Capítulo 48: Explorando Bogotá Y El Emblemático Hotel Royal Prix

Era una sensación abrumadora y desagradable.

—Lo que acaban de experimentar es el aura; algunos la emiten de forma inconsciente o consciente. Esta puede manifestarse de diversas formas, como indicativo de fuerza o incluso de muerte, dependiendo de la otra parte. En los conocimientos que les impartí se explica cómo controlarla.

—Entendemos, jefe —respondieron Dos y Cuatro, conscientes de la importancia de controlar su aura en presencia de los demás, especialmente ante su jefe.

—Exploremos un poco la ciudad —comentó Li Jen, decidiendo aprovechar la tarde para descubrir algunas de las atracciones turísticas de Bogotá. Con medio día por delante, planearon una ruta que les permitiera capturar la esencia de la ciudad.

Comenzaron su aventura en el famoso Cerro de Monserrate. El ascenso en el funicular les ofreció unas vistas impresionantes de la ciudad, que se extendía como un mar de edificios bajo el cielo despejado.

Después de recorrer el santuario y disfrutar de las vistas panorámicas, descendieron nuevamente para dirigirse a su próxima parada: La Candelaria. Este barrio histórico, con sus calles empedradas y casas coloniales, les ofrecía un contraste fascinante con la modernidad que habían visto desde Monserrate.

Caminaron por la calle del Embudo, admirando los coloridos murales y las tiendas artesanales. Luego, continuaron su paseo, deteniéndose en un pequeño café para probar el famoso café colombiano.

El aroma robusto y el sabor profundo los reconfortaron, brindándoles un momento de tranquilidad en medio de su ajetreado recorrido.

—Este café es realmente algo especial —dijo Cuatro, saboreando cada sorbo.

—Definitivamente. Hay algo en su sabor que te hace sentir revitalizado —respondió Dos.

Li Jen disfrutaba del momento, consciente de que, aunque su misión no había ido como esperaba, cada experiencia le ofrecía nuevas perspectivas y oportunidades para reflexionar y planificar sus próximos movimientos.

Finalmente, su recorrido los llevó a la Plaza de Bolívar, el corazón histórico de Bogotá. Rodeada de edificios emblemáticos como la Catedral Primada y el Capitolio Nacional, la plaza vibraba con la vida de la ciudad.

Con el sol comenzando a descender, Li Jen se sintió satisfecho con su exploración. Habían capturado la esencia de Bogotá en medio día, sumergiéndose en su historia, cultura y belleza natural.

—Creo que eso es todo por hoy —dijo Li Jen, observando el paisaje de la ciudad por la ventana—. Busquemos un buen hotel para quedarnos. ¿Alguna recomendación?

—Vamos al mejor del mundo —respondió inconscientemente Dos, a lo que Cuatro asintió casi sin dudarlo, despertando la curiosidad de Li Jen, pero reservando sus pensamientos.

Después de un par de minutos de viaje por las ajetreadas calles de Bogotá, llegaron a la gran y lujosa entrada principal del hotel Royal Prix, ubicado en la mejor zona de la ciudad.

Dos conducía el vehículo y Cuatro iba en el asiento del copiloto. Durante el trayecto, Dos le contó a Li Jen varias cosas interesantes sobre una de las sucursales del emblemático y lujoso hotel Royal Prix, cuyas calificaciones varían con diferentes estrellas de lujo.

Este lugar no solo era un ícono de lujo, sino que también estaba estratégicamente situado en el corazón del distrito financiero, turístico y comercial de Bogotá.

Esta zona es el centro neurálgico de la ciudad, donde se encuentran algunos de los mejores centros comerciales del país, que abarcan varios miles de metros cuadrados con más de cien tiendas y una variedad de restaurantes que van desde lo más lujoso hasta lo más modesto. Además, ofrece diversas opciones de entretenimiento para todas las edades.

El lujoso centro comercial alberga un parque de diversiones bajo techo, ideal para todas las edades, así como un pequeño acuario para los amantes del mundo marino.

Además, cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, mini golf, boliche y un cine con varias salas y una pantalla IMAX 3D. Incluso tiene un cine exclusivo para personas adineradas, celebridades y figuras importantes de la sociedad local y regional.

Este complejo, con sus numerosas atracciones, tiendas y restaurantes, hace que sea innecesario salir al mundo exterior. Se destaca especialmente por sus tiendas de lujo, siendo el destino preferido de muchos locales y turistas con alto poder adquisitivo.

Sin embargo, también ofrece opciones para personas de todas las clases sociales, con una amplia gama de precios y productos.

En este lugar, se puede encontrar desde un lujoso reloj Rolex hasta un Ferrari o un Lamborghini, e incluso un Mercedes Benz de último modelo.

El tamaño del complejo es impresionante, con varios pisos de tiendas y restaurantes. Este lugar es fácilmente uno de los centros comerciales más hermosos, lujosos y visitados del país.

A pesar de su gran tamaño y belleza, los dueños del centro comercial no parecen interesados en los rankings. Aunque no es un centro comercial supergigante, su diseño es fascinante y cautivador.

Según algunas fuentes, un alto porcentaje del dinero que genera el complejo va directamente a los dueños, cuya identidad permanece en el completo anonimato.

El resto del dinero se divide entre los dueños de las tiendas y el gobierno local, lo que ha generado miles de puestos de trabajo ayudando a muchas familias.

El hotel Royal Prix, a diferencia del resto del complejo, no participa en estos acuerdos preferenciales. Las ganancias del hotel van directamente a sus dueños y, aunque se cree que pagan impuestos como cualquier otro negocio, se rumorea que el hotel no paga impuestos a ningún gobierno.

El hotel está situado en el distrito comercial y financiero de Bogotá, una zona conocida por sus lujosos edificios, grandes jardines y decoraciones exuberantes.

Este hotel pertenece a la cadena hotelera más famosa y grande del mundo, Hoteles y Resorts Royal Prix, conocida por sus estándares de lujo y comodidad. Cada año, sus hoteles obtienen las mejores calificaciones en todas las guías hoteleras más prestigiosas del mundo.

La sucursal del Royal Prix en Bogotá consta de varios edificios, algunos más pequeños que otros, cada uno con su propia decoración lujosa y jardines bien cuidados. Los jardines privados del hotel son perfectos para bodas de cuento de hadas.

Los macizos de flores y los arbustos emiten una variedad de aromas y están impecablemente cuidados.

El hotel cuenta con un club de entretenimiento exclusivo, que incluye saunas, spa, piscinas cubiertas y una gran variedad de actividades de relajación. Tiene varias entradas, una de las cuales es exclusivamente para los clientes del hotel o aquellos que alquilan los penthouses más exclusivos del hotel.

Otra entrada es para los miembros del club exclusivo del Royal Prix, que ofrece servicios de primer nivel y es frecuentado por magnates y figuras importantes para reuniones de negocios o celebraciones privadas.

Li Jen observaba detenidamente las instalaciones del hotel, asintiendo con satisfacción. Ciertamente, este hotel merecía su reputación como el mejor de Bogotá y uno de los mejores del mundo.

Además, notó que el lugar tenía una buena proporción en el feng shui y contaba con toda clase de hechizos y funciones secretas que tal vez solo él podía percibir, lo cual le resultó muy interesante.

—Interesante —murmuró Li Jen inconscientemente. Era la segunda vez que encontraba estas características en diferentes lugares, lo cual despertó aún más su curiosidad.