—Rain se sintió un poco mareada mientras observaba a Matt salir del auto para confrontar al conductor del vehículo que acababa de chocarlos por detrás. Echó un vistazo a su reloj de pulsera, luego de vuelta a Matt, quien estaba inmerso en una tensa conversación con el otro conductor.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su teléfono móvil. El identificador de llamadas mostraba un número desconocido, pero de todos modos respondió.
—Escuché que te estás encargando del caso de la Orden Obsidiana. ¿Cómo te sientes, Fiscal Clayton? Espero que todavía estés entera —una voz masculina de barítono burlona se escuchó desde el otro extremo, seguida de una risa siniestra.
El agarre de Rain en su teléfono se tensó mientras el hombre continuaba, su voz cargada de amenaza. —Confío en que tomarás una decisión sabia al manejar este caso, Fiscal Clayton. Sería una lástima si este se convirtiera en tu primer y último caso como fiscal.
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