabeza mientras aterriza de pie y fijaba su mirada en Lucian, rodeó todo su cuerpo de electricidad y cargó contra su oponente.

Lo menos experimentados de la habitación solo pudieron ver un rayo amarillo cruzar la sala en milésimas de segundos. Lucian cruzó los brazos en X protegiéndose del puño electrificado de budo. La fuerza detrás del golpe lo envió hacia una pared, el giro y aterrizó en la pared donde se impulso y voló hacia budo quien no se esperaba tal acción.

Lucian apretó los puños y los enterró en el pecho de budo quien tosió sangre y trozos de su armadura salieron volando. Budo fue enviado de nuevo a chocar contra una pared.

Kiara, quien se mantuvo al margen sabiendo que Lucian podría contra budo. Abrió su grimorio y estaba lista para hacer un hechizo destinado a matar a Budo.

-¡¿Qué está pasando aquí?!-Grito Vasco entrando en la habitación alcanzandose sobre todos.

-Estamos tan jodidos-Pensaron Lucian, Kiara y Mordred con una gota de sudor escurriendo por su frente.

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Fin Del Capitulo