—Sí, solo quería pasar y echar un vistazo, ja-ja. Parece que te va bastante bien, el negocio está bastante bueno, ¿eh? —dijo con humor.
Xiao Yi sonrió y siguió su dirección, entrando en la tienda. Su mirada comenzó a inspeccionar el lugar. La tienda no era muy grande, solo un poco más de diez metros cuadrados, pero ella había organizado todo de manera compacta. Había más de diez sillas que podían acomodar alrededor de quince a veinte personas. Además, el lugar estaba impecable.
Cuando Xiao Yi entró, había algunas trabajadoras de la fábrica que parecían pasar por allí camino al trabajo, sentadas en las mesas comiendo. Al escuchar las palabras de Li Ling, todas levantaron la vista curiosas hacia Xiao Yi antes de volver a sus comidas.
—Ja-ja, para nada. No soy muy bueno en esto todavía, apenas estoy comenzando. Ja-ja, por cierto, ¿tienes alguna sugerencia, algo que necesite corregir? —preguntó Li Ling.
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