260 Pollito no es un cobarde, te negaste a dejar ir a Pollito

Lin Fan estaba casi al borde de las lágrimas. ¡Maldita sea! ¡Ese claramente no era un lugar para humanos!

Blandiendo el Hacha Eterna, la movió con fuerza hacia el bloqueo de las manos. No obstante, eran tan espesas y consistentes que parecían ser inagotables. Todo el laberinto subterráneo parecía estar lleno de esas manos negras en ese momento.

—¡Hijo de la gran puta! ¡Me has obligado a hacer esto! —Lin Fan estaba un poco nervioso en ese momento. Pero ante el peligro, nunca debía vacilar. En su lugar, tuvo que mostrar su dominio.

«[Espada del Firmamento].»

Después de los eventos del Condado de Sierra Azul, Lin Fan había aumentado el nivel de su [Espada de Firmamento] para conseguir la segunda espada.

Y en recuerdo de ese evento, Lin Fan había llamado a esa espada [Espada de la Bondad].