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Demerit

Esta es la historia de no una persona, si no de una ciudad, ciudad que así como el resto del mundo tenía que acostumbrarse a la nueva vida que tenían luego del "Punto de Quiebre", momento en el que por alguna razón desconocida, todos los niños que nacían comenzaban a demostrar "Habilidades" únicas, que desafiaban todas las leyes Físicas conocidas, la denominada "Generación del Quiebre". Mucho paso para que esta situación de revuelo mundial se estableciera, pero luego de 10 años los jóvenes nacidos con estos dones al fin podían vivir una vida normal, ya que se había vuelto "Normal" tener esas habilidades. Un mundo de adultos "Comunes" y jóvenes "Especiales" ¿Como se desenvolverá? ¿Los Adultos dejados atrás lo aceptaron completamente? Son grandes preguntas pero ¿Que hay de los jóvenes? Estos jovenes eran como cualquier otra generación, viviendo sus vidas día a día, aprendiendo, sufriendo, amando, creciendo. Esta es la historia de esos jóvenes que sin la guía de nadie debían aprender no solo a vivir, si no a dominar aquellos "Dones". ¿O acaso los dones los dominarian a ellos? Sea cual sea el resultado, esta es esa historia, simple, complicada, dramática , relajada, es solo eso, "Una historia más", la historia de ellos, los "Demerit", jóvenes únicos en un mundo donde ser único es malo, unos jóvenes "Desameritados" por lo inútiles de sus habilidades, o mejor dicho, de lo "Incomprendida" que eran estas.

Lukamido_Tula · Ciencia y ficción
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23 Chs

Capítulo 10: "Esperanza"

La luz del amanecer se colaba por los espacios de la cortina, despertando así a la adormilada Charlotte que apenas había logrado descansar, aquel extraño sueño se repetía cada vez que lograba conciliar el sueño y aunque no era una "pesadilla" en si, la sensación de inquietud que le daba aquel abismo no le había dejado dormir casi nada, aún así debía levantarse por lo que no perdió mucho tiempo y estando algo cansada aún, se levantó de la cama para dirigirse hacia el baño, donde intentó quitarse el sueño lavándose la cara, pero mientras hacia esto se detuvo a mirarse en el espejo algunos instantes y abrió sus ojos en sorpresa cuando por un instante le pareció ver una figura similar a una "Sombra" envolviendola, pero esta visión no duró siquiera un segundo por lo que no pudo verla bien, quizás estaba empezando a ver cosas por la falta de sueño o al menos eso es lo que se dijo a si misma para intentar calmarse. Luego de esto continuó su usual rutina de la mañana la cual consistía en acomodar su cama para luego vestirse para ir a la academia, en cuanto estuvo lista salió de su habitación para dirigirse hacia el comedor donde además de un desayuno ya preparado esta vez su padre se encontraba en el extremo opuesto al que ella tomó de la mesa, este solo alzo la mirada hacia su hija por algunos segundos para luego continuar tomando su café despreocupadamente mientras revisaba su celular en lo que seguramente eran temas de su trabajo.

–Buenos días padre. –Charlotte fue la que saludó primero mientras se sentaba.

Estaba acostumbrada a estas mañanas silenciosas y a aquella frialdad de que su padre siempre tenía hacia ella por lo que no le tomó mucha importancia y comenzó a endulzar su té para comenzar a desayunar, sin embargo para sorpresa de ella esta vez su padre no respondería con solo el "Buenos Días" vago que le había dado recién si no que este se mantuvo mirándola algunos segundos más antes de comenzar a hablar.

–Pareces cansada, ¿No estuviste despierta hasta tarde verdad?

Por un momento Charlotte alzo su mirada hacia él con algo de sorpresa, pero en cuanto este pregunto aquello volvió a bajar su mirada hacia su propio té, después de todo más que preocupado seguramente era aquello de lo negativo de quedarse despierta hasta muy tarde, ya le había dicho algo así hace tiempo, "Si llevas el apellido no puedes desperdiciar horas de tu día, si estás haciendo algo a última hora de la noche quiere decir que algo estás haciendo mal.", este tipo de "Preocupación" era todo lo que él le había dado desde siempre después de todo.

–No es nada, simplemente estuve estudiando un poco más de lo que planeaba. –Respondió ella con indiferencia mientras comenzaba a comer una de las tostadas.

Aquel fue el único intercambio de palabras que tuvieron esa mañana porque su padre simplemente soltó un "Ya veo" para volver a lo suyo y Charlotte no dijo nada más aparte de su despedida al momento de abandonar la mesa y prepararse para ir a clases.

Luego de aquello Charlotte ya se encontraba de camino a la academia al igual que varios estudiantes que comenzaban a aparecer caminado en la misma dirección que ella y charlando animadamente, la única que se mantenía caminando en silencio era ella quien solo esperaba llegar pronto ya que su hasta ahora tan "desesperante" salón, empezaba poco a poco en convertirse en un lugar agradable para ella, no, ya se había vuelto en un lugar importante sin que ella se diera cuenta, el simple hecho de que esperara con ansias el llegar demostraba esto. Pudo llegar sin ningún contratiempo hasta la academia y hasta su mismo salón, en cuanto entró en este las primeras personas que se encontró fueron las dos chicas con quienes había hablado ayer al final de la clase por lo que aunque tuviera un rostro inexpresivo al momento de saludarlas, en realidad estaba bastante alegre de verlas.

–Buenos días. –Un bastante enérgico "Buenos dias" viniendo de ella dejo sus labios.

Cuando ambas chicas que charlaban entre ellas animadamente la escucharon y voltearon a ver quién era, parecían sorprendidas de ver que era Charlotte, ambas desviaron las miradas con algo de incomodidad.

–Buenos dias...

Una de ellas respondió por ambas y dejaron de hablar de repente, un aire pesado las envolvía y ante los ojos de Charlotte, unos colores de inquietud parecia envolver a ambas chicas, pronto una de ellas tomó de la mano a la otra y diciendo un simple "Perdón tenemos que ir a ver algo" se alejaron rápidamente de la ahora confundida Charlotte, ¿Qué había pasado? No lo sabía, no tenía idea, miles de pensamientos comenzaron a pasar por su cabeza mientras se sentaba en su lugar "¿Habre dicho algo malo?" "¿Tendrá algo raro mi ropa?" "¿Hice algo que no debía?" No lo entendía, pero intento hacer a un lado sus pensamientos intentando convencerse de que le estaba dando muchas vueltas, sin embargo en cuanto más tiempo avanzaba y más de sus compañeros de clases llegaban, más se notaba que algo andaba mal, no solo le habían dejado de hablar y nadie la saludaba si ella no lo hacía, si no que habían comenzado a ignorarla, era incluso peor que antes ya que esta vez todos eran conscientes de que ella estaba allí y la trataban con indiferencia a propósito, antes solo pasaban de ella porque no la conocían pero esta vez no era el caso. ¿Que estaba pasando? ¿Por qué todo había terminado así? Ella no lo entendía, hasta ayer todo estaba yendo tan bien, hasta ayer ella era feliz de poder hablar y llevarse bien con todos por primera vez en mucho tiempo. En el mismo instante en el que pensaba esto pudo sentir un nudo en la garganta y como lágrimas demandaban en salir, pero no podía solo llorar, no quería que la vieran llorar, ¿Por qué está vez dolia tanto? Ya debería estar acostumbrada a ser tratada así, estuvo toda su vida viviendo de esa forma asi que... ¿Por qué dolía tanto esta vez? No lo entendía, su cabeza era un caos y sus sentimientos incomprensibles para ella misma, solo pudo ocultar su rostro entre sus brazos sobre el escritorio intentando evitar que los demás notaran como fue incapaz de contener aquellas lágrimas que corrían por sus mejillas.

En algún momento el profesor llegó y la clase había avanzado bastante, pero Charlotte no prestaba atención a esto, los colores que envolvían el aula a su alrededor eran opacos y sin vida, había vuelto a aquella mirada en la que tenía que no enfocar su vista, mirar a la nada, ya que en cuanto veía a alguno de sus compañeros aquellos colores aparecían en su visión y el nudo en su garganta comenzaba a volver a aparecer. Cuando sonó la campana del receso ni siquiera tuvo fuerzas para levantarse al momento pero el recuerdo de aquel salón pasó por su mente, allí estaría segura, allí podría desahogarse, relajarse, era su único escape en ese momento, pero parecía que el destino no se encontraba a su favor ya que en cuanto llegó a aquel salón en el cual se solían reunir, este no solo se encontraba vacío si no que estaba totalmente cerrado, nisiquiera podía intentar refugiarse allí, esta sensación de desesperación sin salida se había anclado en ella, sentía un dolor agudo en su pecho y como parecía que las lágrimas volverían a empapar sus mejillas, pero en ese preciso instante un "Color" suave pero amable apareció en su rango de visión, "Eran ellos" fue lo primero que pensó y volteó rápidamente con una sonrisa a ver de quién se trataba, pero tanto ella como el peliblanco que la observaba desde la distancia encontraron sus miradas con sorpresa, ¿Era él? ¿Aquel cálido color venía de él? ¿Cómo era eso posible? Era totalmente diferente de aquel color gélido que tenía el día de ayer, además de eso el mismo peliblanco parecía también algo sorprendido al verla. Sin embargo aún si no lo entendía completamente ella podía verlo, aquel color que envolvía al chico no era simple amabilidad, estaba envuelto en colores de culpa, de tristeza, de preocupación. Luego de que pasaron unos momentos observándose el uno al otro en silencio, parecía que este estaba apunto de decir algo, pero como si el universo lo detuviera el sonido de la campana que indicaba el final del receso sonó, sin embargo ambos se mantuvieron inmóviles aún observándose el uno al otro hasta que al final el chico fue el primero en moverse dándole la espalda a Charlotte y caminando alejándose de ella y esto hizo que Charlotte Reaccionara alzando la voz casi sin pensarlo.

–¡Espera!

Sus palabras a pesar de ser dichas en voz alta apenas eran audibles por lo suave de estas, sin embargo lograron llegar al Albino que se detuvo aún sin voltear a verla, ella no sabía que decir, ni siquiera estaba segura de porque lo había detenido, lo hizo por Simple impulso, por el deseo de intentar comprender a ese chico que tenía aquellos colores tan tristes y culpables.

–Tu... ¿Por qué estás triste? –En medio de tantas preguntas que quería hacerle al final solo esta logro salir de los labios de ella.

En ese momento ella no podía verlo porque el chico le estaba dando la espalda, pero esa simple pregunta había hecho que este abriera sus ojos en total sorpresa, como si fuera algo que no esperaba oír, algo a lo que no estaba acostumbrado, algo que no había escuchado en mucho tiempo, sin embargo este no respondió y simplemente continuó caminando dejando atrás a la chica que lo observaba alejarse.

Luego de aquel encuentro tan único, Charlotte decidió regresar a su salón y pronto recordó lo que le esperaba en este, solo de imaginar esto volvía aquella tristeza que había olvidado, incluso el pensamiento de saltarse las clases como antes solía hacer paso por su cabeza pero al final decidió volver al salón. El maestro aún no había llegado por lo que todos se encontraban hablando entre ellos y en cuanto ella pasó la puerta todos se giraron a verla y como si no supieran que hacer ya que ella se quedó observandolos esperando quizás que dijeran algo, voltearon sus miradas algo incómodos y de manera algo forzosa continuaron sus charlas, esto fue otro golpe al corazón de Charlotte quien se notaba abatida mientras volvía a su asiento, quizás eso fue lo que terminó por ablandar a uno de los chicos que se había quedado observándola, este chico era Jhonny, el mismo chico que hasta hace poco era empujado por sus amigos hacia ella para despedirse y se sonrojaba al verla, quien ahora tenía una expresión seria mientras se acercaba. Charlotte lo notó al instante y lo miraba intentando comprender los colores de este, pero él no le dio tiempo a pensar en nada ya que solo comenzó a hablar.

–Ayer... ¿Te chocaste con un chico de pelo blanco no?

Ella solo asintió en respuesta.

–Ese chico tuvo problemas con otros dos de nuestros compañeros y ellos... en todo caso, ¡Tu no has hecho nada malo! nadie te odia solo... están asustados...

Esto era todo lo que podía decir, no era alguien valiente, no tenía el valor de ir en contra de la corriente pero al menos quería decirle esto, quería dejarle en claro que ella no tenía la culpa de nada, que no era odiada. Parecia algo pequeño y sin importancia pero Charlotte lo miraba realmente sorprendida y pronto una sensación de alivio la invadió a tal punto que las lágrimas que había estado reprimiendo comenzaron a desbordarse, sin embargo no eran lágrimas de tristeza, estaba realmente aliviada, aunque fuera algo sin importancia, aunque no cambiaba nada en realidad, aún así para esa chica solo eso era suficiente para darle una pequeña felicidad, una pequeña esperanza, un gran alivio, por lo que pronto limpio sus propias lagrimas ya que quería dedicarle una sincera sonrisa de agradecimiento a aquel chico.

–Gracias...

Fue todo lo que dijo pero aquella sonrisa no solo impactaba al chico frente a ella que apretaba sus puños con fuerza al sentirse culpable, al sentirse como un cobarde por no apoyar a esta chica, si no que todos los que veían aquella escena empezaban a sentir aquella culpa, ellos mismos habían comenzado a comprender los últimos días lo pura que era aquella chica y aún así todos habían actuado de esa manera y quizás ninguno podía cambiar eso en aquel momento tan de repente, pero aquella "Semilla" había sido plantada en el corazón de cada uno de ellos. Sin embargo Charlotte no estaría para ver como aquella semilla comenzaba a florecer lentamente ya que en la puerta del salón se encontraban dos personas que ella conocía bien y que habían pasado desapercibidas por aquella escena, Lyon y Cecile, quienes tenían expresiones curiosamente serias, fue Lyon quien comenzó a acercarse a Charlotte y empezó a llamar la atención de todos ya que se detuvo frente a ella quien lo miraba sorprendida de que este en su salón a estas horas.

–Tenemos que hablar, ven conmigo.

Eran palabras serias al igual que su expresión, pero a los ojos de Charlotte tenía unos colores tan cálidos como siempre ya que además de su usual amabilidad, el color que más desprendía era el de "Preocupacion", color que ella había visto cuando alguien quería proteger algo, esta vista hizo que ella solo pudiera asentir y para su sorpresa ser tomada de la muñeca para salir del salón siendo llevada por este a los ojos de todos sus compañeros que veían atónitos la escena, antes de salir Lyon les dedicó a todos una mirada que era clara para cualquiera que la hubiera visto, una mirada de decepción que llegaba profundo en todos y aún más al ver que venía de alguien que parecía si estar intentando ayudar a la chica que todos habían ignorado. Sin embargo eso no le importaba a ella en ese momento, un cálido sentimiento aparecía en su corazón, no estaba sola, no había sido abandonada, no era odiada, había obtenido esperanza.

Jhonny Stuart.

Altura: 1.75

Color de Cabellos:Café oscuro.

Color de Ojos:Café.

Peinado:Corto con flequillo hacia arriba

Habilidad: "Search", es consciente de la ubicación exacta de todas las personas a 100m a su alrededor incluso atraves de las paredes.