El Ángel Celeste

—Aquí, las píldoras curativas —ella entregó a dos hombres las dos píldoras.

Todas sus píldoras estaban hechas con las hierbas y el agua de hadas en su espacio paradisíaco. Su efectividad no era inferior a la del agua de hadas.

Ella no quería que usaran mucho el agua de hadas con sus cuerpos mortales actuales. Temía que sus cuerpos no pudieran soportar el poder del agua, ya que solo practicaban Qi.

—¡Gracias! —Nian Shuang y Shao Yao tragaron las píldoras curativas.

—Disculpa, chica humana —los monstruos la llamaron suavemente. Su actitud era mucho más respetuosa hacia ella.

—Chica humana, gracias a ti, nuestro rey está a salvo. No tenemos nada que ofrecerte excepto algunos tesoros valiosos. Si quieres algo de nosotros, podemos dártelo si está dentro de nuestra capacidad —los Monstruos de Zarzamora de Cuatro Alas se inclinaron ante ella agradecidos.

—Por favor elige; estos son los que tenemos —pusieron el montón de tesoros frente a ella.